Cobertores plásticos en kiwis: Los beneficios más allá de la bacteria PSA
Esta tecnología permite modificar las condiciones microclimáticas del cultivo en los momentos más estresantes del año y que la planta pueda desarrollarse de mejor forma. Todo esto redundará en la obtención de una fruta de mejor calibre y calidad general.
Florencia Polanco
El principal objetivo de las coberturas en kiwis
es defenderse de la PSA. Crédito: Abud y Cía.
El kiwi es una especie originaria de los bosques del interior de China, que a menudo se adapta a un clima húmedo, de baja radiación, con temperaturas moderadas y casi sin eventos de heladas. Por lo mismo, en Chile se encuentra permanentemente bajo una condición de estrés, lo que en la práctica puede generar que se vea afectada la calidad de la fruta en su cosmética y calibre, sobre todo cuando existe un exceso de radiación y un ambiente seco durante el verano.
Las heladas primaverales, por su parte, pueden producir daños en los brotes y botones florales de la planta, debido a que en esta etapa son muy sensibles.
Por si fuera poco, en los últimos años los productores nacionales han debido aprender a convivir con la PSA (Pseudomonas syringae pv. actinidae), bacteria que ha demostrado aumentar su agresividad en la medida que el huerto presenta una inmunidad más baja.
Por lo mismo, que los productores puedan establecer un adecuado control de eventos climáticos se ha convertido en uno de los principales desafíos para el sector. La idea, dicen los expertos, es evitar el ingreso de la PSA —ya que el viento, la lluvia y las heladas favorecen su desarrollo o expansión—, e impedir otros efectos que van en desmedro de la productividad del cultivo y la calidad de la fruta.
Las coberturas
Si bien existen algunas herramientas interesantes en el mercado, especialmente las que sirven para combatir las heladas, como los aspersores, las hélices y calefactores, en los últimos años ha ido ganando terreno el uso de cobertores plásticos, los cuales están hechos en base a polietilenos de baja densidad y sirven para la protección del cultivo.
De hecho, existe un amplio consenso entre importantes técnicos e investigadores de los principales países productores de kiwi como China, Italia y Nueva Zelanda, de que el uso de esta tecnología es una alternativa viable para la contención de la PSA en los huertos. En Chile, la empresa C. Abud & Cía lleva tres temporada probándola, lo que le ha permitido obtener interesantes datos.
“Los cobertores son una solución integral que permite modificar a nuestro favor lo que antes no se podía: las condiciones microclimáticas del cultivo en los momentos climáticos más estresantes”, señala Raimundo Cuevas, gerente técnico de la compañía.
Christian Abud, director gerente de la empresa, explica que las características ambientales que se generan bajo el cobertor hacen que las plantas se encuentren en condiciones de desarrollo más favorables.
“Aumenta moderadamente la temperatura, la humedad relativa y disminuye la radiación y el viento a casi cero. Por ende, hay una demanda atmosférica menor, lo que para el kiwi son condiciones ideales, pues se acerca a las de su clima de origen”, asegura el experto, que participó como expositor en el seminario "Fruticultura Protegida", organizado por el INIA.
En esa misma línea, Marcela Basualdo, asistente técnico del Comité de Kiwi, destaca que “al usar cobertores plásticos se le ofrece a la planta un ambiente donde se siente muy cómoda, menos estresada y a la vez se inhiben las condiciones para que la bacteria ataque. Por lo tanto, es posible tener una buena producción aún cuando el huerto sea PSA positivo”.
La especialista agrega que con el uso de cobertores se regulan las temperaturas más cálidas en primavera —las cuales inhiben a la bacteria— y a la vez se le ayuda a la planta a ganar días grado. Además, se les protege de las heladas y las altas temperaturas del verano; se genera un ambiente con menos humedad libre, que es el medio de transporte principal de la bacteria; y se evitan las heridas provocadas por el viento (punto de entrada para la bacteria).
Cabe destacar que al no haber viento bajo el cobertor, ni llegar nunca al punto de rocío, incluso durante una lluvia, el patógeno ve reducidas sus opciones de moverse y desarrollarse durante los períodos críticos. Esto le permite a la planta pasar el otoño y la primavera con una carga patógena muy baja.
Sin embargo, esto no significa, en ningún caso, que se deban dejar de hacer los manejos fitosanitarios en base a cobre, elicitores y controladores biológicos.
“De todas maneras, se cree que en un futuro se podría reducir el número de aplicaciones y avanzar hacia un manejo más integral y amigable con el medio ambiente, pues el plástico de los cobertores es reciclable”, agrega.
Más beneficios
Pero el uso de cobertores plásticos no sólo ha demostrado ser un arma efectiva para enfrentar a la PSA, sino que también es capaz de generar otros beneficios para el negocio.
“Sus resultados iniciales son prometedores, pues su uso adelanta el desarrollo del cultivo, lo cual puede traducirse en mayor rendimiento”, advierte Ernesto Moya, académico de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Chile.
Christian Abud agrega que la productividad y calidad de la fruta también se ven beneficiados, debido a que la planta se encuentra en mejores condiciones de desarrollo, y no queda expuesta a radiación directa. Con esto, dice el experto, la fruta mejora en cuanto a calibre y cosmética.
“Durante la temporada pasada los kiwis de pulpa amarilla, plantados bajo cobertor, evidenciaron rendimientos promedio de 28 ton/ha, 10 más que aquellos plantados sin coberturas. En el caso del calibre, el promedio de la fruta producida bajo cobertura fue 11% superior a la de la producida sin cobertura”, comenta.
En las pruebas llevadas a cabo por el equipo de Abud también se ha documentado un aumento de la fruta de primera categoría, llegando la temporada pasada a 96%, esto es 11% más que la campaña anterior.
En todos estos años tampoco e han observado diferencias en el comportamiento de la fruta durante la guarda ni se han recibido reclamos por el sabor o condición de la misma en los mercados de destino.
Todo esto, sostiene Christian Abud, ha permitido que la rentabilidad de los proyectos bajo cobertura crezca alrededor de US$ 10.000/ha.
Algunas consideraciones
En el caso de los kiwis de pulpa verde, como Hayward, los resultados obtenidos no han tenido un impacto tan marcado como en amarillos, ya que esta variedad es capaz de convivir con la PSA siempre y cuando se realice un adecuado manejo y estricto plan fitosanitario.
“Tampoco las experiencias que se han hecho han dado resultados que justifiquen el uso de cobertores para un kiwi, cuyo valor comercial es casi 50% inferior al de variedades amarillas”, indica Abud.
Análisis económico comparativo de una temporada de Jintao bajo cobertor y con alta carga de PSA. |
Cuartel |
Ha |
Kilos totales |
Kilos / ha |
% Fruta exp |
K exp |
NP/K |
US$ Tot |
US$ / ha |
Costo / ha |
Utilidad operacional |
Con cobertor |
11.2 |
293.205 |
26.226 |
90% |
263.885 |
1,2 |
31.661 |
28.324 |
14.000 |
14.324 |
Sin cobertor |
7.7 |
122.843 |
15.871 |
82% |
100.731 |
1 |
100.731 |
13.081 |
11.600 |
1.482 |
Diferencial económico de cobertor plástico en una temporada. |
Kilos / ha |
% Exp |
NP/K |
US$ / ha |
Costo / ha |
US$ Utilidad operacional |
US$ Costo / ha, plático base 10 años |
US$ Utilidad operacional real |
10.355 |
8% |
0.20 |
15.243 |
2.400 |
12.843 |
3.700 |
9.143 |
Nota: Inversión de plástico se amortiza en 10 años como un costo adicional de US$ 3.700/ha/año. |
Otro punto a considerar respecto al uso de coberturas se relaciona con la polinización, pues el plástico —al tener filtro UV— reduce el campo de visión de las abejas. Esto, en la práctica, produce que el insecto no vuele bajo el cobertor y, por ende, el proceso se haga más complejo.
Así, resulta fundamental que la estructura considere un sistema retráctil, que se descubra durante la floración y permita la fecundación de las flores hembras mediante el traslado de polen de machos por parte de las abejas.
El problema es que abrir y cerrar las coberturas aumenta el riego de que una lluvia pueda perjudicar la sanidad del huerto.
“Esto, además, obviamente que aumenta los costos de manejo en la producción de kiwi”, añade Ernesto Moya.
Por lo mismo, por estos días se está probando el uso de bombus bajo cubierta y aplicaciones de polen manual. No obstante, los resultados a la fecha no han sido muy consistentes.
“De todas maneras, se estima que el tiempo que se necesita para descubrir y cubrir es de cerca de 16 JH/ha”, señala Abud.
Mayor control en el riego y nutrición
El riego y la nutrición también son factores importantes que deben ser considerados al utilizar coberturas en kiwis.
“Mediante el registro de evapotranspiración potencial (Eto), con estaciones meteorológicas dentro y fuera del cobertor, se ha determinado que la demanda atmosférica bajo plástico es menor, por lo que los aportes de riego deberían disminuir”, dice Raimundo Cuevas.
Así, la estrategia apunta a llevar a cabo un riego deficitario controlado en las épocas de brotación y precosecha, lo que permitirá obtener un buen crecimiento de raíces y maduración de fruta en cada caso.
“Desde el fruto recién cuajado en adelante, la demanda se encuentra al máximo y el estatus de humedad se mantiene alto, dado la importancia que tiene este período para la forma y calibre del fruto”, añade Cuevas.
El experto comenta que esta temporada se realizarán diversos estudios con el fin de cuantificar la demanda hídrica real del cultivo bajo plástico, para lo cual se utilizarán sensores de humedad (FDR) en tiempo real, los cuales permiten definir tiempos y frecuencias en base a extracción de las raíces.
Respecto a la nutrición, Cuevas indica que el monitoreo continuo de los nutrientes en la solución de suelo, hojas y fruto, mediante el uso de seguimiento nutricional en los estudios realizados en el PDT, ha permitido determinar que la eficiencia en la toma de fósforo, nitrógeno y potasio se incrementa, dado el aparente mayor desarrollo radicular que se da bajo el cobertor, situación que de todas maneras debe ser validada mediante estudios.
Frente a un mismo manejo nutricional, Raimundo Cuevas destaca que los tratamientos bajo cobertor a la fecha han presentado una acumulación de nutrientes equilibrada en el tiempo, mostrando una mayor concentración de fósforo y potasio en la hoja, pese a evidenciar un mayor vigor y casi el doble de producción.
En la fruta, sostiene, los niveles de nutrientes se mantienen dentro de los estándares óptimos, aunque con una pequeña diferencia en los niveles de nitrógeno, los cuales son un poco más altos que en aquellos kiwis producidos sin cobertura. De todas maneras, indica que esta situación no perjudica la condición de poscosecha de la fruta.
“Esto, en la práctica, quiere decir que la reducción del uso de fertilizantes, manteniendo altos rendimientos y parámetros de calidad, es posible en este sistema. Sin embargo, esto también lo validaremos dentro de esta temporada”, indica.