Dos partidos distintos. Demasiado diferentes. El duelo entre Christian Garín (106º) y Alex Michelsen (70º), por la segunda ronda del ATP de Múnich, estuvo claramente dividido en dos partes. La primera, pareja, con errores y aciertos divididos y un marcador apretado. La segunda, un paseo para el ariqueño, que ganó nueve juegos de 10 posibles en apenas 49 minutos.

Entre medio, la lluvia. Protagonista omnipresente en la semana en Baviera, las precipitaciones detuvieron el juego poco después de que el ariqueño había perdido la primera manga (dejó ir tres sets points en el tie break) y cuando, pese al quiebre conseguido al comenzar la segunda, estaba metido en un duelo enredado, con demasiados errores y con un desenlace difícil de prever.

Pero llegaron las precipitaciones y, al regreso, Garín era otro. Arrasó con Michelsen, le hizo sentir el peso de su pelota, su jerarquía y timbró una victoria por 6-7 (7), 6-2 y 6-1, que lo deposita en los cuartos de final del torneo que ganó hace un lustro.

“Estos partidos, en los que necesitas estar fuerte psicológicamente para ganar, le hacen muy bien a Christian. Ganar este tipo de partidos es muy bueno para él, que necesita encontrar buenas sensaciones para rendir mejor”, estima Macarena Miranda, extenista y directora del WTA de Colina.

Ahora, eso sí, tendrá un desafío bastante más complicado, pues este viernes, desde cerca de las 7:00 horas, estará el ídolo local Alexander Zverev (5º), que además de la diferencia de ranking llega con un día más de descanso, pues alcanzó a terminar su partido de segunda ronda el miércoles, antes de que el cielo se cayera.

“Ha tenido un buen año, pero todavía no puede llegar a una final. No digo que Christian vaya a ganar, de hecho juegan el 5 contra el 100 del mundo, pero Múnich es un torneo que siempre se le da bien a Garín. Va a ser un buen test, un rival apropiado para sentir en qué nivel está”, analiza Miranda.

“Garín sabe que estará ante el favorito, pero Zverev también lo conoce y tiene claro que, si está en un buen momento, Christian no es un rival fácil de ganar”, añade.

Y aunque la última vez que se midieron, en Roma 2022, ganó el germano en sets corridos, Garín no olvida que, también en cuartos de final, batió a Zverev en Múnich en 2019, en carrera hacia su segundo título ATP, en la que sería su primera victoria ante un top cinco (las otras fueron ante Daniil Medvedev en 2021 y sobre Casper Ruud en 2023).

“No es lo mismo que en 2019, cuando Christian estaba pasando por un momento increíble, pero ha ido de menos a más, está encontrando sus mejores sensaciones y, por lo que se ve, con buena confianza en su equipo, algo que siempre se le ha criticado, yo creo que injustamente, porque no es fácil estar afuera y tener que confiar en alguien como uno lo hace con su entrenador”, plantea Miranda.

En Bucarest, torneo aún más afectado por las lluvias —este jueves no se pudo completar siquiera la segunda ronda y cuatro tenistas tendrán que jugar dos partidos de singles el viernes—, Alejandro Tabilo (41º) ya conoció a su rival de cuartos de final.

Será el brasileño Joao Fonseca (276º), que con 17 años alcanzó por segunda vez los cuartos de final de un torneo ATP —lo logró antes en Río, cuando derrotó a Christian Garín— y que sigue dando muestras de madurez. El pleito se jugará cerca de las 7:30 horas.

En caso de ganar y meterse en su tercera semifinal de 2024, el zurdo volverá al grupo de los mejores 40 del mundo y hasta podría, dependiendo de los resultados en otros torneos, alcanzar el mejor ranking de su vida.