Corría 2022 y Guillermo Pereira, “Mito”, como él mismo pidió que le dijeran formalmente, tenía centenares de cámaras rodeándolo. El chileno era líder del PGA Championship y, en el hoyo 18, estaba a punto de ganar un major y convertirse, derechamente, en el mejor golfista de la historia de Chile.

Sin embargo, lanzó la pelota al agua en la última bandera y un doble bogey lo condenó: perdió incluso la opción del desempate y terminó tercero, que de todas formas es el mejor resultado de cualquier nacional en un grande.

El año anterior, también estuvo a un putt de un playoff por una medalla olímpica en Tokio, opción que se le escabulló con un “tallarín” en el hoyo 18.

No cabían dudas de que era un golfista de élite. Tanto, que el poderoso LIV fijó los ojos en él y en 2023 ya era un activo miembro del circuito rebelde. Ese año, ganó más de 10 millones de dólares en premios y su futuro solo mejoraba día a día.

Pocos años más tarde, “Mito” perdió su tarjeta del circuito saudita y desapareció de la actividad por completo. “No está entrenando, no sabemos de él”, cuenta un golfista del medio.

Su estatus incluso ha sido comentario en medios internacionales. En el podcast español Play Golf, el mexicano Abraham Neme aseguró que Pereira, que este año cumplió recién 30 años, está meditando su retiro del golf profesional.

“‘Mito’ Pereira tenía un número en la cabeza de las ganancias que debía obtener cuando era jugador del PGA, decía que con ocho temporadas sumando más de un millón dólares ya podría retirarse tranquilo. Pero como se fue al LIV, ya juntó esa cantidad en el banco y es probable que hayamos visto lo último de ‘Mito’ en el golf”, sostuvo el especialista en uno de los episodios del programa.

Lo cierto es que en sus tres temporadas en el circuito financiado por el gobierno saudí, Pereira acumuló más de US$ 17 millones, además de los cuatro millones que recaudó durante su paso por el Korn Ferry y el PGA Tour.

Suficiente para vivir tranquilo.

Un tema clave es que Pereira purga una sanción establecida por el PGA que le impediría disputar cualquier circuito tutelado por ellos (incluyendo el Korn Ferry Tour, en el que tendría derecho ganado como excampeón), lo que le forzaría a buscar alternativas bien lejos de casa.

“Tendría que ir al Tour Asiático, jugar en Australia o en Japón, y no sé si está dispuesto a eso”, cuenta un golfista del circuito local.

De hecho, Pereira es padre de León, que nació en junio del año pasado, lo que le cambió totalmente la manera de enfocar su carrera. Ya en 2024 optó por prácticamente no jugar fuera del LIV, ni siquiera para buscar puntos para clasificar a los majors, para privilegiar su vida familiar.

“Acabo de ser papá, no estoy en el minuto de mi vida para viajar por todo el mundo. Ser papá cambia mucho la vida de cualquiera. Es lo mejor que me ha pasado en la vida y te hace ver la vida de otra perspectiva, las cosas que realmente importan”, decía en una entrevista en estas páginas en 2024.

Tampoco juega en casa. Este jueves, en el Country Club, comienza el tradicional Abierto de Chile, en el que no estará Pereira.

“Nos dijeron que está lesionado, que parece que debe operarse, pero no hemos podido hablar con él”, admite alguien vinculado a la organización del torneo. Tampoco estuvo en Los Leones, el club en el que se formó, ni en el Abierto del Club de Polo, en el que solía entrenar en sus últimas visitas al país.

“No lo he visto entrenar, tampoco es bueno para responder el WhatsApp”, cuenta un golfista, mientras que otro admite que “conversé con un jugador que estuvo con él, pero no hablaron nada sobre un posible retiro, solo de que estaba lesionado”.

No sería, eso sí, la primera vez que Pereira cuelga su bolsa de palos por largo tiempo. Cuando era un adolescente, a los 15 años, era la gran promesa del golf chileno, partió a la reputada academia de David Leadbetter en Estados Unidos, pero finalmente la presión fue demasiada y terminó renunciando al deporte.

Tardó dos años en volver, sin tomar un palo de golf siquiera, e iniciar una carrera que lo llevó al PGA Tour y a rozar la gloria en el PGA Championship.

“Quizás ‘Mito’ decida dejar el golf ahora, después de perder la tarjeta del LIV, pero cuando su hijo esté más grande, vuelva a jugar para mostrarle lo que hacía el papá. Se me ocurre, aunque no he hablado con él”, dice un golfista que suele compartir fairways con Pereira.

Él, por ahora, mantiene el silencio.