La Universidad de Concepción era, hasta ahora, uno de los pocos clubes ajenos al desembarco de las sociedades anónimas en el fútbol. Pero eso se acabó. El “Campanil” fue concesionado por 25 años y el nuevo dueño es un acaudalado hombre de negocios emiratí Rimoun Hanouch, que presidirá al equipo a más de 14 mil kilómetros de distancia.

Acordó pagar por el club de fútbol de la casa de estudios cerca de US$1,5 millones. La U de Conce mantendrá dos de los siete asientos en el nuevo directorio. No recibirá, como lo hace la Universidad de Chile de parte de Azul Azul, ningún peso por el uso del nombre ni del emblema universitario.

¿Cómo llega un emiratí a un pequeño club del sur de Chile? “Por Marcelo Rosas, él lo trajo a Chile”, comentan conocedores de la operación.

Rosas es periodista y gerente deportivo. En los últimos laboró para la Corporación Santiago 2023. Antes trabajó, entre otros clubes, en Barnechea, Palestino y Unión La Calera. Los oferentes argentinos que perdieron la puja por el “Campanil” acusaron que detrás de todo el negocio esta Christián Bragarnik.

—¿Es así, Rosas?

“No, y eso que han divulgado me trajo problemas. Trabajé en La Calera dos años, pero esto no tiene nada que ver con Bragarnik, a quien en dos años vi una sola vez en una reunión por Zoom. También trabajé en Palestino y Deportes Temuco. Pero reitero, acá no hay ningún vínculo con Bragarnik. Es fácil enlodar diciendo que Bragarnik está metido. Sin ir más lejos, el rostro de ellos (el otro oferente que perdió la licitación) era el jugador Matías Rodríguez, que su últimos dos años jugó en Defensa y Justicia, club controlado por Bragarnik. Tratan de hacer el nexo con nosotros cuando son ellos mismos los que lo tienen”.

—¿Y de dónde sale Hanouch? No se le conoce ninguna cercanía con el “Campanil”.

“Somos amigos desde 2018. Tengo pasaporte suizo, voy regularmente y unos amigos de Europa lo conocían, coincidimos con Rimoun en eventos sociales, empezamos a conversar temas de fútbol. Después vino a Chile, fuimos a varios lugares, a Valle Nevado entre ellos, y acá él también tiene amigos abogados chilenos. Con el fútbol yo más que nada pensaba seguir mi carrera de director deportivo en Emiratos. Nunca nos habíamos planteado el tema en un club, y recién el año pasado empezamos a ver posibilidades en Austria o en Portugal, pero allá son otros precios, hasta que acá se hizo público que querían vender o concesionar la U de Conce: se lo planteé, le interesó y empezamos”.
—Hanouch es gerente del rubro automotriz, nada que ver con fútbol.

“Sí, por años ha trabajado en temas automotrices como gerente en Emiratos, así hizo su fortuna, pues comprenderá que los sueldos que pagan allá… y como parte de su trabajo empezó a generar los sponsors de marcas de automóviles en equipos de fútbol de Emiratos. Después armó circuitos de ex-jugadores de fútbol y el grupo empresarial con el que trabaja ahora, Al Massood, que es uno de los más ricos de Medio Oriente, hizo el tema de la Juventus Academy allá. Le conté lo de la U de Conce y se interesó. Tiene mucho más interés en vincularse con la región también, porque hay un tema más empresarial, digamos, de poder desembarcar en Chile con otros rubros. Su intención no es solo concentrarse en el fútbol. Por ejemplo, Petrobras la compró una empresa saudí, y el grupo empresarial en que está ahora tiene negocios de todo tipo, inmobiliario, industrial, etc., y la idea es ampliar la malla de negocios en la región”.

—Será un presidente a distancia.

“Sí, pero vendría a Chile su hijo a ser parte del directorio y a supervisar todo. Yo seré el gerente deportivo. La estructura administrativa se está armando”.

—¿Y el proyecto deportivo?

“Armar un plantel competitivo para volver a Primera División, un plan de fútbol formativo y otro de vinculación con la comunidad universitaria. Sobre el plantel, entre ingresos por TV y sponsors no alcanza, da un déficit de US$300 mil al año. Ese monto será la primera inversión”.