La vida de Nelson Tapia tuvo un giro en Ecuador, hasta donde llegó en 2019 como preparador de porteros del Barcelona SC. Luego de esa primera temporada en el coloso de Guayaquil —al que clasificó a la Copa Libertadores como técnico interino tras la salida del DT Leonardo Ramos—, en 2020 pasó a dirigir un equipo más modesto de esa ciudad, el Guayaquil Sport, que tiene la marca de ser el club más antiguo de ese país (122 años), y con el que Tapia logró el ascenso a la Serie B después de 45 años en Tercera División

Ahora está en marcha su segunda y más desafiante temporada en el cuadro del río Guayas, que espera coronar con el club en la división de honor. Y en eso está Tapia por estos días, rematando una larga pretemporada: “Arrancamos el el 18 de enero y el torneo empieza el 16 de marzo. Acá la Segunda Categoría, que es donde estábamos el año pasado, es como la Tercera División en Chile. La diferencia es que acá participaron más de 200 equipos, porque empieza con los provinciales, en que salimos segundos que dio paso a la clasificación zonal y después al nacional propiamente tal, que es el que reserva las plazas para subir y que felizmente capturamos”, rememora el exarquero, oriundo de Molina y nacido futbolísticamente en O’Higgins.

En cuanto a su proyección para la temporada que se avecina, comenta que “no será fácil, porque hay varios equipos emblemáticos que descendieron recién y querrán volver de inmediato a Primera. Desde el año pasado proyectamos mucha gente joven. Tenemos un equipo equilibrado entre experiencia y juventud. Hemos mantenido una base de 15 jugadores, algo que ocurre muy poco”.

“Nos hemos acostumbrado a la cultura ecuatoriana con mi familia. En lugar de irme de vacaciones a Chile, he ido a recorrer Ecuador para seguir conociendo un poco más de sus costumbres, su comida y también a sus futbolistas. Ya me considero un amante del encebollado (plato típico de la costa ecuatoriana). Pasamos momentos duros por la pandemia, sobre todo acá en Guayaquil (es la ciudad con más contagios y fallecidos por coronavirus de ese país), pero hemos tomado muchas precauciones y se ha podido mantener el trabajo futbolístico con mucho profesionalismo. No tengo intenciones de salir de Ecuador, soy muy querido acá. Quiero seguir creciendo, seguir proyectándome. La gente me ha tratado muy bien no por ser Nelson Tapia, si no por lo que estoy haciendo en este país, y eso me tiene muy contento”.

“No. nunca más. Llegué el 7 de febrero de 2019, fui una vez a Uruguay con Barcelona por un partido de la Copa Libertadores y nada más. Eso fue lo más cerca que estuve de Chile. Mi familia tuvo la posibilidad de ir en enero de 2020, pero llegó la pandemia y tampoco”.

“Sí. Es que mi primer paso en Ecuador fue en 2015, cuando Independiente del Valle organizó el torneo Copa Mitad del Mundo. Desde ese momento visualicé la idea de regresar y quedarme dirigiendo acá. Tuve la oportunidad de venir a Barcelona SC como preparador de arqueros y formar parte del cuerpo técnico de (Juan Carlos) Almada. Luego me fui abriendo espacio y salió la oportunidad de Guayaquil Sport con un proyecto a cuatro años. La dirigencia me renovó el contrato cuando todavía no lográbamos el ascenso”.

“Fue una experiencia buenísima. Me pasaron un Ferrari que tenía que conducirlo un par de cuadras y estacionarlo bien. Conocía mucho el plantel y tuve el apoyo en ese único partido que me tocó dirigir en la Serie A y logramos clasificar a la Copa. Lo aproveché al máximo y tuve la oportunidad de mostrar mi capacidad”.

“No. No tuve la oportunidad porque llegó otra directiva y no quería seguir como preparador de arqueros. Me quería desarrollar como técnico. Siempre tuve eso en mente. Hice el curso para dirigir. Desde 2005 empecé a entrenar en colegios, en universidades, en el fútbol amateur y en el femenino. También estuve en las formativas de Universidad Católica. Todo ha sido parte del aprendizaje y lo estoy aprovechando en Ecuador”.

“Sí. En el mismo torneo hubo varios equipos de la Serie A interesados. Pero el proyecto con Guayaquil Sport es muy serio, y eso es lo que me da tranquilidad. No es fácil encontrar dirigentes que dejen al cuerpo técnico tomar decisiones por sí solos. En el primer año se nos dio el ascenso y la idea es respetar los procesos. Además, acá estoy cerca de México, de Colombia, de Estados Unidos. Me quiero desarrollar en América, no estoy pensando en Europa. Y si en algún momento vuelvo a Chile, regresaré más capacitado, con más experiencia”.

“Manuel Pellegrini es uno de mis referentes junto a Fernando Carvallo y Arturo Salah. Son técnicos muy capacitados. Y hoy hay una camada de entrenadores como Ronald Fuentes, José Luis Sierra, Mario Salas… Hay mucha capacidad en la medida que nos den la oportunidad”.

“Es que técnicos como Marcelo Bielsa y Jorge Sampaoli, quienes marcaron muy positivamente el fútbol chileno, remarcaron una tendencia. Los dirigentes se han apoyado en esa línea y por eso traen a un gerente deportivo extranjero (Francis Cagigao). En Chile tenemos muchos directores deportivos capacitados para eso, pero no visualizan lo bueno que está ahí, lo más cercano. Todo tiene su momento”.

“Creo mucho en la capacidad de Martín Lasarte porque conoce el medio y al jugador chileno. Tiene un plus por haber dirigido a la Universidad de Chile y a la U. Católica. Es un técnico muy respetado. Un buen nombre, sin duda”.

“Tenemos un buen equilibrio entre los jugadores jóvenes y la generación dorada. Lasarte buscará lo mejor para la convocatoria. Ecuador viene en crecimiento, el entrenador Gustavo Alfaro se ha consolidado y se ganó a los jugadores. Ecuador tiene futbolistas jóvenes, potentes, rápidos y altos. A cualquier selección se le hace muy difícil jugar en la altura y ahí es donde marca la diferencia”.