El último parte médico de Colo Colo dio cuenta de dos informaciones inquietantes: una, la operación en la rótula derecha de Carlos Villanueva; dos, el esguince grado 3 en el ligamento colateral medial de la rodilla derecha de Marcos Bolados. En el caso del mediocampista la recuperación debería tardar un mes; en el del atacante, entre seis y ocho semanas.

En Blanco y Negro (ByN) se tomaron la cabeza. Sabían el problema que los esperaba si actuaban con Bolados como lo hicieron con Matías Zaldivia, a quien delegaron su salario mensual a cargo de su isapre para ahorrase los 18 millones de pesos mensuales que recibe el zaguero.

Pero en Macul pasaron reversa: “Si la decisión era no seguir pagando la totalidad del sueldo de Zaldivia, correspondía hacer lo mismo con Bolados o con cualquier otro jugador que se lesionara… No podía ser uno sí y el otro no, porque además nos metíamos en un problema legal de discriminación”, confesaron algunos integrantes de la mesa de la compañía.

En ByN estaban al tanto, además, que Bolados demandaría si repetían el modelo utilizado con el argentino: “Si lo hubieran hecho, demandamos y ganamos”, afirmaron en el entorno del futbolista.

“No estamos de acuerdo con la medida que tomó parte del directorio”, fue la palabra de Carlos Cortés, director de la concesionaria, dejando en claro que la decisión adoptada con el defensa central correspondía al bloque dominante compuesto por Aníbal Mosa, Harold Mayne-Nicholls y el gerente deportivo Marcelo Espina.

Con esos antecedentes comenzó la sesión ordinaria de ByN.

En un comienzo las posturas fueron distantes. Alejandro Paul, el gerente general, insistía en que la decisión adoptada con Zaldivia fue la correcta. El grupo opositor, sin embargo, no estuvo de acuerdo: “No podemos estar dando que hablar porque no cumplimos con los acuerdos económicos que tomamos y más todavía con los jugadores que se lesionan jugando por nuestra camiseta”, le respondieron.

Pese a todo, las posturas se fueron aproximando y ByN consideró las palabras de Gustavo Quinteros, el técnico, quien manifestó que la única manera de salir del hoyo en el que se encuentra el club es estando “todos unidos”. Tomaron en cuenta, también, la voz de los jugadores, especialmente la de los referentes. “Presi, usted nunca había actuado así, no lo haga ahora”, le dijeron los referentes a Mosa.

Finalmente, la sacudida sociedad alba echó pie atrás en su decisión y pagará el sueldo de Zaldivia que no cubre la isapre.

“Junto a la Corporación del Club Social y Deportivo dijimos que no nos parecía cómo se había actuado y que era necesario revertir la situación. Nosotros planteamos el tema y ni siquiera hubo votación”, declararon en el bloque opositor a la gestión que lidera el empresario de origen sirio.

Mosa, por su parte, descartó renunciar pese a todos los conflictos. “No he pensado dar un paso al costado, asumo la responsabilidad y se lo he hecho saber a los colegas del directorio. Las decisiones que hemos tomado han sido por unanimidad. Yo no salgo arrancando, me voy a quedar para dar solución a la problemática. Si no cuento con confianza de los directores el próximo año, tendrá que venir otro”.

Además, el directivo asumió culpas y pidió unidad. “Sigo teniendo la confianza de que vamos a restituir la confianza de nuestros jugadores. Nos vamos a reunir con ellos. Situaciones como la que ocurrió con el ‘Mati’ (Zaldivia) no ayudan en mucho. Nosotros vamos a retomar nuestras relaciones buscando lo mejor para Colo Colo. Hicimos un mea culpa y dejamos nuestras diferencias de lado por el momento difícil que atraviesa el club. Hoy tenemos que estar todos unidos”, manifestó.