Se acabó la historia de Roger Federer con el tenis competitivo. En el torneo que él misimo creó, con su rival y amigo más entrañable al lado, enfrentando a un miembro de la “nueva guardia” que se asoma y con un público que se venía abajo con cada punto, el suizo dijo adiós de las canchas.

La derrota por 4-6, 7-6 (2) y 11-9 de “Su Majestad” junto a Rafael Nadal frente a los estadounidenses Jack Sock y Frances Tiafoe será una anécdota. Lo que todos querían ver era un poco más del talento suizo, ausente de los courts hace más de un año y que volvió para despedirse a lo grande, mostrando pincelazos de talento, pese a su falta de ritmo, a ratos notoria.

Más allá de la despedida de Federer, había un partido y Sock con Tiafoe se lo tomaron en serio, por el honor del equipo del Resto del Mundo. Apelando a la juventud y a su movilidad, pusieron en problemas a los veteranos europeos. En el primer set mantuvieron la igualdad, encontraron como punto débil las subidas de Nadal, que quedaba muy encima de la red, y robaron varios puntos así.

Pero la dupla “Fedal” se las arreglaba igualmente. Haciendo gala del talento que derrocharon en todas las canchas, la dupla puso en aprietos el saque de Tiafoe en el décimo game y le quebró, punto suficiente para ganar el parcial. Entre medio de todo, los cuatro brindaban puntos espectaculares que tenían extasiados a los asistentes en Londres.

El quiebre sufrido envalentonó a Tiafoe en el segundo set. El estadounidense salió fuerte y logró romper a Nadal, un break que no alcanzó a marcar mucha diferencia, ya que en el sexto juego otra vez fue quebrado. Todo esto bajo el gozo del público que celebraba todo, especialmente cuando estaba Roger involucrado. Incluso cuando fallaba, como en una devolución de saque que se fue muy ancha y que le sacó un ruidoso “nooo” al suizo. El relajo (más allá de que Sock azotó la raqueta cuando dejó una bola en la malla) dominaba: en un punto, Tiafoe cruzó a reconocer el intento de Nadal de marcar en un tiro por fuera de la red y abundaron las risas.

Sock y Tiafoe no querían una despedida rápida y forzaron el tie break, para ver si podrían mantener un rato más la magia en la cancha. Lo ganaron y llevaron todo a un match tie break, donde los norteamericanos, en una extensa definición, amarraron el partido.

Luego de eso, se desbordó la emoción en el O2 Arena londinense. El equipo europeo completo (con Nadal entre lágrimas) abrazó a Federer, quien no aguantó y rompió en llanto ante los aplausos del público que vivió en pie el último punto del cotejo. “Ha sido un día maravilloso. Les dije a los chicos que no estaría triste. Disfruté jugar una vez más. Esto era exactamente lo que estaba esperando, muchas gracias a todos”, expresó, emocionado.

La Laver Cup sigue hoy con cuatro partidos (Europa y el Resto del Mundo igualan 2-2), pero ya no estará Roger. “Yo solía gobernar el mundo”, comienza la canción “Viva la Vida” de Coldplay, una de las que se escuchó mientras Federer se despedía de todos.

Nada más certero.