Audax Italiano en la cima del torneo, con un partidazo en La Florida. Goles, lluvia y remontada en una noche inolvidable para los verdes.

“Estos son los partidos que hay que mostrar categoría, nos hicimos fuertes de nuevo en casa. Vamos paso a paso, cuando estás arriba todos te quieren bajar, esta era una final, si ganábamos cumplíamos nuestra tarea, hay que disfrutar este momento”, apuntó Leonardo Valencia, el emblema del nuevo líder del certamen.

A nivel estratégico, la jornada tuvo pasajes de alto vuelo, porque Jaime García le planteó el mismo diseño a Juan José Ribera, dejando sectores con duelos muy marcados, férreos, abundantes en rigor físico. En las bandas (Jorge Espejo y Leandro Díaz; Esteban Matus y Juan Figueroa) fue una guerra sin trincheras.

Huachipato pegó de entrada a través de un balón detenido que acertó Benjamín Gazzolo. Tardó Audax en acomodarse al trámite, pero cuando lo logró, promediando la media hora, hizo daño. El meta Rodrigo Odriozola evitó los tantos de Michael Vadulli y Espejo (dos veces) antes del empate de Germán Guiffrey, tras córner de Valencia.

Parecía que los “Tanos” tomaban el control, pero sufrieron despistes severos en las transiciones “acereras”, que tuvieron como actor a Cris Martínez, veloz y profundo. El zurdo gestó dos goles: habilitó a Leonel Altamirano primero y luego anotó de penal, después de armar un avance que terminó en infracción sobre Figueroa.

Audax, entumido por la lluvia, acusó el golpe, pero los cambios de Ribera le dieron un nuevo aire. Zapatazo del seleccionado Matus en el arco sur y volver a creer. Se fue expulsado Díaz, la visita se encogió y entró en pánico. Intentó sostenerse con dos líneas de cuatro, pero el conjunto sureño acusó la fatiga y defendió muy atrás. Fatal para un equipo que está blando defensivamente (recibió 16 tantos en las últimas cuatro jornadas).

Sobre la hora llegaron los penales de Santiago Silva a Matus y luego una mano torpe de Brayan Garrido, ambas acciones sentenciadas por la pegada infalible de “Leo” Valencia.