El ciclista belga cruzó la meta, se bajó de la bici, miró al cielo y abrió los brazos en Trocadero.

Remco Evenepoel dejó para el recuerdo una de las imágenes que marcarán los Juegos Olímpicos de París. Una postal espectacular con la Torre Eiffel de fondo para coronar una carrera tan sorprendente como brillante, que le entregó su segunda medalla de oro en solo siete días.

Nadie lo había logrado en la misma cita de los anillos.

Un tono incluso más épico tuvo el logro de Evenepoel, pues se repuso a un problema mecánico que lo obligó a cambiar de bicicleta en los kilómetros finales, percance que superó con la pronta ayuda de su equipo y un par de piernas con una energía sin parangón en la Ciudad Luz.

Los 273 kilómetros, que recorrieron lugares históricos de la capital francesa, atiborrados de espectadores, terminaron con triunfo del flamenco tras 6 horas, 19 minutos y 34 segundos.

Historia pura la del belga: el primero en conseguir la medalla de oro en Gran Fondo y en la prueba contrarreloj de ciclismo.

“¡Bélgica, lo logramos! Doble campeón olímpico. Sin palabras... Espero que esto inspire a cualquiera a perseguir sus sueños. Qué carrera tan increíble de todo el equipo, y estoy muy orgulloso de haber podido terminarla”, resumió en sus cuentas el triunfador luego de la voraz carrera que lo pondrá en la historia del olimpismo.

“Demasiado drama... Estar casi seguro de ganar con cuatro kilómetros por delante y se te pincha una rueda no es bueno para el estrés y el entusiasmo del momento. Pero es un sueño hecho realidad otra vez”, analizó durante la conferencia de prensa.

Los franceses Valentin Madouas y Christophe Laporte completaron el podio. Primera medallas para los galos en esta prueba.