Naval se empeña en recuperar la gloria
Hinchas del club que alguna vez fue de la Armada y que desapareció en 1991, refundaron la institución que, después de años de penurias y recesos forzados, hoy pelea el ascenso en la Tercera B presididos por un histórico del club, Edógimo Venegas. "Ahora nos toca subir", dice.
“Cuando empecé tenía el pelo negro y ahora es totalmente blanco”, relata Edógimo Venegas, presidente de Naval e histórico jugador del club en la década de los 80.
El dirigente alude a las enormes complicaciones que vivió el histórico club para volver a la vida, luego de cinco años en receso y del que recién volvió en 2022, en Tercera B, división de la que estuvo a punto de salir en los años pasados (llegó a la liguilla pero no logró los pasajes) y que hoy lo tiene sublíder e invicto en el Grupo Sur luego de seis fechas.
Y aunque tiene el mismo nombre, los mismos colores y hasta el mismo escudo, no es el mismo club que se llenó de glorias navales en su rica historia y que ayer cumplía 80 años de existencia. El mismo que jugó los Juegos Olímpicos de Helsinki representando a Chile; el mismo que vio el nacimiento de la chilena, en los pies de Ramón Unzaga; el mismo que estuvo más de dos años sin perder en su estadio, El Morro. “Somos el club con la mayor historia. Colo Colo podrá tener muchos títulos, pero lo que conseguimos nosotros no lo tendrá jamás”, dice Venegas.
El exzaguero fue compañero, entre otros, de Marcelo Pacheco, Óscar “Jurel” Herrera, Juan Soto, Jorge Aravena y Óscar Arriaza. “Teníamos ocho seleccionados”, rememora.
Naval fue quinto del torneo dos veces (1981 y 1982) y finalista de Copa Chile en 1983, hasta que en 1991, justo cuando el cuadro eludió el descenso a Segunda, la Armada decidió cerrar la llave y clausurar la institución para siempre.
Ese mismo año, el club Los Náuticos, creado por los desolados hinchas navalinos, participa en el torneo de Tercera División. En la temporada siguiente, cambiaría su nombre a Deportes Talcahuano, que incluso ascendió a Primera B y jugó una liguilla por el ascenso, hasta que en 2004 volvió a ocupar el nombre Naval, justo antes de volver al amateurismo.

Incluso fuera del cobijo de la Armada, en los años 2000 Naval jugaba a estadio lleno en El Morro. Hoy, el club busca recuperar el impacto. Foto: Víctor Salazar.
Por esos años, destacaron jugadores como Cristián Oviedo, Erwin Concha, Sandro Navarrete y el goleador histórico de la nueva institución, Elton Troncoso (69 anotaciones).
Después de la conversión a sociedad anónima, la escuadra “chorera” ascendió a Primera B, pero después de cinco temporadas volvió a caer hasta hundirse definitivamente en 2017, castigado por deudas y sin poder jugar torneo alguno hasta 2022, cuando de nuevo fue aceptado en Tercera B.
“Tuvimos que luchar para que volviera a vivir. Nadie nos quería recibir y tuvimos que hacer un proceso grande para que la gente y las empresas recuperaran la confianza, y hoy tenemos vendida la camiseta y el pantalón”, se enorgullece Venegas.
La Armada ya no tiene nada que ver con la administración ni el financiamiento del club (“hasta nos han pedido el uso del nombre que tenemos registrado”, dice el timonel), que sigue intentando recuperar esa historia que se construyó en ocho décadas.
“Golpeamos puertas y hemos recuperado la imagen, estamos trabajando ordenadamente para tener un equipo que sea profesional, que no tenga deudas y dándoles la oportunidad a los jóvenes de la zona. algunos que trabajaban en la feria, otros que recogían latas. Han sido los años más terribles de mi vida, pero es una promesa que le hice a mi madre...”, cuenta Venegas.
El pasado fin de semana, los “choreros” fueron a Parral a vencer a Buenos Aires por 3-2, con lo que escalaron a la segunda plaza (dos clubes por grupo y los mejores terceros clasifican al octogonal), manteniendo el sueño firme del ascenso.
“El plan era a tres años y ahora nos toca subir. Si no, al menos quien llegue tendrá un club saneado”, promete Venegas.
La otra gloria (de) Naval.

Héctor Opazo M.
es coordinador de Deportes El Mercurio. Periodista de la Universidad de Chile, participó en la cobertura de los Juegos Panamericanos de Toronto 2015 y en los JJ.OO. de Río 2016, entre otros eventos.