Los primeros datos que se conocen sobre el mercado internacional para el 2013/14 marcan un posible cambio en la tendencia de los precios. Como lógica consecuencia de lo ocurrido en el ciclo anterior en donde las cotizaciones alcanzaron niveles record en el mercado de Chicago, todos los productores del mundo que reciben el valor internacional, se disponen a producir más.

En el caso del trigo, es posible que se alcance una cosecha mundial cercana a los 680 millones de toneladas, 25 millones de toneladas más que en el año previo, y levemente por encima de la expectativa de consumo.

Además, ese crecimiento productivo se daría en países que son fuertes exportadores del cereal como es el caso de Ucrania, Rumania, Canadá, Australia y la India. Con este antecedente los precios proyectados para el segundo semestre del 2013/primero del 2014 se ubican en los 260 dólares por tonelada, frente a los 330 que se lograron en 2012.

En el caso de Argentina, las políticas oficiales de control de las exportaciones provocaron un serio daño a la producción triguera, beneficiando a la industria molinera y a sectores de la exportación. Como resultado de la misma, la superficie sembrada y la producción cayeron a sus mínimos históricos. Al promediar el ciclo 2012/13 el gobierno ante la necesidad de generar recursos, efectuó cambios en esta política, los cuales posibilitaron una mejor comercialización del cereal durante el segundo semestre de 2012.

La principal modificación consistió en la apertura de un “megacupo” de exportaciones exigiendo a los exportadores comprar primero la mercadería y en función de esas compras entregar las autorizaciones de exportación. Esto incentivó la competencia entre los exportadores y los productores pudieron capturar (aquellos que vendieron la cosecha con anticipación) valores cercanos a la paridad internacional (precio de exportación menos gastos del exportador y retenciones, 23% aprox.).

Aunque no se trata del sistema ideal, mejoró al que se venía aplicando hasta entonces. Para 2013/14 el gobierno anunció que reiterara el esquema comercial, lo cual permite presuponer que durante algunos meses, previos a la cosecha el trigo podrá tener un valor en consonancia con el mercado internacional.