“Se le acerca un leproso, suplicándole de rodillas: Si quieres, puedes limpiarme. Compadecido, extendió la mano y lo tocó diciendo: Quiero: queda limpio. La lepra se le quitó inmediatamente y quedó limpio”. Marcos, (1,40-42).

El Papa Francisco nos ha venido insistiendo en la caridad y sobre todo en los alcances concretos de la misma: ternura, amistad, cariño, perdón, tiempo, etc. para decir la verdad. Subyace aquí la relación –no antagonismo– entre ambas.

"Se acercó también el que había recibido un talento y dijo: Señor, sabía que eres exigente, que siegas donde no siembras y recoges donde no esparces, tuve miedo y fui a esconder tu talento bajo tierra. Aquí tienes lo tuyo".(Mateo 25, 24-25)

"En estos dos mandamientos se sostienen toda la Ley y los Profetas".(Mt. 22, 40).

"Pero cuando vieron al hijo, los labradores se dijeron unos a otros: 'Este es el heredero; matémoslo y nos quedaremos con la viña'".(Mt. 21,38).

"¿No debías tú también tener compasión de tu compañero como yo tuve compasión de ti?(Mt. 18, 33)

"Ahora yo te digo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella".(San Mateo 16,18)

"Seis días más tarde Jesús toma consigo a Pedro, a Santiago y a Juan, sube aparte con ellos solos a un monte alto, y se transfiguró delante de ellos".Marcos 9, 2

"Jesús le dice: 'Mujer, ¿qué tenemos que ver nosotros? Todavía no ha llegado mi hora'. Su madre dice a los sirvientes: Hagan lo que Él les diga".(San Juan (2, 4-5)

"A quien se declare por mí ante los hombres, yo también me declararé por él ante mi Padre que está en los cielos. Y si uno me niega ante los hombres, yo también lo negaré ante mi Padre que está en los cielos".(San Mateo 10, 32-33)