Nicolás Peñailillo (29 años) tuvo un domingo soñado. En los albores del tiempo complementario, el nuevo carrilero izquierdo de Unión Santa Fe (llegó en febrero pasado) se metió en el corazón del área de Boca Juniors, aprovechó un rebote y conectó un zurdazo soberbio que se alojó en las redes del arco porteño.

Un sueño: fue su primer gol en el torneo trasandino y nada menos que al equipo más popular del vecino país y el primer triunfo rojiblanco sobre la escuadra “bostera” en más de un lustro: el último fue en agosto de 2015.

La anotación sobre Boca le dio otro estatus al chileno, pese a que su rendimiento ha sido parejo y ascendente en el cuadro que dirige Juan Manuel Azconzábal, exDT de Antofagasta y quien insistió en llevarse a Peñailillo, quien ha jugado siete partidos como titular y su equipo está metido en zona de clasificación a cuartos de final de la Copa Liga Profesional argentina.

“Mi estadía acá ha sido muy buena. Al principio costó un poco porque hay mucha intensidad, pero el grupo que tenemos me hizo sentir como uno más a pesar de ser el único extranjero del equipo. Los hinchas lo mismo, me han dado su apoyo desde que llegué y muchos invocaron el gol de ayer con sus mensajes postpartido”.

“Inolvidable, un momento para recordarlo de por vida, para contárselo a mis hijos. Estaba convencido que se me iba a abrir el arco, llevaba varios partidos en los que casi lo logré, pero ayer era especial y gracias a Dios se dio”.

“La verdad es que el DT me pide siempre llegar al área y me gusta. En ese momento recuerdo que esperé el centro atrás de “Fede” Vera, pero salió por adelante y por suerte quedó el rebote: ataqué el balón y fui convencido que iba a terminar en gol”.

“Me siento muy bien, el equipo es muy joven. La mayoría están entre los 20 a 25 años y los más grandes aportamos en todo ámbito, es una linda mezcla. Como equipo queremos seguir escalando y logrando cosas, pero para eso tenemos que seguir dando todo de cada uno, esperamos con la ayuda de Dios clasificar a la liguilla y, por qué no, soñar con lo más alto. Y en cuanto a la proyección, bueno, yo vivo el día a día, disfrutando de esta linda experiencia, intento no pensar en el futuro porque lo único real es el presente, si bien tengo metas que espero cumplir, día a día trabajo para mejorar y seguir ayudando al equipo en lo que más pueda”.”.

“Es fundamental tener esa confianza, Juan (Manuel Azconzábal) me ha dado continuidad y eso me ha ayudado a adaptarme más rápido. Hay cierta presión porque no quiero dejarlo mal parado después de haber insistido tanto en traerme, así que día a día entreno a mi 100% para mejorar y aportar”.

“La verdad que sí, obvio, uno siempre sueña con la selección, pero eso lo sabrá el tiempo, Dios y el técnico a cargo. Yo voy a trabajar para seguir andando bien en el equipo y esperando con ansias esa oportunidad. Siempre uno sueña con conseguir esa opción, es un anhelo”.

“Sí, antes de venir acá había una posibilidad, pero a la hora de tomar la decisión era fundamental que el DT me quisiera y Juan Manuel Azconzábal me quiso siempre acá, incluso en junio del pasado año. Eso es fundamental, porque sabes que tienes la confianza del que arma el equipo. Haber venido fue la mejor decisión, por cómo se vive el futbol y lo que me puede ayudar en mi carrera compitiendo con grandes equipos y grandes rivales”.

“Es un lindo recuerdo haber vivido en esa hermosa ciudad y jugar en este tremendo club. Esta es una revancha para mí, fui joven allá y quizás muy inmaduro, pero sueño con volver a Europa para seguir demostrándome que siempre se puede si das todo de ti y trabajas fuerte”.

“Sí, mi familia está feliz acá también, pensamos que venir acá fue la mejor decisión, que no siempre lo económico está por encima de lo deportivo y que quizás este era el paso que tenía que dar en mi carrera. Mi esposa ya está en la parte final del embarazo y por todo lo que vive el mundo por la pandemia sería una locura viajar para que nazca en Chile, así que nacerá acá. Ya hemos tenido cita con el ginecólogo que la atenderá, así que estamos tranquilos esperando su llegada. Mi hija está feliz también, arrancó el colegio y le gusta mucho, también es una tranquilidad para nosotros que pueda compartir con más niños de su edad y estudiar para que no pierda la costumbre. En lo personal estoy feliz, disfrutando día a día de todo lo que significa jugar en esta importante liga y aprendiendo las costumbres de acá, he comido muy buenos asados y algunas cosas dulces que en Chile no hay, jejeje”.