"No es desmesura tener una completa desconfianza en cómo será leído e interpretado el proyecto de nuestros increíbles convencionales, una vez entrado en vigencia".

"Para desmentir que se trata de campaña del terror, bastaría preguntar dónde un engendro de ese tipo ha sido fecundo en consolidar un sistema democrático y un desarrollo aceptables".

"¿Existe política exterior latinoamericana? Se habla de ella como si fuera una entidad metafísica".

"No se puede recrear fácticamente el pasado, es decir, lo sucedido ayer o hace 5 siglos. Ni tras la expulsión se puede regresar al Paraíso por secretaría".

"Cortar voluntariamente con tijeras las relaciones exteriores de un país es una frivolidad o una necedad".

"Jugar a que no existen conflictos internos, tanto como externos, es esconder el sol con la mano y pone en entredicho la paz posible".

En la democracia moderna los procesos económicos y sociales son temas centrales en el debate político; son decididos en la plaza, por decirlo así, jamás en una Constitución.

El panteísmo se ha enseñoreado del alma de los redactores de la Constitución y la diosa natura les proporcionó las Tablas de la Ley.

Reconociendo la debilidad política de la administración, jamás un Presidente podría haber estado preparado para el Estallido.

No existe en parte alguna de este mundo una sociedad que sea la pura suma identitaria de movimientos sociales, menos todavía porque esté escrito en una Constitución.

En Chile en el siglo XX, y ahora por intermediación de los extraños convencionales que nos representan, todavía el tema es el cobre, y como repetición de remedo viene el litio.