Los alcances de la Xanthomona arborícola en avellanos europeos
Se han visto casos en que los huertos alcanzan una incidencia de la bacteria de 60%-90% en las plantas, generando cuantiosas pérdidas productivas. Por lo mismo, tomar los resguardos adecuados para evitar su presencia aparece como un factor sumamente relevante para la industria nacional.
Jean Paul Joublan
Cancro y madera dañada por Xac en Cv Tonda Giffoni,
Región del Maule, año 2015. Crédito: Jean Paul Joublan.
El tizón bacteriano, causado por la Xanthomona arborícola pv corylina (Xac), es el problema fitosanitario que más afecta al avellano europeo en el mundo y el que más impacto económico tiene entre las patologías. Por lo mismo, tomar los resguardos adecuados para reducir su presencia aparece como un factor sumamente relevante para la industria.
Si bien su presencia en los huertos a menudo se asocia a varios aspectos, como la mala calidad de los suelos y el debilitamiento general de las plantas, el factor climático es por lejos el más transcendente a la hora de incidir en el nivel de daño que se pueda llegar a producir. Así, por ejemplo, se ha determinado que las zonas que tienen mayor presencia de esta bacteria son aquellas donde se producen altas precipitaciones y abundante agua libre durante la primavera.
En Chile la zona que muestra mayor prevalencia a esta situación es la que se extiende entre la parte sur de la Región del Biobío y la Región de La Araucanía, donde en la actualidad se ubican los huertos de avellanos europeos más australes del país. De hecho, se han visto casos en que un huerto fuertemente afectado por esta bacteria puede llegar a perder hasta el 80% de su producción. Justamente esta es una de las razones que ha llevado a que la industria haya catalogado a la zona que se extiende desde Talca, por el norte, hasta Chillán, por el sur, como la mejor del país para producir avellanas europeas.
Características y tratamientos
Es importante tener en cuenta que la Xac pertenece a la misma especie que la bacteria que en nogales provoca Peste Negra, aunque en este caso genera síntomas distintos que, a la larga, pueden llegar a ser un poco más difíciles de combatir y erradicar.
Uno de los sellos característicos de la bacteria en avellanos es que suele provocar la formación de cancros, y generar daños en brotes de la temporada y en la madera nueva, lo que en la práctica significa una merma en el crecimiento de la planta. Buena parte de estos síntomas se hacen mayoritariamente evidentes una vez que termina el invierno, en primavera. De hecho, en esta época es muy común ver, en árboles que están siendo afectados por la bacteria, ramas y ramillas completamente secas.
En ese contexto, a menudo los productores combaten la aparición de esta bacteria utilizando tratamientos preventivos con productos cúpricos, los cuales normalmente se aplican después de la cosecha. De todas maneras, es importante decir que este tipo de prácticas no se encuentran demasiado generalizadas entre los productores nacionales. Es más, en la actualidad no se tiene completa certeza de los efectos exactos que podrían llegar a tener estos tratamientos en los huertos.
Por lo mismo, estoy absolutamente convencido de que la mejor opción para un agricultor es apostar por tener un huerto sano y equilibrado, con plantas que presenten vigor y un nivel de estrés biótico y abiótico bajo. Y es que el resultado final que genere una infección dependerá, en gran medida, de cómo esté la “inmunidad de las plantas”. Si esta se encuentra alta, seguramente el nivel de daño no será tan importante. Al contrario, si es baja, debemos esperar lo peor. Es en este punto donde los agricultores deben incidir fuertemente, es decir, realizar un manejo óptimo de riego, fertilización, control de malezas, y bioestimulación de fitoalexinas, entre otras cosas.
De todas maneras, y más allá de los supuestos, jamás se debe olvidar que, en la actualidad, no existe ningún tratamiento que sea cien por ciento efectivo.
Equipo de investigación en un huerto de Cv Tonda Giffoni
con síntomas de Xac. La plantación está ubicada en un
sector con problemas de suelo. Crédito: Jean Paul Joublan.
Las nuevas opciones
Conciente de esta realidad, que a veces puede tornarse sumamente dura para los productores de avellano europeo, la industria por estos días está enfocada en buscar nuevas alternativas que permitan combatir los efectos generados por la Xac.
Es en medio de ese desafío que por estos días Agrichile, el laboratorio Agroadvance y nosotros, como equipo de asesores, estamos desarrollando un trabajo conjunto que pretende establecer protocolos de nuevos tratamientos capaces de enfrentar este patógeno. Si bien tenemos algunas ideas interesantes en carpeta, aún falta tiempo para dar con una respuesta definitiva.
A la fecha hemos dado algunos pasos importantes como es cerciorarnos que las bacterias que generan los daños que se han visto en algunos huertos del sur efectivamente corresponden a Xac. Para ello, se enviaron muestras a Corea, con el fin de hacer un reconocimiento del genoma, lo que se realizó de manera exitosa. Luego, con los resultados de vuelta en Chile, tuvimos la opción de evaluar la patogenicidad de la bacteria y establecer, a nivel in vitro, los productos y organismos que permitirían controlarla. En ese contexto, estamos trabajando con algunas herramientas biológicas, químicas y combinadas.
Uno de los grandes problemas con los que nos hemos encontrado es la resistencia al cobre que presenta Xanthomonas arborícola, lo que ha quedado en evidencia en las evaluaciones realizadas en Xanthomonas arborícola pv juglandis (Xaj). Esta situación, que se encuentra graficada en la figura 1, nos lleva a pensar que el panorama se dé también en la variante de la bacteria que afecta a los avellanos europeos. Por ello, es importante que las estrategias de control sean bien planificadas, mejoradas y evaluadas permanentemente.
En ese contexto, la utilización de medios biológicos como, por ejemplo, bacteriófagos permitirá disminuir los riegos y aumentar el control. Estas nuevas herramientas son usadas a la fecha para combatir con éxito, entre otras cosas, la peste negra en nogales. Esta es una herramienta orgánica, sustentable y amigable con el medio ambiente, pero que eventualmente como todos los métodos de control actuales tiene muchas dificultades para alcanzar la bacteria, debido a que la Xanthomona en avellanos, tal como se destacó anteriormente, tiene una patogenicidad distinta, que a diferencia de los nogales se expresa internamente en los tejidos. Sin embargo, se han desarrollado estrategias de aplicación y control que disminuyen esos problemas.
Por lo mismo, las próximas etapas de esta investigación, donde se incluyen las pruebas a nivel de huerto, bajo condiciones reales, serán decisivas. Lo concreto es que nosotros esperamos tener para finales de este año algunos resultados en condiciones controladas. Los resultados a nivel de huerto en superficies importantes y comerciales, seguramente estarán disponibles relativamente rápido.