Santiago de Chile.   Mar 19-03-2024
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Pobre Colo Colo

Esteban Paredes sabe su edad y conoce sus condiciones actuales. No es un juvenil inocente. Es un veterano y el escaso aporte de su última temporada era presumible para cualquiera.
Foto: Photosport
Edgardo Marín23 de febrero, 2021
Se ha hecho notar el sentimiento de muchos colocolinos por la no renovación de los contratos de Esteban Paredes y Matías Fernández. Se expresan con dolor, como si se hubiera cometido una injusticia con ellos o se les hubiera dado “el pago de Chile”.
Lo extraño no es este fin de contrato; lo extraño es que Colo Colo haya renovado el anterior de Paredes y que haya contratado al “Mati”. ¿Y sabe qué más? Sorprende que dos jugadores que dicen amar al club se hayan prestado para firmar esas contrataciones a sabiendas de que no podían responder a las exigencias de un equipo de esa importancia y aspiraciones.
Paredes sabe su edad y conoce sus condiciones actuales. No es un juvenil inocente. Es un veterano y el escaso aporte de su última temporada era presumible para cualquiera. ¿Le debe el club? Por supuesto: le debe un montón de goles, los mismos que sumaron para transformarlo en el goleador histórico del fútbol chileno. Y le queda debiendo, seguramente, una despedida que habrá de concretarse en el futuro y cuando haya pasado la emocionalidad de un momento muy duro, muy espinoso. Tan duro como puede ser la peor campaña histórica del club más coronado de Chile.
Y Paredes le debe también mucho a Colo Colo. Por de pronto, una caja de resonancia para sus goles que antes no tuvo, aunque eran tan buenos como los que marcó para el Cacique. Le debe fama y popularidad, que tampoco disfrutó en otro lado y unos honorarios también superiores. Tuvo, también, la comprensión del club para situaciones muy complicadas, como su participación en el tema de los televisores. Y comprensión para sus relaciones impropias con la barra dura del club, por la cual abandonó a un compañero, Carlos Muñoz, a manos de violentistas.

¿Es tan complicado ver el cara y sello de las situaciones y de las personas? Hay que verlo todo, aunque algún aspecto no nos guste. Hay quienes se han quejado porque la no continuidad de su contrato se lo anunció Mosa por teléfono. ¡Pero si tuvieron una relación de gran confianza y el presidente lo avaló siempre!

Y lo de Matías Fernández, ¡por favor! El “Mati” está lejos del fútbol competitivo hace tiempo y estiró hasta hace unos meses el resplandor de sus campañas en el Colo Colo de Claudio Borghi. Matías, un niño grande, firmó contrato con Colo Colo a pesar de sus lesiones recurrentes y una carrera ya casi inexistente. Gran error del club, con un alto costo deportivo y económico.

No debía seguir ni debió volver.

Pero quien permitió y facilitó todo fue Aníbal Mosa, quien advirtió que no renunciará y que en el desastroso campeonato siempre dio la cara. Algunos creemos que el club necesita mucho más que la cara de Mosa.

Queda un consuelo, Colo Colo: con esos que te quieren tanto, no necesitas enemigos.
Edgardo Marín

es periodista egresado de la Universidad Católica, donde estudió a la par de su trabajo periodístico. Ha sido reportero y comentarista en diarios, revistas, radios y canales de televisión, además de investigador y autor de libros de historia del fútbol. Premio Nacional de Periodismo de Deportes 1993.

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