Debido al aciago año de Alejandro Tabilo (61°), las buenas son pocas y se celebran mucho. Así lo entendió el ‘1’ de Chile: tras un duro partido, “Ale” se tiró de espalda en la arcilla de la cancha 9 de Roland Garros y festejó, en el suelo, con su tradicional gesto de índices a las sienes.

En el partido ante el francés Arthur Cazaux (113°) tenía la ventaja del ranking, pero nada más. Tanto él como su rival viven un 2025 complejo (el chileno había ganado cuatro partidos; el francés, cinco), por lo que debutar firme en el segundo Grand Slam del año era imperativo para ambos.

Cazaux dio el primer golpe, ganando el set inicial con dos breaks consecutivos al final que revirtieron el quiebre de Tabilo en el segundo game. Después vino lo mejor del nacido en Toronto, quien se mostró más agresivo en su juego, presionando a su rival y logrando, con un buen nivel, llevarse los dos siguientes parciales.

Sin embargo, como un resumen de 2025, apareció la irregularidad de Tabilo, que aflojó la mano y cedió con facilidad el cuarto set. “Pasó que él entró muy bien, yo no tanto y como que bajé un poquito con la intensidad. Con los cinco sets, hay que pensar en el futuro también. Después del doble quiebre, me enfoqué en ganar mi saque para empezar el quinto sacando, traté de guardar un poco de energía y menos mal que funcionó”, analizó el nacional.

La apuesta resultó: en el octavo juego, Tabilo rompió para encarrilar el triunfo. Tras tres horas y 43 minutos de lucha, venció por 5-7, 6-3, 6-2, 1-6 y 6-4 y avanzó a la segunda ronda del torneo.

El triunfo es valioso por muchos motivos. Por primera vez en su carrera, el zurdo ganó un duelo en el cuadro principal de Roland Garros, celebró por primera vez desde el Masters de Montecarlo de abril, cuando venció a Novak Djokovic, y reapareció en el circuito tras parar por el edema óseo en la muñeca izquierda que lo tuvo fuera casi dos meses.

“Sabía que iba a ser un partido duro, él juega muy bien, encima también con el público, pero lo que me tenía tranquilo es que hemos metido mucho físico, hemos estado ahí preparando mucho esa parte, porque en estas semanas no pudimos jugar mucho tenis. La muñeca, ningún dolor y es increíble, hace tiempo que no jugaba sin dolor. Estoy feliz por eso y ojalá pueda seguir avanzando”, declaró Tabilo. Su próximo escollo asoma más duro que Cazaux: el australiano Alexei Popyrin (25°), a quien nunca ha enfrentado, pero sí tiene historial positivo de 3-2 ante jugadores chilenos.

La otra cara de la moneda la vivió Nicolás Jarry (147°). El desafío de enfrentar al crédito local Arthur Fils (14°) era alto y pese a perder dejó algunas sensaciones positivas, como que fue capaz de seguir en gran parte del cotejo el ritmo que imprimió el galo. Incluso, pudo llevarse un set.

Pero la cuenta terminó siendo negativa. En tres horas y 23 minutos, Jarry sucumbió ante Fils por 6-3, 6-4, 6-7(6) y 6-3. Un bajo índice de efectividad en su saque (64% de puntos ganados con su primer servicio y 52% con el segundo) y una alta cantidad de errores (104, entre forzados y no forzados) explican en parte el tropiezo del chileno.

Los Grand Slams siguen negados para Jarry: desde la segunda ronda del US Open 2023, cuando venció a Alex Michelsen, que no celebra en torneos grandes, sumando siete derrotas consecutivas. La caída no dolerá tanto en el ranking, porque en 2024 también cayó en el debut y ante un local, el siempre polémico Corentin Moutet. Sigue con vida en el cuadro de dobles, donde jugará con el brasileño Marcelo Demoliner ante el neerlandés Sander Arends y el británico Luke Johnson en fecha a confirmar, y luego lo espera el challenger de Birmingham, que abrirá su temporada sobre pasto.