Santiago de Chile.   Vie 03-05-2024
19:00

En las fiestas de cumpleaños, el “King” se queda con el festejo más grande

En medio de los aniversarios de Colo Colo y Universidad Católica, los aplausos se los llevó Arturo Vidal: el volante albo demostró su jerarquía y, además, anotó el único gol de la tarde. Los cruzados quisieron cambiar la historia sumando muchos delanteros, pero la resistencia de Fernando de Paul fue más poderosa.
Foto: Photosport
Raúl Neira20 de abril, 2024
En el fútbol, sobre todo en los clásicos, está prohibido fallar. Pestañear es un descuido que se paga caro. Dudar no es un verbo a conjugar.

Universidad Católica falló, pestañeó y dudó.

Luego de un lateral en la banda izquierda de la zaga cruzada, Gary Kagelmacher y Agustín Farías optaron por reclamar que había dos pelotas en el campo y mientras tanto Marcos Bolados apuraba el saque hacia Guillermo Paiva.

El resto es libro escrito: el paraguayo, que recibió sin marca, devolvió la gentileza y Bolados centró hacia el área, donde apareció Arturo Vidal para dirigir la bola al segundo palo de Thomas Gillier. Cuando Farías intentó reaccionar y marcar al “23” albo, era demasiado tarde.


El “King” ya había hecho lo suyo con una jugada que ha caracterizado su impecable hoja de vida: arrancando desde atrás, rompiendo líneas y apareciendo por sorpresa.

Fue el único tanto de una jornada rehabilitadora para Colo Colo. Los albos venían golpeados por tres derrotas en fila y necesitaban volver a las sonrisas para retomar con buen ánimo su participación en la Copa Libertadores.

Ganó bien el equipo de Jorge Almirón, porque sacó ventajas de un primer tiempo muy afinado: sin problemas defensivos —a excepción de los primeros minutos cuando Daniel González y Gonzalo Tapia estuvieron cerca de romper la monotonía—, punzante en el ataque y con personalidad en la zona media.

La UC perdió demasiados minutos en interpretar bien lo que ocurría en la estropeada y pintada cancha de Independencia, superficie que hace imposible jugar a buen nivel.

Tiago Nunes erró en la lectura inicial, ubicando a Aaron Astudillo en la banda derecha, y sus jugadores fallaron todavía más en cesiones que parecían sencillas. Cuando el DT reaccionó, bien entrado el segundo tiempo, los cruzados mostraron otra cara.

Fue arriesgada la propuesta: dos zagueros (González y Kagelmacher, que terminó fundido de tanto subir en busca de mejor suerte), Farías para las coberturas y de ahí en más solo elementos con vocación ofensiva.

Con el empuje de 12 mil gargantas en las tribunas, la UC fue copando todos los sectores. Con el pundonor de Fernando Zampedri, las corridas de Gonzalo Tapia y Clemente Montes, más alguna pincelada de César Pinares, arrinconó a los albos —que a esas alturas habían reservado a varios soldados para la batalla del martes con Alianza Lima— y Fernando de Paul se transformó en protagonista.


Montes pasó por donde no había espacio y remató abajo, arrastrado, y el portero argentino nacionalizado chileno atrapó con seguridad. Un cabezado del “Toro” que se colaba también fue despejado por el guardián. Nuevamente Montes, esta vez con un remate desde fuera del área, hizo creer a los franjeados que el empate era posible.

El “Cacique” aguantó y se quedó con la recompensa. En medio de los cumpleaños de ambas instituciones, el club que está a las puertas del centenario tuvo su mejor regalo. La UC, que hoy conmemora los 87, se quedó con la amargura de una celebración que no pudo ser, porque llevó el pastel y no apagó las velas.

Nunes pierde el invicto después de tres partidos, resultado que puede ser, quizás, una anécdota al lado de otros problemas más espinudos: no tiene un relevo de Guillermo Soto y necesita, con urgencia, buscar un buen campo de fútbol. En Santa Laura hasta el pase más fácil cuesta un montón, convirtiéndose en un rival más para la idea futbolística cruzada.

LAS CLAVES TÁCTICAS QUE DEFINIERON EL CLÁSICO


La zona media
¡A diferencia de los partidos anteriores, Colo Colo no actuó con dos especialistas por las bandas, sino con uno (Marcos Bolados). La apuesta, exitosa, tenía por fin potenciar el mediocampo. Vicente Pizarro fue el auxilio de Esteban Pavez en la recuperación y, así, Arturo Vidal no tuvo que desgastarse en trabajos defensivos, moviéndose casi siempre en función de ataque. La movilidad de Leonardo Gil ayudó a que la zona media de la visita fuera más potente que la cruzada.

Aravena no apareció
La llegada de Tiago Nunes no torció la ubicación de Alexander Aravena, porque se sigue moviendo por la izquierda, pero hay algo que no le está permitiendo rendir de la mejor manera. Desenfocado, alegando más que jugando, el “Monito” —de lo más capacitado que tiene la UC en ataque— no pudo gravitar pese a que en la marca estaba Bruno Gutiérrez, el suplente de Óscar Opazo, de pocas apariciones en la estelaridad. Cuando entró Clemente Montes, ahí sí hubo desborde y peligro.

Juego por las bandas
En el formato original de Nunes, la idea es que los laterales formen asociaciones con los volantes abiertos. Guillermo Soto lo hizo bien con César Pinares, pero Aaron Astudillo, su reemplazante, jamás pudo juntarse con el zurdo y, con esto, la UC fue perdiendo fortaleza. Por el otro lado, la presencia de Bolados obligó a Alfonso Parot a estar muy atento, negándole siempre el desdoble ofensivo y la cercanía con Aravena. Cristián Cuevas ingresó con aire fresco y tuvo mayor presencia en el ataque.




Raúl Neira

es redactor de Deportes El Mercurio y especializado en fútbol. Con más de 25 años de carrera, cubrió la Copa Confederaciones de Rusia 2017, la Copa América de Chile 2015, copas Libertadores, sorteos y partidos clasificatorios a la Copa del Mundo.

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