Los Juegos Panamericanos de Santiago, en los que alcanzó las semifinales junto a Fernanda Labraña, fueron la despedida formal de Alexa Guarachi, la mejor doblista chilena de todos los tiempos.

Su despedida, la derrota en la lucha por el bronce ante la pareja argentina de Lourdes Carlé y Julia Riera, se vivió un 28 de octubre, en las canchas del Estadio Nacional. Pero no sería hasta seis meses más tarde, en los que no jugó ningún partido, que confirmó su adiós del tenis.

“Queremos tratar de tener una familia con mi esposo. Terminamos recién de construir un hogar juntos y ya no sentía el amor por competir tal como lo había tenido durante toda mi carrera”, confiesa Guarachi, hoy directora de tenis y pickleball del Watersound Club, en Florida.

“Todo llegó en el momento preciso. Había rezado mucho sobre lo que tenía que hacer y lo siguiente fue esta tremenda oportunidad de trabajo que llegó justo en este instante. Sentí que era mi momento. Pero no estoy diciendo que haya terminado para siempre. Tengo ranking protegido de 65ª por algunos años, entonces, nunca se sabe si en el futuro podré volver y jugar algo más”, desliza la deportista.

Guarachi fue 11ª del mundo en 2020, llegó a la final de Roland Garros esa temporada y al año siguiente disputó las WTA Finals, el Masters femenino de duplas, junto a quien sería su mejor compañera: la estadounidense Desirae Krawczyk. Ganó cinco títulos en su carrera y recaudó casi un millón de dólares en ganancias. Además, defendiendo a Chile estuvo a punto de pelear el ascenso al Grupo Mundial II de la Billie Jean King Cup y ganó una medalla de oro panamericana en el dobles mixto de Lima 2019, junto a Nicolás Jarry.

—¿Cuál es el balance general de su carrera?

“Siento que tuve una gran carrera y estoy muy orgullosa de ella, muy orgullosa de la manera en la que representé a Chile, de la manera en la que competí y puse todo mi esfuerzos y corazón en eso. También de haber alcanzado las metas que me propuse y haber sido capaz de generar recuerdos que recordaré por el resto de mi vida”.

—¿Qué le faltó?

“Siempre quise ganar un Grand Slam, por supuesto. Pero lo di todo cuando tuve y eso me tranquiliza”.

Guarachi con Desirae Krawczyk, la compañera con la que llegó más lejos en su carrera: una final de Roland Garros y una participación en el Masters femenino (en la imagen). Foto: WTA Finals.

“Inolvidable. Significó mucho para mí y todavía lo es. Fue un honor jugar por algo mucho más importante que uno misma, como fue representar a Chile en el tenis. Es algo que recordaré para siempre y que algún día les contaré a mis hijos”.

“Siento que las mujeres están mejorando, es muy grato ver que hay algunas caras nuevas jugando la Billie Jean King Cup, ganando esa experiencia. Pienso que si trabajan y creen que pueden alcanzar sus metas, conseguirán más de lo que pueden imaginar”.

“Me encanta. Hago mucho trabajo administrativo para nuestro departamento, tengo que planificar eventos sociales y calendarizar las clínicas y las clases para los tres profesores de tenis y uno de pickleball que están bajo mío, pero también enseño un poquito en el court, aunque solo lecciones individuales o a grupos pequeños. Siento que puedo aportar mucha experiencia de todo lo que aprendí durante mi carrera”.