Daniel Schapira, segundo máximo accionista de Azul Azul: “Esto es chiste, una burla, y espero que no termine en una multa”
“Nos han perjudicado y tomaremos acciones legales”, dice el empresario. “A mi juicio es una venta fraudulenta”, reclama. “Compré poco más del 20% en US$15 millones y ahora tienen el control por US$5,7. Mi parte vale nada”, añade. Espera que la casa de estudios se sume a las acciones legales.

Daniel Schapira suena indignado. Es el segundo máximo accionista de Azul Azul (22%) detrás del Fondo de Inversión Privado (FIP) Tactical Sports, que tiene 63%. Este último pasó a ser controlado por Michael Clark el pasado 13 de diciembre: a través de Inversiones Antumalal pagó a Sartor US $5,7 millones por el 90% del FIP.
“Es un chiste, una burla. Imagínese que compré el veintitanto por ciento de Azul Azul en casi US$ 15 millones, ¿y ahora Clark controla el 64% pagando solo US$ 5,7 millones? Me daña, y aunque da lo mismo lo que valga la acción de Azul Azul, pues casi no se trata, mi parte vale nada”, declara.
Y sigue. “Esto es un abuso de posición, un abuso de poder. Espero que las instituciones funcionen, como la Comisión de Mercado Financiero (CMF), pero vamos a estudiar acciones legales, nos sentimos perjudicados y heridos”, dice.
—¿Cómo calcula el daño?
“Lo estamos trabajando con nuestros abogados y ellos indicarán el camino. Hoy la CMF dijo que se han cometido arbitrariedades, que no se informó, que no hubo OPA (Oferta Pública de Acciones) ,aunque se está comprando a un fondo de inversión y no se está comprando acciones de Azul Azul, pero se compró el control, eso pasó, se compró el control de Azul Azul y tenía que haberse hecho por el procedimiento regular que es una OPA, tal como se hizo cuando ellos compraron a Carlos Heller la parte que tienen. Hoy están haciéndolo a la desesperada, porque se está desgranando el choclo, lo de ellos se está cayendo todo a pedazos y están arrancando como puedan”.
—¿Ustedes podrían demandar una indemnización?
“Ese es un camino, pero los abogados lo están estudiando. Mientras, hay que esperar tres días (martes) para ver la respuesta y el pronunciamiento de la CMF. Pero vamos a tomar acciones legales”.
—De brazos cruzados no se quedará.
“No. Todos los accionistas, los minoritarios también, se vieron perjudicados. Se les ha metido la mano en los bolsillos, es la verdad”.
—Si vendía vía OPA...
“Nosotros participábamos, claro”.
—Pero Sartor elige a quién le vende, y al precio que vende, ¿no?
“Sí, pero mire. En el tema inmobiliario cuando usted compra una vivienda a diez y la vende a uno, se genera una lesión enorme, eso se llama venta fraudulenta. Desgraciadamente, en el tema de las acciones ese tipo de figura no existe, pero existen otros. Pero es evidente. Esto es, a mi juicio personal, una venta que es fraudulenta y es un camino que voy a investigar. Ellos pagaron US$ 15 millones a Heller por el 63%, y ahora están vendiendo en poco más de 5 millones , alguien pierde nueve y nadie dice nada. ¿Y por qué nadie ha dicho nada? Pues son los mismos. Sartor le vende a Clark y él es Sartor”.
—Era miembro del directorio de Sartor.
“Era director y más, son amigos. Yo creo que fue una venta fraudulenta”.
—Pero el que pierde vendiendo barato es Sartor, ¿no?, quizás para recaudar fondos para la crisis en la matriz.
“Están desesperados por salirse, por desaparecer. Y si mañana llega una intervención, van a empezar a aparecer nombres y esto se va a empezar a desmoronar”.
—El panorama para el club no es bueno.
“Lamentablemente”.
—Pero todo puede terminar en una multa de la CMF.
“Sí, pero eso sería lo peor. A mí no me gustaría que esto quede solo en una multa. Quiero que haya un cambio, hay que obligarlos a que salgan, que vendan, que dejen el control de la institución. Abusan de su poder. Hacen lo que quieren. Esa es la verdad. Imagínense que ni siquiera le informaron al directorio la venta que hicieron el 13 de diciembre. ¿Qué informan entonces? Nada. Un chiste”.
—Poco pueden hacer si no tienen los votos ni aun sumando a la Casa de Estudios: pierden 4 contra 7.
“No, no los tenemos, pero la universidad tendrá algo que decir. La Casa de Estudios debería hacerse parte de cualquier querella o acción judicial, al igual que los accionistas minoritarios”.

Antonio Valencia
es redactor de Deportes El Mercurio.