Control de heladas y lluvias en huertos de cerezos: ¿Cuándo se justifica la inversión?
Pese a lo importante que resulta en el negocio de las cerezas contar con fruta de buena calidad y sin partiduras, hay especialistas que creen que invertir en coberturas y tecnologías de control de heladas no siempre serán la opción más acertada para la salud económica de un huerto. Con datos en la mano, el especialista Juan Pablo Subercaseaux, entrega señales para tomar la mejor decisión.
Luis Muñoz G.
La instalación de coberturas anti lluvias
puede llegar a costar US$ 23.000 por hectárea..
Crédito. El Mercurio
En las últimas temporadas el clima ha jugado un rol protagónico en el desarrollo agrícola nacional, complicando el desarrollo de diversas especies frutales, especialmente el de las cerezas. Así, se ha hecho común la ocurrencia de eventos como heladas y lluvias en momentos específicos de la temporada, las cuales a menudo terminan perjudicando la productividad del huerto o la calidad final de la fruta obtenida.
Sin embargo, son muchos también los que han decidido apostar por distintos sistemas de control de heladas o coberturas y techos anti lluvias. Si bien estas herramientas ayudan —en mayor o menor medida— a disminuir los riesgos, representan en la práctica una importante inversión para el productor. Así, se estima que el costo de las coberturas, por ejemplo, puede rondar los US$ 23.000 por hectárea, mientras que el de los sistemas de control de heladas dependerá, en gran medida, de sus características. No obstante, se debe tener claro que adquirir y utilizar cualquiera de estas herramientas, más allá de si se trata de un sistema de aspersores o una máquina mezcladora de aire, no es nada de barato.
A juicio de Juan Pablo Subercaseaux, productor, asesor y académico de la Universidad Católica, una inversión de este tipo no siempre se justifica desde el punto de vista económico.
“La idea de techar o poner sistemas para controlar heladas en todos los huertos de cerezos, sin importar la variedad y el lugar de plantación, es una moda peligrosa desde el punto de vista de la rentabilidad de la producción, porque puede terminar provocándole un daño económico tremendo al negocio”, asegura.
Juan Pablo Subercaseaux: “La idea de techar o poner sistemas para controlar heladas en todos los huertos de cerezos, sin importar la variedad y el lugar de plantación, es una moda peligrosa desde el punto de vista de la rentabilidad de la producción, porque puede terminar provocándole un daño económico tremendo al negocio”, asegura.
De hecho, acusa que en el sector existe falta de rigurosidad a la hora de hacer los análisis económicos y que muchas veces los productores se olvidan de que el fin del negocio es ganar dinero y no producir más fruta. Por lo mismo, hace un llamado a no confundirse entre el óptimo técnico y el óptimo económico.
“No tengo ninguna duda que estas tecnologías siempre ayudarán a lograr el óptimo técnico (más fruta sin daños). Pero en lo que respecta a lograr el óptimo económico no siempre sirven. Para llegar a ese punto se debe hacer un análisis entre los beneficios y los costos de adquirirlas o no. Y lo cierto es que en muchos casos estas tecnologías no lo permiten”, explica Subercaseaux.
Un punto importante de la discusión es que gran parte de esta situación se ha generado a partir de los altos retornos percibidos por los productores durante las últimas temporadas, los cuales han llegado a US$ 25.000 por hectárea en algunos casos. Sin embargo, esos precios podrían caer durante los próximos años.
“Hay que tener claro un hecho súper concreto y que está absolutamente demostrado: todas las especies frutales siguen el ciclo de vida del producto, sin excepción, donde suben los precios, sube la oferta y luego se estanca el crecimiento de la demanda, bajando su cotización en algún momento”, asegura Juan Pablo Subercaseaux.
Entre las herramientas más usadas por los
productores para combatir las heladas fuguras
las hélices mezcladoras de aire. Crédito. El Mercurio
Con datos en la mano
El experto se desenvuelve con soltura en el tema porque lo conoce como productor y asesor. De hecho, motivado por eso, el año 2012 propuso guiar la tesis de grado denominada “Evaluación económica de alternativas de tecnificación en el cultivo del cerezo”, al hoy ingeniero agrónomo de la Universidad Católica, Felipe Miranda, la cual, entre otras cosas, abordó la viabilidad económica de instalar coberturas plásticas o techos y sistemas de control de heladas en diversos lugares de Chile.
En la ocasión, se tomaron como referencia tres zonas de estudio: una temprana, ubicada en La Cruz, en la Región de Valparaíso; una intermedia, en Graneros, en la Región de O´Higgins; y una tardía, en Temuco, en la Región de la Araucanía. En cada una de ellas se realizó un barrido entre 1987 y 2011 donde se detectaron los eventos de heladas y de lluvias potencialmente peligrosos para los cerezos.
“Uno de los mayores valores que tuvo este trabajo, es que se hizo a partir de datos reales de cada zona y no de estimaciones subjetivas hechas al olfato, como las que hacemos los productores de cerezas”, asegura el académico.
Cabe destacar que el nivel de daño que pueda producir una lluvia o una helada en un huerto de cerezas estará directamente relacionado con la intensidad del evento, la concentración de azúcar de la fruta y la variedad que esta tenga, entre otros.
Verdades numéricas
A partir de distintas variables y considerando que es imposible establecer un margen de tiempo exacto en el que una lluvia o una helada podría generar un mayor nivel de daños en un huerto de cerezos, los investigadores establecieron para las variedades Royal Dawn, Bing y Sweetheart los siguientes períodos como fechas críticas:
Variedad/Ubicación |
Fechas críticas |
Lluvias |
Heladas |
Royal Dawn / La Cruz |
3 noviembre - 12 noviembre |
20 agosto - 29 agosto |
Royal Dawn / Graneros |
9 noviembre - 18 noviembre |
27 agosto - 6 septiembre |
Bing / La Cruz |
10 noviembre - 19 noviembre |
25 agosto - 3 septiembre |
Bing / Graneros |
20 noviembre - 29 noviembre |
10 septiembre - 19 septiembre |
Bing / Temuco |
15 diciembre - 24 diciembre |
25 septiembre - 4 octubre |
Sweetheart / Graneros |
5 diciembre - 14 diciembre |
24 septiembre - 3 octubre |
Sweetheart / Temuco |
22 diciembre - 31 diciembre |
2 octubre - 11 octubre |
Respecto a la cantidad de precipitaciones que se consideró como riesgosa para el cracking, se estableció que aquellas superiores a los 15 mm acumulados en cada período representaban un alto riesgo para el cultivo, pudiendo generar un daño de 40% en el huerto. Bajo esa cantidad de mm acumulados, se estimó que el daño en el huerto era menor al 30%.
Pese a que los efectos de las heladas sobre los cerezos dependerán del tipo de fenómeno (si son advectivas, adiativas o de evaporación) y de su duración, para fines prácticos se estableció que aquellos eventos donde se producían temperaturas entre 0ºC y -1.9ºC podían producir pérdidas equivalentes al 10% de la producción, mientras que aquellos que mostraban temperaturas menores a -2ºC o más de una de entre 0ºC y -1.9ºC podían producir 30% de pérdida de fruta.
Así, luego de la revisión histórica de las precipitaciones y heladas (vea aquí todos los datos extraídos), se pudo determinar que los eventos que representaban riesgos para ciertas variedades en determinadas zonas eran los siguientes:
Localidad |
Variedad |
Característica del evento |
Conclusiones |
La Cruz |
Temprana |
Mayor a 15 mm: 1 en 19 años. |
Evento se presenta 1 vez en el proyecto. |
Menor a 15 mm: 2 en 19 años. |
Evento se presenta cada 10 años. |
Media estación |
Mayor a 15 mm: 1 en 19 años. |
Evento se presenta 1 vez en el proyecto. |
Menor a 15 mm: 3 en 19 años. |
Evento se presenta cada 6 años. |
Graneros |
Temprana |
Mayor a 15 mm: 2 en 22 años. |
Evento se presenta cada 10 años. |
Menor a 15 mm: 6 en 22 años. |
Evento se presenta cada 4 años. |
Media estación |
Mayor a 15 mm: 1 en 22 años. |
Evento se presenta 1 vez durante el proyecto. |
Menor a 15 mm: 5 en 22 años. |
Evento se presenta cada 4 años. |
Tardía |
Mayor a 15 mm: 0 en 22 años. |
Evento no se presenta. |
Menor a 15 mm: 2 en 22 años. |
Evento se presenta cada 10 años. |
Temuco |
Media estación |
Mayor a 15 mm: 7 en 24 años. |
Evento se presenta cada 3 años. |
Menor a 15 mm: 10 en 24 años. |
Evento se presenta cada 2 años. |
Tardía |
Mayor a 15 mm: 8 en 24 años. |
Evento se presenta cada 3 años. |
Menor a 15 mm: 11 en 24 años. |
Evento se presenta cada 2 años. |
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Heladas |
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Localidad |
Variedad |
Característica del evento |
Conclusiones |
La Cruz |
Temprana |
Entre -0.1ºC y 1.9ºC: 1 en 18 años. |
Evento se presenta 1 vez durante el proyecto. |
Inferior a -2.0ºC o daño acumulado: 1 en 18 años. |
Evento se presenta 1 vez durante el proyecto. |
Media estación |
Entre -0.1ºC y 1.9ºC: 0 en 18 años. |
Evento no se presenta. |
Inferior a -2.0ºC o daño acumulado: 1 en 19 años. |
Evento se presenta 1 vez en el proyecto. |
Graneros |
Temprana |
Entre -0.1ºC y 1.9ºC: 2 en 22 años. |
Evento se presenta cada 10 años. |
Inferior a -2.0ºC o daño acumulado: 3 en 22 años. |
Evento se presenta cada 7 años. |
Media estación |
Entre -0.1ºC y 1.9ºC: 2 en 22 años. |
Evento se presenta cada 11 años. |
Inferior a -2.0ºC o daño acumulado: 3 en 22 años. |
Evento se presenta cada 7 años. |
Tardía |
Entre -0.1ºC y 1.9ºC: 2 en 22 años. |
Evento se presenta cada 11 años. |
Inferior a -2.0ºC o daño acumulado: 0 en 22 años. |
Evento no se presenta. |
Temuco |
Media estación |
Entre -0.1ºC y 1.9ºC: 4 en 25 años. |
Evento se presenta cada 6 años. |
Inferior a -2.0ºC o daño acumulado: 2 en 25 años. |
Evento se presenta cada 12 años. |
Tardía |
Entre -0.1ºC y 1.9ºC: 3 en 24 años. |
Evento se presenta cada 3 años. |
Inferior a -2.0ºC: 4 en 24 años. |
Evento se presenta cada 6 años. |
Conclusiones
Tras un análisis económico (Vea los resultados completos aquí) de cada uno de los escenarios descritos se llegó a la conclusión de que la instalación de techos y la adquisición de tecnología de control de heladas, dependiendo de la zona y la variedad, no siempre es la mejor opción para el productor.
En Temuco, por ejemplo, donde los eventos que representan peligro se han dado en el último tiempo de manera bastante seguida, la instalación de techos y el uso de tecnología para control de heladas aparecen, por lejos, como la mejor opción.
“No contar con tecnología de este tipo en esta zona sería una locura. Y lo más importante es que, de acuerdo a las variables analizadas, la inversión se paga rápidamente, pudiendo ser incluso en la segunda cosecha”, asegura Juan Pablo Subercaseaux.
Sin embargo, en la zona de Graneros la situación es distinta, especialmente cuando se trata de variedades tardías, como Sweetheart, las cuales se cosechan a finales de diciembre. Aquí los datos mostraron que las probabilidades de que ocurran lluvias en momentos clave para las cerezas son extremadamente bajas.
“Por lo mismo, si estamos hablando de que en 20 años se produjeron una o dos lluvias peligrosas, no tiene ninguna lógica instalar techos. Quizás se podría justificar en una variedad temprana o de media estación. Sin embargo, esto hay que analizarlo caso a caso, con calma”, indica el académico de la Universidad Católica.
Juan Pablo Subercaseaux: “Por ahora lo único concreto y la mejor forma de diseñar las estrategias del futuro es ver lo que ha ocurrido en el pasado. Nadie tiene certeza sobre lo que pueda pasar a futuro, y todos los cambios son muy graduales”.
Respecto a la ocurrencia de heladas en esa zona ocurre algo bastante similar. Y es que los eventos se dan de manera bastante espaciada, cada 7 u 11 años, por lo que desde el punto de vista práctico, adquirir sistemas de control de heladas aparece como poco viable.
Más hacia el norte, en la zona de La Cruz, la situación es aún más extrema. En el estudio se pudo constatar que la cantidad de lluvias y de heladas que representaban algún grado de peligro para el proyecto eran bastante escasas, por lo que a partir del análisis se aconseja descartar el uso de este tipo de tecnología.
“Las plantaciones ubicadas más al norte del país, son las que tienen principalmente variedades más tempranas. Poner techos o adquirir tecnología de control de heladas allí sería literalmente botar la plata”, asegura Juan Pablo Subercaseaux.
El uso de aceites y esteres de sacarosa
sirve para combatir las partiduras en las cerezas.
Crédito. El Mercurio
Apostar por otras soluciones anti cracking
En el caso de las lluvias, es importante tener claridad que los techos o coberturas no previenen el cracking en cerezas en un 100%, aunque sí reducen de manera importante las posibilidades de que ocurra. Es más, en el mercado existen otras alternativas para combatir las partiduras como el uso de aceites y de esteres de sacarosa. Si bien estas alternativas tienen una efectividad mucho menor, la cual dependerá de varios factores como la cantidad de mm caídos y la variedad de la cereza, entre otros, son bastante más económicas que la instalación de techos.
“No hay que olvidar que, en el caso de los techos, además de la inversión inicial se debe considerar que los plásticos deben ser cambiados cada 5-8 años. A esto hay que agregarle el costo de la mano de obra que se necesitará”, indica Juan Pablo Subercaseaux.
Por lo mismo, el especialista hace un llamado para que los productores tomen la decisión de qué herramienta ocuparán para proteger sus cerezas de las lluvias una vez que hayan realizado un análisis económico completo, donde se contemplen variables similares a las abordadas por él y su alumno en el estudio.
La idea de fondo, dice, no es otra que tener claridad acerca de cuáles son los factores que en la actualidad se traducen en una mayor ganancia para el productor.
“Si bien cualquier exportadora preferirá contar con fruta no llovida, lo que pagan de más a los productores por este concepto es muy poco. Por lo mismo, es vital preguntarse cuáles son los aspectos relacionados con la calidad mejor retribuidos en precio. Y ahí la respuesta es clara: el calibre es, por lejos, el aspecto más importante a la hora de percibir mayores ingresos”, explica.
¿Y el cambio climático?
Si bien en la actualidad se habla sobre los potenciales efectos que el cambio climático podría generar en la agricultura, Juan Pablo Subercaseaux es de los que cree que hay que tomarse el tema con calma, pues a la fecha no hay datos concretos que permitan anticipar con claridad lo que ocurrirá en los próximos 20 años.
“Por ahora lo único concreto y la mejor forma de diseñar las estrategias del futuro es ver lo que ha ocurrido en el pasado. Nadie tiene certeza sobre lo que pueda pasar a futuro, y todos los cambios son muy graduales”, dice.
Por lo mismo, hace un llamado a que cualquier inversión al interior de un huerto se haga con extremo cuidado y de forma responsable, apegándose al análisis económico.