Para repasar y martirizarse. Huachipato la dejó pasar. Por momentos agigantado en el juego, pero frágil en la pegada final, enclenque para rematar y darle consistencia a su dominio.

“Un poco amargo el sabor, tuvimos las ocasiones más caras de gol, ellos jugaron a defenderse y a la contra, pero igual se suma y seguimos luchando, esto sigue”, valoró Benjamín Gazzolo.

El equipo sureño sacudió desde el inicio a The Strongest. Manejó la pelota, la movió de un lado a otro, puso sus laterales bien altos, fue profundo y generó repetidas ocasiones. Cris Martínez (2), Felipe Loyola, Julián Brea, Imanol González y Maximiliano Rodríguez postularon a vencer al meta Guillermo Viscarra.

Acertadísima la faena inicial de los volantes Gonzalo Montes y Jimmy Martínez, con el soporte serio de Claudio Sepúlveda, detectando los espacios libres y eligiendo bien el destino del balón para deformar a un rival hundido desde el inicio, que apenas fue capaz de articular un solo contraataque, elevado increíblemente por Adrián Jusino.

Pero este cuento se valida a través de los goles y el campeón chileno no tuvo pegada ni fortuna en el área rival.

La segunda parte siguió, algo más espesa, en la misma tónica, con el agregado de Sebastián Saéz, bien cerca de Rodríguez y Martínez, casi como un triple 9. El “Sacha” tuvo la llegada más diáfana, pero falló en el área chica (73’), justo antes del declive del local, que acusó desgaste mental para seguir machacando.

Sanguinetti apostó a sacudir la inercia con los canteranos —Maxi Gutiérrez, Ampuero y Oyarzún—, pero no hubo caso. El empate estaba escrito. Huachipato peleó como un titán, pero olvidó las balas. Lidera su grupo pero la ruta es espinuda, cerrando con salidas a La Paz y La Plata.

“No hay demasiado para hablar, hubo un solo equipo en el campo que intentó ganar el partido, tuvimos 10 o 12 ocasiones para convertir, de esos partidos que puedes jugar toda la noche y no lo ganábamos; agradezco el esfuerzo de los muchachos porque se hizo todo para ganar el partido”, lamentó el "Archu".