No le alcanza para ser indiscutido, pero a Ousmane Dembélé no le importa mucho. “No me interesa ser una estrella”, confesó en septiembre después de ganar el Balón de Oro. El francés, que ayer en Doha recibió la distinción The Best, que otorga la FIFA, se apropió de los galardones individuales que hasta hace poco hegemonizaban Lionel Messi y Cristiano Ronaldo.

El capitán argentino sí le entregó su preferencia en la papeleta y lo ubicó por delante de Kylian Mbappé y Lamine Yamal, mientras el portugués no sufragó.

Dembélé, cuya carrera fue lastrada por lesiones durante largos períodos, ahora cobra los réditos de Paris Saint-Germain (PSG), cuya temporada 2024/2025 —el periodo que considera el premio— fue incontestable.

“Quería agradecer a todos mis compañeros; el trabajo duro da sus frutos. Ha sido un año fantástico tanto individual como colectivamente. También quería agradecer a mi familia, al PSG, a su presidente y a su equipo. Agradezco al presidente de la FIFA y a todos los miembros de la FIFA. Estoy muy contento. Espero volver aquí el año que viene”, declaró el francés, el cuarto jugador que se apodera en simultáneo de ambos premios, siguiendo la fuella de CR7 (2016 y 2017), Luka Modric (2018) y Messi (2023).

El galo fue un futbolista diferencial desde que apareció en Rennes. Un informe de Statsbomb, plataforma de métricas, daba cuenta hace una década de sus registros, porque promediaba 5,5 regates por partido, superando por entonces a jugadores top como Messi, Neymar y Edin Hazard. Después vino su destape en Borussia Dortmund (50 partidos y 10 goles) y los vaivenes en Barcelona (185/40) antes de llegar a París (107/44).

“No me sorprende, porque casi siempre el que gana el Balón de Oro termina ganando The Best”, dice Néstor Fabbri, exzaguero que jugó cuatro años en la liga francesa, olvidando que el año pasados los cetros tuvieron distinto dueño (Vinicius se adjudicó el de FIFA y Rodri se quedó con el premio que otorga France Football). “Dembélé ha tenido una temporada muy buena en PSG, fue decisivo en la Champions y en l Ligue 1, es un premio merecido, además tampoco hubo alguien que sobresaliera mucho como cuando lo ganaban Messi o Cristiano, pero está bien otorgado”, agrega el trasandino.

Ivo Basay, quien también jugó en el torneo galo valora el repertorio del “Mosquito. “Tuvo el mejor año de su carrera, ni él sabe si es izquierdo o derecho, porque domina a la perfección los dos perfiles; define muy bien, jamás le pega al bulto del arquero. Su desmarque es notable, tira siempre esas diagonales que le veíamos al gordo Ronaldo, siempre desde fuera hacia dentro, y no al revés. Ahí fue clave Luis Enrique al ubicarlo por el centro, porque siempre jugó en la banda. El tema con Dembélé es que nunca ha podido tener tres años seguidos buenos por la lesiones que padece, ahora el Mundial 2026 será su gran prueba, y junto a Mbappé pueden ser letales”, asegura el “Hueso” Basay.

Luka Tudor, exariete, toma con pinzas la distinción. “No estoy tan seguro, el haber sido campeón de la Champions ayuda mucho, lo bueno es que este muchacho se consolidó después de tanto tiempo, es rapidísimo, tiene un freno impresionante y sale por los dos lados, domina ambos perfiles, se estabilizó. La tensión de estar en el Barcelona, las malas juntas, conspiraron contra él. Seguramente Luis Enrique lo ordenó, lo debe tratar con amor y firmeza, sabe llevarlo y lo mantiene a tope. Para mi, Mbappé y Harry Kane tuvieron mejor año, pero no ganaron la Champions”, cerró el exgoleador de la UC y la selección.