Bases para realizar una adecuada elección de variedad
A partir de ciertos factores claves para el cultivo del arándano, existen cultivares que se ajustan mejor que otros a las distintas regiones del país. Conozca las claves que le permitirán tomar la mejor decisión a la hora de elegir una variedad.
Maricel Vera
Pese a lo que se pueda pensar, el arándano es una planta tremendamente rústica. Es justamente esta característica la que le ha permitido adaptarse a Chile mucho mejor y más rápido que otros berries. Sin embargo, no todas las variedades se desempeñan igual en las distintas regiones del país.
El cultivo de este berry data de hace un siglo en Estados Unidos, cuando se establecieron las primeras plantas de la especie Vaccinium corymbosum con fines comerciales (New Jersey, 1916). En nuestro país esta actividad tiene unos 30 años y, en gran medida, se ha hecho en base a pruebas y errores. Por lo mismo, hasta hace unos años era común ver plantaciones de determinadas variedades que no se adaptaban bien a algunas zonas del país, lo que en la práctica terminaba por impactar en la productividad y calidad de la fruta obtenida.
Inicios en Chile
Cuando el arándano empezó su desarrollo comercial en Chile, a mediados de los ochenta, no existían variedades que se pudieran cultivar en la Región de Coquimbo, debido a que la zona carecía del frío necesario para el correcto desarrollo de las variedades más antiguas.
“Aquellas disponibles en ese momento, necesitaban cerca de mil horas frío y en esa zona hay 400 ó 500 horas”, agrega Humberto Serri, académico del Departamento de Producción Vegetal de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Concepción.
Variedad Bluegold. Crédito: Lurberry
En ese entonces, la idea de los expertos era desarrollar esta especie desde Chillán al sur, para lo cual se contaba con variedades como Blue Haven, Stanley, Bluejay, Blueray; Herbert, Patriot, Ivanhoe y otras. Con el tiempo algunas se descontinuaron o fueron reemplazadas por variedades con mejores expectativas de producción y calidad como Elliott; Bluecrop; Blue Gold; Brigitta y otras.
“Muchas de ellas aún están presentes en el espectro de variedades que se utilizan en el sur de Chile”, asegura Walter Lobos, director del Departamento de Producción Agropecuaria de la Universidad de La Frontera.
Uno de los principales problemas de la época era la mala calidad que tenía mucha de la fruta que se cultivaba. Por ejemplo, Patriot o Herbert, destacaban por generar una baya de buen tamaño, pero con reducida firmeza.
“Cuando al principio se exportaba por avión, eso no importaba. Hoy, en cambio, cuando la mayoría de la fruta se transporta en barco, sí importa. Así, esas variedades han ido quedando fuera, debido a que no resisten el viaje”, comenta Humberto Serri.
Algo similar ha ocurrido con Blue Ray y Blueheaven, las cuales con el tiempo también han sido descartadas.
A fin de elevar la producción y abordar más mercados, la estrategia de la industria apuntó a ampliar la zona de plantación desde la Región de Coquimbo a la del Maule. Para ello se comenzó a trabajar con variedades provenientes de centros de mejoramiento, cuyos climas fueran menos restrictivos y más benignos. En ese grupo destacan O´Neil; Duke; Legacy, Star y Jewel.
Así, en los últimos 15 años, se han visto cuantiosos avances, los que han permitido ampliar la disponibilidad de material vegetal.
“Hay variedades para todo los climas donde haya actividad agrícola, por lo que el tema pasa por elegir los cultivares que cumplan con los requisitos de calidad y producción que hagan rentable el cultivo”, indica Raúl Olivares, gerente de Producción de Driscoll´s Chile.
Cómo escoger
Hoy, la superficie de arándanos en el país se extiende desde la Región de Coquimbo hasta la de Los Ríos, sumando 15.600 hectáreas, según cifras del Comité de Arándanos. Pero no todas las variedades se ajustan igual.
“Cada especie y variedad tiene genéticamente requerimientos agroclimáticos específicos, lo que permite deducir cuál será su mejor nicho ecológico en nuestro país”, indica Walter Lobos.
¿Cuáles son las variedades que mejor responden en cada región? Esa es una pregunta difícil de contestar, pues no resulta nada de fácil realizar una clasificación de cultivares para una zona específica. Y es que existen diversos parámetros agroclimáticos que son determinantes e incluso pueden cambiar dentro de una misma región o área determinada. Así, una variedad puede comportarse de manera eficiente en una localidad y ser muy deficiente en un predio vecino, debido a que se encuentra en un suelo distinto o los manejos que se le realizan no son los más adecuados.
“Por lo mismo, la culpa no siempre la tiene el arándano”, precisa Walter Lobos.
Conocer para diferenciar
En ese sentido, la mejor forma de no equivocarse en la elección de la variedad será realizar una completa evaluación, la cual comienza en el predio, identificando los factores que no se pueden controlar y que determinan el desarrollo del cultivar. Por ejemplo, el nivel de pH del suelo (predio), su conductividad eléctrica y la disponibilidad de horas frío (comuna-región). El siguiente paso será distinguir los cultivares que mejor se ajustarán a esas condiciones y los que tendrán mejor desempeño en ese huerto.
Variedad Legacy. Crédito: Lurberry
“Una variedad puede estar creciendo en San Fernando y en Temuco, y tener un comportamiento distinto, sin ser malo ni que haya que descartarlo, pero en un sector va a tener ciertas ventajas más que en el otro”, dice Walter Lobos.
De acuerdo a la experiencia del especialista no más del 20% de los productores recibe asesoría técnica de este tipo.
Características y aptitudes
Las condiciones ideales para cultivar arándanos (dependiendo de la variedad) son, en general, contar con suelos cuyos niveles de pH varíen entre 4,5 y 5,5 y tener disponibilidad de horas frío (con umbral de 7ºC), con el fin de dar cumplimiento al receso invernal (Los cultivares Northern Higbush necesitan entre 800 – 1.100 horas, mientras que los Southern Highbush requieren entre 400 – 500 horas).
En las regiones del Maule y del Biobío, por ejemplo, los suelos tienen un pH que, en general, llega a 7 y, dependiendo de la zona, pueden disponer de hasta 1.000 horas frío. Al avanzar hacia el norte, la acidez del suelo aumentará, mientras que la disponibilidad de horas frío se reducirá. Aun cuando se tenga claridad acerca de los índices que existen en cada zona, es importante conocer los requerimientos de cada cultivar, pues estos, en algunos casos, son inferiores a los rangos mencionados.
“Considerando ambos factores, las variedades de bajo requerimiento de horas de frío invernal y de alta sumatoria de días grado se ´adaptan` mejor a zonas del norte o centro-norte del país; por el contrario, las variedades originadas en áreas de clima frío tendrán como requerimiento lo contrario, por lo que se adaptarán mejor a las zonas centro-sur y sur del país”, señala Walter Lobos.
Raúl Olivares, por ejemplo, destaca Duke, variedad que posee un alto requerimiento de frío y que por estos días aún se encuentra vigente.
“En climas templados, en tanto, la variedad estándar por muchos años ha sido O’Neal”, agrega.
Nuevo material vegetal
En la actualidad existe consenso en la industria sobre la importancia de introducir nuevos cultivares, con el fin de lograr fruta con mayor firmeza, calibre, sabor y vida de poscosecha.
“Muchas variedades se han descartado ya que, aun siendo productivas, su fruta ya no cumple con los requisitos de condición y calidad que exigen los mercados actuales, cada vez más competitivos”, destaca Raúl Olivares.
Por lo mismo, contar con fruta que cuente con una vida de poscosecha más extensa resultará clave. Es justamente este uno de los desafíos que vienen a enfrentar las nuevas variedades, como Duke y Legacy, las cuales destacan por la firmeza de la baya.
“De ese material nuevo que está entrando a Chile, más del 90% corresponde a variedades tempranas, Southern Highbush, de la Universidad de Florida (EE.UU.). Todas ellas requieren poco frío, tienen muy buena calidad de fruta, grande, firme, que resiste largos viajes. De hecho, por su baja demanda de horas frío, se adaptan muy bien a la zona norte de Chile, así como a todo Perú y México. Además toleran altas temperaturas y son de cosecha temprana”, dice el gerente de Producción de Driscoll´s Chile.
Tabla 1. Variedades de arándanos según requerimiento de horas frío
REQUERIMIENTO DE HORAS FRÍO |
NRO. DE HORAS FRÍO |
VARIEDAD |
Bajo |
entre 50 - 400 horas |
Corona |
Jewel |
Misty |
Emerald |
Star |
O´Neal |
Mayra |
Stella Blue |
Snowchaser |
Springhigh |
Ventura |
Rocío |
|
Intermedio |
entre 500 - 700 horas
(*) Ojo de conejo |
Katie Blue |
Legacy |
Jubilee |
Reveille |
Biloxi |
Suziblue |
Camelia |
Brightwell* |
Centurion * |
Bonita* |
Ochlokonee* |
Powderblue* |
Tifblue* |
Premier* |
Primadonna |
Overtime |
|
Alto |
entre 800 - 1.200 horas |
Brigitta |
Duke |
Aurora |
Elliott |
Bluecrop |
Draper |
Blue Ribbon |
Top Shelf |
Cargo |
Last Call |
Clockwork |
Sweet Jane |
Barbara Ann |
|
|
|
Fuente: Elaboración propia (El Mercurio Campo) |
De acuerdo al estudio “Actualización de la Comercialización de Plantas Frutales, Vides y Plantines de Hortalizas en Chile (dic. 2015)” de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa), durante 2014 se comercializaron 35 variedades de plantas de arándano en el país, de las cuales 15 correspondieron a cultivares protegidos y las 20 restantes se encontraban bajo protección (ver tabla 1).
|
2008 |
2009 |
2010 |
2011 |
2012 |
2013 |
2014 |
Total arándanos |
2.403.850 |
1.006.028 |
1.476.482 |
1.958.376 |
2.659.973 |
2.363.666 |
2.288.045 |
Fuente: Estudio "Actualización de la Comercialización de Plantas Frutales, Vides y Plantines de Hortalizas en Chile", Odepa (dic.2015) |
Tabla 2. Comercialización de plantas de arándano en Chile según variedad (unidades)
VARIEDAD |
2010 |
2011 |
2012 |
2013 |
2014 |
Legacy |
324.000 |
352.980 |
624.882 |
691.552 |
387.730 |
Ochlockonee * |
245.788 |
419.872 |
628.277 |
328.143 |
50.000 |
Emerald * |
150.023 |
192.984 |
301.852 |
462.913 |
421.277 |
Duke |
197.554 |
266.260 |
305.451 |
203.933 |
177.000 |
Star |
91.717 |
139.451 |
121.650 |
206.255 |
141.000 |
Powderblue |
13.626 |
42.173 |
236.654 |
59.240 |
12.988 |
Camellia * |
10.240 |
19.066 |
99.637 |
129.902 |
204.000 |
Jewel * |
162.590 |
178.071 |
41.859 |
1.000 |
|
Brigitta |
21.000 |
65.200 |
83.650 |
54.575 |
21.337 |
Biloxi |
75.000 |
50.000 |
30.000 |
30.000 |
15.673 |
LastCall * |
|
|
|
|
72.000 |
Misty |
50.000 |
55.000 |
20.084 |
20.000 |
5.000 |
Elliott |
22.000 |
28.000 |
49.500 |
7.287 |
4.000 |
Brightwell |
13.000 |
24.000 |
25.000 |
15.000 |
4.000 |
Ventura * |
|
|
|
46.270 |
116.000 |
Cargo * |
|
|
|
41.870 |
153.000 |
Snowchaser * |
29.090 |
29.440 |
9.760 |
300 |
|
Primadonna * |
19.100 |
22.699 |
13.725 |
200 |
|
Rebel * |
450 |
8.000 |
15.032 |
11.032 |
|
Bluegold |
|
|
25.320 |
|
|
Chandler |
24.518 |
22.000 |
|
|
|
Toro |
|
20.880 |
|
|
|
Centurion |
17.000 |
20.000 |
|
|
|
Suziblue * |
|
|
|
15.160 |
92.000 |
TopShelf * |
|
|
|
11.573 |
228.000 |
BlueRibbon * |
|
|
|
11.483 |
159.000 |
Overtime * |
|
|
|
11.458 |
6.000 |
Scintilla * |
|
450 |
10.771 |
|
|
Farthing * |
|
450 |
10.769 |
|
40 |
Tifblue |
6.300 |
600 |
6.000 |
3.500 |
|
ClockWork * |
|
|
|
1.020 |
18.000 |
O'neal |
1.986 |
800 |
100 |
|
|
Alapaha * |
500 |
|
|
|
|
Vernon * |
500 |
|
|
|
|
Palmetto* |
500 |
|
|
|
|
TOTAL |
1.476.482 |
1.958.376 |
2.659.973 |
2.363.666 |
2.288.045 |
|
|
|
|
|
|
Fuente: Estudio "Actualización de la Comercialización de Plantas Frutales, Vides y Plantines de Hortalizas en Chile", Odepa (dic.2015). |
(*): Variedad protegida |
Hoy en el país se comercializan cultivares para todos los climas. Los del tipo evergreen, con bajo requerimiento de frío, por ejemplo, pueden ser plantados desde Ovalle hasta Rancagua, pero también desde el secano costero interior hasta la Región del Biobío. Los de alto requerimiento de frío, en tanto, se adaptan a la zona precordillerana (oriente de la Ruta 5) desde Rancagua hasta Los Ángeles, pasando por todo el valle hasta Osorno e incluso más al sur.
“Todo esto debe matizarse con variedades que son un poco comodín, como Legacy, con los microclimas de cada región, y con la opción de usar túneles de plástico para tener condiciones que permitan una cosecha más temprana”, indica Raúl Olivares, quien precisa que pese a que algunos cultivares evergreen ya se están probando en el país, aún no existen conclusiones respecto a su desempeño.
Dentro del grupo de los Southern y Northern Highbush, existen nuevos cultivares desarrollados a través de programas de mejoramiento privados, los cuales han mostrado diversos resultados. Sin embargo, dado que su comercialización muchas veces contempla el pago de un royalty, no siempre es posible conocer su desempeño.
Evaluar: una etapa necesaria
De acuerdo a Walter Lobos, el mejoramiento genético de este berry en el mundo está orientado a optimizar la producción y calidad de fruta y la tolerancia o resistencia a plagas y enfermedades, pero no a la adaptación a ciertas áreas agroclimáticas. Por lo mismo, resulta fundamental que los productores antes de comprar plantas evalúen el comportamiento fenológico del material vegetal, con el fin de determinar sus características y requerimientos y saber cómo se comportará en una región/zona específica, entre otras cosas.
“A diferencia de lo que ocurre con los frutales mayores, la normativa vigente en Chile no exige que las variedades de arándanos introducidas al país cumplan con dicha evaluación. Basta que se cumpla con los requisitos sanitarios impuestos por el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) para introducir, multiplicar y vender plantas de esta especie, lo que no basta para conocer su verdadero comportamiento en el país”, advierte el académico.
A juicio del profesional, un estudio serio requiere un mínimo de tres años, que permita determinar la tolerancia de la variedad a ciertas enfermedades, el rendimiento, la condición y la vida de poscosecha de la fruta.
Variedad Elliot. Crédito: Lurberry
“Hay que tener claro cuál es su fenología, las fechas en que van ocurriendo las diferentes etapas de desarrollo del cultivo; la sensibilidad que tiene a las condiciones climáticas; los excesos de temperatura, las heladas; cuánta sumatoria térmica requiere para poder madurar; las características propias del fruto en cuanto al contenido de nutrientes y productos metabólicos; y cómo van variando en el tiempo”, explica Lobos.
Por lo mismo, confiesa que le llama la atención que esto no se haga en el país.
“Basta tener la licencia del dueño intelectual de la variedad para producirla, sin importar que la estén plantando en La Serena o en Osorno”, dice.
Respecto a la tolerancia a enfermedades, advierte que el control se lleva a cabo por dos vías. La primera es el registro de cada proveedor de material nuevo, mientras que la segunda corresponde a los requisitos de ingreso de plantas desde el extranjero aplicados por el SAG.
En otros países, los nuevos cultivares, antes de ser lanzados comercialmente, son sometidos a estudios de 5-10 años, los cuales se realizan en estaciones experimentales estatales o universitarias. En Estados Unidos, por ejemplo, las nuevas variedades son probadas por cerca de 10 años antes de que puedan ser adquiridas por los agricultores. En ese contexto, Humberto Serri cree que si bien este es un trabajo tremendamente necesario, muchas veces las necesidades de los consumidores resultan incompatibles con los procesos y tiempos de evaluación.
Reemplazo
En Chile, es común que existan productores que se arriesguen a establecer cultivares sin conocerlos. El problema es que las consecuencias de estas medidas quedan al descubierto durante el cultivo, la cosecha o poscosecha de la fruta, es decir, cuando ya es muy tarde y la única salida es el reemplazo de la variedad.
Un claro ejemplo de ello es lo que ha ocurrido con Star, una variedad que si bien produce fruta grande, presenta susceptibilidad a Botrytis, por lo que en Chile muchos productores han debido arrancarla de sus huertos.
Situación similar es la que vive Jewel, una variedad temprana, pero que produce fruta blanda. Por lo mismo, para que esta llegue en condiciones adecuadas a destino debe ser exportada sí o sí por vía aérea.
Origen y adaptabilidad
Según Raúl Olivares, gerente de Producción de Driscoll´s Chile, existen tres especies de arándano de las cuales provienen distintas variedades para todo tipo de clima:
- Vaccinium corymbosum, de la cual surgió el primer cultivar comercial hace cien años. Es originaria de la costa este de Estados Unidos. De ella provienen variedades Northern Higbush que se adaptan al frío, botan la hoja, tiene dormancia invernal y alto requerimiento de horas frío (sobre 800) para inducir la yema floral y brotar en primavera.
-Vaccinium darrowii es originaria de la zona de Florida (Estados Unidos) y tienen hábito perenne. En los años cincuenta se incorporó a los programas de mejoramiento, obteniéndose cultivares híbridos de menor requerimiento de frío (50 a 400) y baja eliminación de hojas en invierno. Esto permitió que el cultivo se extendiera a zonas de clima templado como California, España, Argentina; el centro-norte de Chile, el norte de Australia, Perú y Marruecos, entre otros.
-Vaccinium virgatum (Rabbiteyeu ´ojo de conejo`) es originaria de la zona de Georgia (Estados Unidos). De ella provienen variedades de mediano requerimiento de frío (400 a 600) y largo periodo de flor a cosecha, las cuales se utilizan para producción tardía en zonas de clima templado.
Las plantaciones en Chile
El 90% de la superficie de arándanos plantada en Chile corresponde a variedades de la especie Vaccinium corymbosum, la que en general requiere de suelos sueltos con pH inferiores a 6,2 y con materia orgánica superior al 5%, según Walter Lobos.
Respecto a las temperaturas, las variedades tempranas (zona central y norte) son más sensibles a las heladas que las de alto requerimiento de frío invernal. Así, temperaturas inferiores a -1,5ºC suelen producir daño económico en floración y cuaja. Por el contrario, las variedades para la zona sur se resienten con temperaturas altas, mayores a 32ºC.
El 10% restante de las plantaciones nacionales proviene de la especie Vaccinium virgatum (Rabbiteye -´ojo de conejo`), donde destacan variedades como Brightwell, Ochlokonee, Powderblue y Overtime. De acuerdo a Raúl Olivares, su adaptación al territorio nacional es acotada, debido a que en el norte son muy tardías y en el sur suelen sufrir por las heladas.
Bajo control
Hay factores que no son determinantes para la adaptación del arándano y se pueden controlar, como por ejemplo la humedad, los nutrientes y la estructura del suelo.
-Humedad: El arándano requiere de suelos húmedos, aunque en algunas zonas las lluvias excesivas pueden provocar estragos. Afortunadamente, esto puede ser controlado a través de drenes u otros mecanismos que permiten evitar la acumulación de agua y la saturación del suelo.
- Nutrientes: En general, el arándano es una planta muy rústica que no requiere nutrientes en abundancia, pudiendo adaptarse bien a suelos pobres. Incluso los extrae en menor cantidad que otros cultivos como la frambuesa. Así, un déficit de irrigación o fertilidad, se puede corregir a través de un riego controlado.
- Estructura del suelo: Terrenos muy compactos no son favorables para la plantación de los arándanos, pues dificultan la captación de agua y nutrientes desde las raíces. Ante este problema, es posible recurrir a enmiendas, como aserrín. “Lo importante es que tenga un pH ácido (4,5 a 5,5) y una baja salinidad (Conductividad Eléctrica menor a 1.0). También está la opción de cultivar en sustrato, lo que es muy adecuado en zonas de malos suelos y buenos climas”, dice Raúl Olivares.