¿Hacia dónde avanza el negocio de las cerezas?
Con el aumento de los volúmenes de producción en el país, los precios de venta y, por ende, los retornos deberían caer. Esta situación posiciona a los productores de esta especie en un escenario de mayor estrechez, donde sólo podrán sobrevivir aquellos que hagan las cosas bien.
Luis Muñoz G.
Para los expertos China seguirá siendo un destino
atractivo para las cerezas chilenas. Crédito: El Mercurio.
El alto y permanente interés de los agricultores locales por producir cerezas han convertido a Chile en un referente mundial en este negocio. Y es que en la actualidad nuestro país no sólo es el mayor productor de cerezas del hemisferio sur sino también es el principal proveedor de China. De hecho, se estima que del total de envíos que año a año realiza Chile, el gigante asiático recibe más del 80% de esa fruta.
Es justamente el buen resultado que surge de toda esta ecuación —producción de calidad, altos precios y buenas condiciones de comercialización— lo que ha llevado a que el interés de los productores por entrar al negocio no se detenga. Esto queda de manifiesto en la permanente alza que ha experimentado la superficie en los últimos años, la cual según cifras oficiales se mueve entre 20.000 y 24.000 hectáreas. Sin embargo, en el sector hay quienes creen que esta cifra puede ser incluso mayor.
“Si cruzamos las cifras oficiales con la venta de plantas y patrones, nos encontraremos con que las cantidades no cuadran por ningún lado. De hecho, tras sacare cuentas, he llegado a la conclusión de que hoy en Chile hay alrededor de 37.500 hectáreas. Y no se plantan más porque no hay más plantas disponibles", advierte Óscar Aliaga, asesor experto en cerezos.
¿El fin de los precios altos?
Más allá de la cifra exacta, lo que se desprende de esta situación es que en los próximos cinco años el potencial productivo del país aumentará de manera importante, llegando, según afirman en la industria, a cerca de 160.000 toneladas.
Una situación que, de acuerdo a los expertos, podría modificar el actual escenario que vive el sector, caracterizado por los altos retornos a productor.
“En una economía de mercado perfecta, las rentabilidades anormales se corrigen con el tiempo, cuando entran más actores a producir. En el caso de las cerezas, existe una burbuja que tarde o temprano se romperá, lo que afectará fuertemente al negocio y su rentabilidad”, asegura Juan Pablo Subercaseaux, académico de la Universidad Católica.
Es más, el economista agrario sostiene que a la fecha ha sido el clima el factor que ha evitado que esta situación se produzca antes.
“Los diversos factores que se han dado en los últimos años, como la no consecución de las horas de frío suficientes y la ocurrencia de lluvias y heladas primaverales, entre otras cosas, han ayudado a que no se haya producido el cosechón que todos estamos esperando”, afirma.
Juan Pablo Subercaseaux explica que el mercado de cerezas, en general, tiene una capacidad de crecimiento anual en volumen de, al menos, 10%. Así, a su juicio, el precio de la fruta no debería verse afectado si los volúmenes aumentan en esa cantidad. Una situación distinta es la que se podría producir si se alcanza el potencial productivo de 34-35 millones de cajas que se estima para este año, el cual equivale a un alza de casi 70% respecto del volumen obtenido la temporada pasada.
“Esto perfectamente se puede dar si se parte de la base que cerca del 40% de la superficie nacional corresponde a la variedad Bing, la cual si bien le cuesta mucho cuajar, no tiene mayores problemas cuando alcanza la acumulación de horas de frío”, indica el economista agrario.
Así, frente a un aumento de volumen importante, Juan Pablo Subercaseaux proyecta que la caída del precio de la fruta será significativa, acercándose en los próximos años a US$ 2 por kilo.
Si bien Cristian Tagle, presidente del Comité de Cerezas, concuerda en parte con lo planteado por el economista agrario, no es tan pesimista a la hora de proyectar el futuro. De hecho, dice que con los números arrojados en los últimos años queda la sensación de que la industria de la cereza va en contra de lo lógica económica, debido a que en escenarios de mayor oferta los precios no siempre han tendido a bajar.
“Hay temporadas específicas como la de 2011 y 2013, donde pese a aumentar el volumen producido, los precios también lo hicieron. Eso indica que hay otros factores que están jugando”, explica.
A su juicio, la gran pregunta que plantea este nuevo escenario es saber si China está preparada para comerse 30 millones de cajas de cerezas.
“A mi juicio, si mantenemos la calidad del producto podemos estar tranquilos. Y es que veo difícil que los retornos bajen más allá de los US$ 3 por kilo”, asegura Cristian Tagle.
Mantener la rentabilidad
Más allá de si es mucho o poco, la baja en los precios de las cerezas llevará a que inevitablemente el panorama actual, marcado por las altas rentabilidades, se modifique. En ese contexto, conocer y manejar de la mejor forma posible los costos de producción del proyecto será una tarea prioritaria para los productores.
Un tema complejo, sobre todo si se parte de la base de que hoy muchos de los proyectos de cerezos tienen costos de producción elevadísimos, debido a que cuentan con herramientas de mitigación climática como coberturas plásticas y tecnologías anti heladas.
Cristian Tagle, por ejemplo, calcula que el costo de producción promedio de un huerto de cerezos que cuenta con algún tipo de cobertura, debería moverse entre US$ 1,2 y US$ 1,6 por kilo. Una cifra elevada pero que se paga sin mayores problemas gracias a la alta cotización que ha alcanzado la fruta en los últimos años.
Juan Pablo Subercaseux, por su parte, indica que el uso de protecciones para lluvia y heladas, obliga a los productores a vender sus cerezas en precios elevados.
“Por lo mismo, el uso de estas herramientas sólo se justifica en zonas de producción temprana o tardía”, asegura
Es más, el economista agrario afirma que para que la incorporación de este tipo de tecnología sea rentable (inversión y operación) para el proyecto, el productor debe alcanzar precios de venta superiores a los US$ 4 por kilo.
La próxima temporada será tremendamente complicada
para la fruta de calibre L y XL. Crédito: El Mercurio.
Aspirar a calibres grandes
Así, los expertos recomiendan a los productores abordar este nuevo escenario con mucha responsabilidad e inteligencia, para lo cual —dicen— resulta fundamental conocer y manejar de manera consciente cada uno de los factores que influyen en el precio de las cerezas.
En medio de ese panorama, existe consenso entre los expertos de que el factor que más injerencia tendrá en el valor de la fruta, en un contexto de mayores volúmenes, será el calibre. De hecho, aseguran que en el mediano plazo sólo algunos de los que en la actualidad se producen en Chile serán rentables.
Juan Pablo Subercaseaux, por ejemplo, indica que la próxima temporada el panorama para los calibres L (22 mm) y XL (24 mm) será tremendamente complicada. Así, mientras el L no se exportará, por lo que su valor será cero, el XL llegará a un precio que con suerte superará US$ 1,5 por kilo. Por lo mismo, la recomendación del experto es tener en los huertos la menor cantidad de fruta con calibre chicos, lo que en este caso se traduce en llevar a cabo una buena poda y raleo de flores.
Por ende, indican los expertos, los productores deberían proyectar su modelo a la producción de sólo calibres grandes, más específicamente J (26 mm), P (30 mm), G (32 mm) y SJ (38 mm).
Así, por ejemplo, al proyectar dos casos con igual volumen de producción, pero con distinta producción de calibre, quedará en evidencia la merma que se produce en los retornos al producir calibres más pequeños.
Variación estimada del US$/kg por el calibre, a partir de los valores de la temporada pasada |
|
2016-17 |
2017-18 |
XJ |
6,81 |
5,04 |
J |
4,79 |
3,83 |
XL |
3,07 |
1,81 |
L |
1,38 |
0 |
Fuente: Juan Pablo Subercaseaux. |
De igual forma, Juan Pablo Subercaseaux invita a los productores que tengan cuarteles con fruta de bajo calibre (bajo 26 mm), que los dejen sin cosechar. Y es que, a su juicio, el costo de cosecha y proceso será mayor que el retorno.
“Como tendremos una temporada con escasez de productores, hay que concentrarse en los cuarteles que tienen fruta de mejor calibre, que será la que les hará ganar dinero”, afirma.
Otros aspectos a considerar
Pero el tamaño no será el único aspecto que determinará el precio de las cerezas en el futuro. También será importante que estas proyecten frescura en destino, para lo cual será fundamental que su pedicelo se encuentre verde.
“Si se ve feo, deshidratado, el castigo en el caso de China puede llegar a US$ 3 por kilo, lo que resulta brutal a la hora de sacar cuentas”, asegura Cristian Tagle.
Otro aspecto relevante a la hora de establecer el precio de la cereza, será su sabor. Los chinos, por ejemplo, tienden a medir los grados brix de la fruta y realizar otras evaluaciones apenas la fruta llega a sus dependencias. Así, si la cereza se encuentra inmadura, blanca en su interior o desabrida, castigarán al vendedor con un precio inferior.
Por lo mismo, Cristian Tagle recomienda a los productores cosechar las cerezas en el momento justo, ni antes ni después.
En la misma línea, será importante que la fruta llegue a destino con buena presencia. Y es que si esta tiene un color opaco, con signos de mal aspecto, puede verse castigada en su precio en una cantidad que suele oscilar entre US$ 1 y US$ 3 por kilo respecto de otra con buen color, joven, firme y brillante.
*Este artículo está escrito a partir de las charlas realizadas por Juan Pablo Subercaseaux, Cristian Tagle y Óscar Aliaga durante el IV Seminario de Cerezas: “Enfrentando las nuevas necesidades productivas, teoría y práctica”, organizado por la Pontifica Universidad Católica.