Las lecciones para la próxima temporada
La temporada 2012-2013, que comenzó con buenos y firmes precios, se ha complicado debido a una serie de eventos climáticos que afectaron de forma importante la producción de trigo en las principales zonas productivas del país.
Marcelo Hoffmann Kunstmann
Marcelo Hoffmann
Kunstmann
En los últimos años, el trigo pasó de ser un cultivo tradicional y complementario a uno intensivo y de alta tecnología, con menos hectáreas y con mayores rendimientos.
Para lograr mayores rendimientos y márgenes por hectárea, es muy importante la rotación del suelo, por lo que otros cultivos como la avena, el raps, la cebada, las papas y la remolacha han adquirido un protagonismo impensado. Estos cultivos son extensivos en el uso del suelo y no sólo compiten con la ganadería, sino también con la fruticultura y el sector forestal, que en pocos años se ha transformado en un negocio demandante y competitivo en el uso de los suelos agrícolas de clase II y III en el sur de Chile.
Fuente: Odepa
El destino de la temporada
La temporada en curso ha tenido muchas sorpresas, sobre todo desde el punto de vista climático. En noviembre de 2012, por ejemplo, una helada disminuyó los rendimientos de trigo en la zona centro-sur en 10% o 20 %. Luego, se registraron lluvias que reverdecieron las sementeras. Por su parte, enero de 2013 se mostró muy caluroso, lo que arrebató la maduración. Las lluvias de febrero (100 mm caídos en una semana y 70 mm en una noche) y altas temperatura terminaron por complicar la situación de los productores nacionales. El trigo no cosechado se nació y la avena se manchó.
Por lo anterior, es imprescindible desarrollar bien y de forma oportuna las faenas en el campo, minimizando en lo posible los riesgos del mercado. Para ello, se deben tomar posiciones de futuro, en especial si se conocen los costos de producción y se cuenta con la capacidad operativa que permita minimizar el efecto del clima, a través de la utilización de una mecanización adecuada en la superficie sembrada.
Lo cierto es que una temporada de firmes y buenos precios terminó complicándose por el clima.
Las lecciones para la próxima temporada
Los productores deben ser cautos, eficaces, oportunos y realizar bien tu trabajo. Es decir, deben ser profesionales.
La maximización de los rendimientos comienza desde el suelo y avanza hasta la cosecha. Se deben buscar comercializadoras o industrias que se encadenen con el negocio del productor en el largo plazo. Así también, se debe estudiar el mercado, simular situaciones, y cuidar los costos. El margen es el resultado del productor, no el rendimiento.
Proyecciones de precios
La producción de trigo seguirá profesionalizándose y tomando economías de escala en el país, en el largo plazo. Los stocks mundiales marcarán el mercado nacional. Claramente las proyecciones para el negocio serán resueltas en el hemisferio norte, no aquí.
En la medida que se vaya terminando el trigo de producción nacional, el precio se irá ajustando al costo de importación. El precio internacional estará marcado por la futura cosecha del hemisferio norte.
Producción chilena en la última década
La producción, desde 1980 a la fecha, se haya incrementado en un 44%.
*Cifra propuesta por INE
-
Superficie (hectáreas)
-
Producción (toneladas)
Fuente: Odepa con datos de INE.