Con una puntualidad casi británica, a las 07:32 horas, el cañón de la Escuela de Suboficiales del Ejército sonó para marcar el inicio de la fiesta atlética.

Desde ese momento, más de 30 mil inscritos se tomaron las calles de la capital y le dieron vida al maratón de Santiago, que vivió otro hito especial en su historia: cumplió quince años.

La fiesta comenzó con frío. Desde muy temprano, con los primeros rayos de sol, fueron llegando los corredores al Parque O’Higgins para afrontar una de las tres distancias dispuestas en la agenda.

La mañana estaba gris, pero los atuendos de los corredores le regalaron color a la fiesta que estaba por empezar.

La imaginación para las vestimentas no tuvo límites. Tampoco el pudor, en algunos casos. Hubo un cuanto hay: uniformes de equipos de corrida, de otros deportes, de equipos de fútbol, variopintos disfraces, prendas peculiares como faldas de ballet y un largo etcétera.

También personales. Por ejemplo Antonio Marshall, conocido como el “Forrest Gump chileno”, quien arrancó en la punta del último pelotón de los 21 kilómetros con una frondosa barba y un jockey, emulando el personaje que hizo famoso Tom Hanks.

“Este 2023 es un desafío distinto. Todos los años en los 42, esta vez 21. Es una motivación para todos los corredores a la vida sana, al deporte, a ser solidarios, empáticos, inclusivos y respetuosos también”, dijo Marshall, quien a su llegada se convirtió en uno de los más requeridos por otros corredores anónimos para grabar el momento tomándose selfies.

En el maratón hubo espacio para todas las personas y para todas sus metas. La mayoría lo hacía para bajar sus tiempos o terminar una distancia larga por primera vez, otros corrieron por razones más solidarias.

Así lo aseguraron personajes disfrazados con caracteres como Vegeta o Pantera Negra, quienes deciden llamar la atención intencionalmente “para generar conciencia de los niños con cáncer”, comentan.

El maratón coincidió, además, con el Día de la Madre, por lo que también se vieron varias pancartas y letreros dedicados a las mamás de los competidores.

La alegría desbordaba. Los únicos que no llegaron con sonrisas en sus rostros eran los que cruzaban la meta exhaustos y eran auxiliados por voluntarios, familiares y por otros corredores. Pasado el sofoco, llegaba la felicidad y todos, orgullosos, mostraban sus medallas conmemorativas que testificaron el logro de sus objetivos.

El maratón, cómo no, también tuvo un lado competitivo. Aparte del grueso de inscritos, había un grupo de élite que quería el triunfo y botar el récord masculino a la distancia, que estableció el keniata Luka Lobuwan en 2017, con un crono de 2.09:37.

Otro deportista de ese país, Joseph Kyengo Munywoki, quien se quedó con la victoria en Santiago (ver subtítulos), aunque sin la nueva plusmarca que vino a buscar.

De todas formas, una vez más se desnudó el poderío de ese país, cuna del maratón mundial.

Entre las damas pasó lo mismo, con Salina Jebet mirando a todos desde lo más alto del podio en el Parque O’Higgins.

Asimismo, el maratón sirvió como una suerte de examen masivo para revisar el que podría ser el trazado panamericano para Santiago 2023 y que, a falta de confirmación oficial, sería dos veces el recorrido de los 21 kilómetros.

“Tenemos un equipo técnico mirando todos los detalles. Estamos tranquilos respecto del desarrollo de esa competencia, así que nuestra presencia acá es más para ver la experiencia del evento”, detalló la directora ejecutiva de Santiago 2023, Gianna Cunazza.

Luego de casi seis horas, el maratón llegó al final y los resultados dejaron felices a la organización, igual como los corredores.

“Fue emocionante ver tanto entusiasmo en las calles, en la largada y en la meta. Esto fue una fiesta en el parque y también con la gente que se volcó a las calles”, expresó el vocero del Maratón de Santiago, Juan Luis Santelices.

Con el correr de las horas se fue apagando el bullicio, los corredores volvieron a sus hogares y la alegría del inolvidable maratón 2023 se guarda hasta el próximo año.

Los keniatas volvieron a demostrar su dominio en el maratón. Exceptuando la edición 2022, en que no tuvo representantes, desde 2014 que se imponen los maratonistas de ese país, y ayer Joseph Kyengo Munywoki no hizo más que extender la hegemonía.

Con un tiempo de 2.12:40, el deportista de 31 años se quedó con la prueba. Sin embargo, el crono no lo dejó muy contento: “La verdad es que quería bajar mi marca personal (2.10), pero estoy satisfecho de haber ganado. ¿La mayor complicación? El kilómetro 37, con los adoquines de Beaucheff”, reveló. Richard Kiprop Mengich y Douglas Chebii completaron el podio masculino.

En damas, en tanto, Salina Jebet, 36 años, fue la mejor con 2.36:02. “Me siento feliz de ganar, fue una buena carrera y el clima no me afectó, estaba parecido al de Kenia”, dijo. La chilena Johanna Rivas fue segunda y Rebecca Kangogo Chesir (Kenia), remató tercera.

La misión secreta de los chilenos era subirse al podio. Y lo lograron. En damas, Johanna Rivas dio la gran sorpresa: fue segunda y se metió en el medio del festejo de las corredoras africanas.

“Cuando pasé a una de ellas no lo podía creer”, reconoció la deportista de 39 años, que marcó un tiempo de 2.49:58 para ganar la plata. “No es mi mejor resultado, pero sí el más emotivo por ganarle a una keniata”, añadió Rivas, quien cumplió 20 maratones en su carrera.

En tanto, a Cristopher Guajardo le faltó casi un minuto para robar el bronce a Douglas Chebii. Terminó cuarto. “Ser el mejor chileno lo hace muy especial. Los últimos metros no dimensionaba lo que había hecho”, expresó el deportista, reconocido por ser uno de los guías de Cristián Valenzuela en el paralimpismo.

Guajardo se llevó el premio Érika Olivera al mejor nacional y ganó un millón de pesos. Rivas, en tanto, por quedar en el podio, cedió ese galardón a su compatriota Nicole Urra, quien remató cuarta.

Un largo conflicto de derechos entre la Corporación Maratón de Santiago y la Federación Atlética es el que impidió que los tiempos de los 42 kilómetros del maratón de ayer clasifiquen a eventos internacionales, como Santiago 2023 o París 2024.

Un problema que, según el presidente de la corporación, Fernando Jamarne, se podría resolver pronto. “Es una larga disputa con una sola persona. Pensamos que tendremos una solución a esto que afecta principalmente a los deportistas chilenos”, indicó.

La corporación espera que el próximo año, que coincide con la elección del directorio de Fedachi encabezado por Juan Luis Carter, finalice la disputa.

El problema afecta y lo refrendan los atletas. “Uno espera que el esfuerzo sea reconocido, pero ya sabíamos como era la situación”, apuntó Christopher Guajardo, mientras Hugo Catrileo abogó porque “se solucione el problema por el bien de los atletas”.

A diferencia de los 42 kilómetros, en que hubo predominio keniata, los 21 y los 10 kilómetros quedaron en manos nacionales. Para la media maratón, los vencedores fueron de la Araucanía: Hugo Catrileo, oriundo de Isla Huapi, marcó el nuevo récord de la distancia, con 1.04:12 y bajó en casi un minuto el registro anterior, mientras que la temuquense María José Calfilef, especialista en pruebas de pista y carreras con obstáculos, venció en damas con 1.15:39. Para los 10 kilómetros, los campeones fueron Diego Uribe (30:03) y Giselle Álvarez (35:06).

En la antesala, el ministro de Deportes, Jaime Pizarro, puso como objetivo personal bajar los 50 minutos en los 10 kilómetros. Lo consiguió: anotó 48:40. “Me sentí muy estimulado”, reconoció el secretario de Estado al llegar a la meta. Además, destacó la convocatoria. “Tener la opción de acompañar y compartir con los deportistas es muy valioso, más aún cuando se realiza en un espacio público”, comentó el exfutbolista.

Debido a la elección del Consejo Constitucional, el maratón retrasó una semana su fecha original, pero se topó con el Día de la Madre, situación que llevó a modificar los horarios de inicio para afectar lo menos posible el tránsito en Santiago. De todas formas, será algo a revisar desde las autoridades. “Trabajaré para que el próximo año no coincida con este día porque es innecesario. Esta debería ser una fiesta de toda la ciudad y hay gente bastante incómoda por la realización de la misma”, aseguró el gobernador Claudio Orrego, quien corrió los 10K.

Aunque los organizadores del maratón aseguran estar satisfechos con el Parque O’Higgins como punto central de la cita, reconoce que mantiene vivo el anhelo de retornar a La Moneda, donde la prueba tuvo su partida y meta entre 2008 y 2019. “Queremos volver y comenzaremos a trabajar y a reunirnos con las autoridades para ver la factibilidad de aquello”, indicaron en la corporación. Si bien aseguraron que la logística es más compleja y el espacio es más reducido que la elipse del Parque O’Higgins, el simbolismo del término en la casa de gobierno es un factor de peso para el regreso.