Santiago de Chile.   Mié 08-05-2024
6:07

Buen jugador, ¿buen DT?

Xavi sabe que no ha estado a la altura. Ya anunció que al término de la liga se irá de club y de verdad no muchos cuestionaron la decisión. El exvolante dejó de ser el alegre director de orquesta para convertirse en un amurrado y fastidiado DT que todo lo siente como un ataque personal.
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Sergio Gilbert22 de abril, 2024
Si fuera una ciencia exacta, si el cabal entendimiento del juego asegurara el éxito, si dos más dos siempre sumara cuatro, el fútbol no sería ni la mitad de lo apasionante que es.


Es cierto. Hay otros deportes que cultivan seguidores en base a las certezas numéricas (como el básquetbol) o las características técnicas de los implementos (como el automovilismo). Pero en nivel de incertidumbre que tiene el fútbol es lo que hace que sea una actividad seductora para la mayoría.


Está claro que el juego —como actividad recreativa— llama la atención si no se saben de antemano los resultados en forma inequívoca.


Y uno de aquellos elementos impredecibles en el fútbol es proyectar si un buen futbolista podrá ser del día de mañana un entrenador de nivel.


No hay manera de hacer esa apuesta y el tema puede ser de suyo interesante a partir de la experiencia poco feliz de Xavi Hernández como adiestrador de Barcelona.


Nadie puede negar que Xavi, en su rol de mariscal de campo de “Pep” Guardiola, apuntaba a convertirse en DT. El volante no solamente tenía un talento natural en el juego, sino que era el que ordenaba, dirigía y establecía la visión técnica en el equipo catalán.


Cuando Xavi se retiró, solo había una duda: cuánto tiempo pasaría para convertirse en el entrenador de Barcelona, siguiendo la línea de sucesión virtuosa conformada por Rinus Michels, Johan Cruyff y Guardiola.


Fueron, al final, tres años los que hubo que esperar para este inminente reencuentro.


Luego de su paso por el equipo Al-Saad de Qatar entre 2019 y 2022, y ante el llamado desesperado del club catalán que estaba pasando por un momento de cierta mediocridad (Ronald Koeman no dio el ancho como DT) Xavi se sintió listo para asumir el desafío.


Pero su estancia no fue la esperada. Pese a ganar la liga española 2023, su Barcelona ha estado lejos de ser un equipo consistente, especialmente a nivel europeo.


Xavi sabe que no ha estado a la altura. Ya anunció que al término de la liga se irá de club y de verdad no muchos cuestionaron la decisión. El exvolante dejó de ser el alegre director de orquesta para convertirse en un amurrado y fastidiado DT que todo lo siente como un ataque personal.


Su caso, si bien llama la atención, no es único.


Jugadores brillantes de la talla de Pelé y Diego Maradona no lograron hacer mucha historia en las bancas. El brasileño ni lo intentó y el argentino infló su curículum con experiencias poco trascendentes.


En Chile también hay ejemplos exactos con Carlos Caszely (nunca pensó en ser DT) y Elías Figueroa (tuvo un par de experiencias de tono menor).


Contrariamente, jugadores apenas normales o incluso sin gran trayectoria, han entrado a la élite por la vía de la transformación hacia la labor técnica.


¿A qué se debe eso? ¿Hay una explicación lógica y definitiva?


No la hay. Por eso nos gusta tanto el fútbol.


Sergio Gilbert

es periodista titulado en la UC, especializado en fútbol. Profesor universitario y redactor en El Mercurio. En Twitter: @segj66

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