Desangrándonos: la Roja en las eliminatorias
Emocionalmente, la tarde del 10 de septiembre de 2024, luego de la derrota con Bolivia en Santiago, Chile quedó eliminado, porque se entendió que el margen de maniobra era mínimo y los argumentos escasos.
Desangrándonos
La noche húmeda y cálida de Asunción testifica el festejo de Paraguay, que derrotó 1-0 a Chile, en un partido áspero, cerrado, con escasas situaciones de riesgo en ambas porterías. La alegría del “Defensores del Chaco” contrasta con la retirada en silencio de los futbolistas de la Roja, que, en su intimidad, entienden que la opción de tomar el séptimo lugar de la tabla de posiciones de las eliminatorias a la Copa del Mundo, que da derecho al repechaje, se aleja casi de manera definitiva.
La selección chilena fue competitiva, no la superaron en el trámite o al menos fue capaz de equilibrar el juego, pero como sucedió en Santiago ante Colombia (0-0), Paraguay (0-0) y Brasil (1-2) o en la derrota con Ecuador en Quito (0-1), o el empate sin goles con Perú en Lima, no tuvo la jerarquía para dar el salto de calidad que las circunstancias demandaban.
Lo anterior no significa que Chile tendría que estar en el grupo de los clasificados. Sin embargo, la sensación es que en este ciclo hubo espacio suficiente para estar más arriba y no mirar desde la última ubicación la tabla de posiciones al finalizar la jornada 13.
Hace un año, en la fecha FIFA de marzo, con la victoria sobre Albania y una apretada caída con Francia, el nombre de Ricardo Gareca contaba con una inédita unanimidad. No se escuchaba ninguna voz que lo cuestionara. El péndulo de los resultados se comenzó amover en la Copa América con la marginación en primera ronda, donde Chile no anotó y casi no remató al arco.Venía la reanudación de las eliminatorias y los tres puntos con Bolivia estaban en el bolsillo.
El problema es quesufrimos un ignominioso 2-1 en Ñuñoa. -----------Emocionalmente, la tarde del 10 de septiembre del año pasado Chile quedó eliminado, porque se entendió que el margen de maniobra era mínimo y los argumentos escasos.
Hoy, la figura de Gareca cayó en el descrédito total y cuesta hallar a quienes lo exigían casi con rabia. En esta pasada, el directorio que preside Pablo Milad escuchó la voz del pueblo y de la crítica. Esta gestión no se le puede reprochar al curicano y su directorio, porque les dieron el gusto a las redes sociales. En el análisis, su último paso por Vélez Sarsfield fue considerado un accidente y no un antecedente.
En rigor, el directorio y los promotores de Gareca se fueron por un pensamiento mágico. Si le fue bien en Perú, en Chile la historia sería coser y cantar. No investigaron en su estilo. El grueso del plantel estaba acostumbrado a la metodología de Eduardo Berizzo, que otorgaba seguridad a los futbolistas. Bien o mal, el jugador internacional chileno se acostumbró a un sistema de trabajo intenso, donde no se le dejan detalles al azar. Nuestros futbolistas requieren una banca que les otorgue seguridad en todos los aspectos o bien que los traten con el látigo. Gareca no está en esas escuelas.
Casi en el despeñadero, la situación ante Ecuador es límite. Con frialdad, en el análisis individual, un triunfo de Chile es muy complejo. Es necesario ponerse en un escenario adverso. ¿Qué hacer? Seguir con el entrenador hasta el cierre, decirle a los históricos muchas gracias, pero se acabó. Armar un equipo con jugadores menores de 32 años y esperar, además, un gesto de Pablo Milad. Su gobierno no da para más.

Danilo Díaz
es un comentarista, periodista deportivo y escritor chileno. En 2009 obtuvo el premio de Premio Nacional de Periodismo Deportivo de Chile.