Hace una semana, Aníbal Mosa, presidente de Blanco y Negro (ByN), decidió vender su participación en la concesionaria correspondiente a 34 millones setecientos 46 mil acciones, avaluadas en US$ 14 millones.

A los días, y para no ser menos, Leonidas Vial —el otro hombre fuerte de Colo Colo— también quiso llevar sus títulos a remate: 32,5 millones de papeles estarían a disposición de los interesados.

Fue entonces cuando empezaron a pasar cosas. Mosa, por ejemplo, decidió suspender el negocio y no solo eso; además compró 1.300.000 acciones (por $348.949.528), alcanzando así el 36,06% de la propiedad.

El empresario puertomontino dio luces de querer seguir en ByN, pues de esa manera aseguraba tres directores para la Junta de Accionistas que se realizará el 20 de abril. Falta definir quiénes ocuparán los escaños. Hoy son el propio Mosa, Harold Mayne-Nicholls, pero resta el reemplazante de Alejandro Ascuí. ¿Y Leonidas Vial? Pese a que desde su círculo íntimo habían anunciado que había muchos interesados en comprar, el remate fue declarado desierto.

El panorama que espera a ByN es espeso. Poco claro.

Desde el bloque Vial, para empezar, confidencian que a la cita del martes se presentarán, para una reelección, los mismos directores de la actualidad: Carlos Cortés, Ángel Maulén, Diego González y Alfredo Stohwing. Este último, de hecho, sería postulado a la presidencia de la concesionaria.

La corporación del Club Social, en tanto, ha seguido expectante y molesta todo este tráfico de compras y ventas. “Solo se habla de eso y no de un proyecto deportivo”, es la frase que dice Edmundo Valladares, presidente de la organización. Por lo mismo propusieron el nombre de Marcelo Barticciotto, pero el campeón de América en 1991 se bajó de la carrera presidencial. “He tomado la decisión de no seguir adelante con una postulación para presidir ByN. En este momento hay motivos personales que me impiden tomar una responsabilidad de esta envergadura”, explicó en ESPN.

Y agregó: “Existe un evidente escenario de incertidumbre en medio de la concesionaria, al interior de la cual nunca se dieron las muestras necesarias de apoyo para una alternativa como la mía. Hasta el momento jamás se dejaron de lado los egos y las búsquedas personales, y aún no se toma el peso, por parte de los accionistas, sobre la necesidad de enmendar el rumbo en base a un proyecto que ponga al club y a su gente en el centro de la gestión”.

A una semana de la reunión donde se elegirá al presidente y su directorio, ByN navega a ojos cerrados.