¿Listo para la foto? La sensación de que Cobresal está más cerca de su segunda corona en la máxima categoría, después que Colo Colo y Huachipato fueron incapaces de ganar como local sus partidos pendientes (empates ante Copiapó y Palestino, respectivamente), se propaga.

“Estábamos con el zapping en los dos partidos y quedamos contentos con ambos resultados, porque como que la tabla se paralizó. Copiapó apostó a jugar golpe por golpe en el Monumental y al final lo pagó. A ratos hay que ser más cautos, pacientes, hacer un partido inteligente, que es lo que trataremos de hacer ahí (el sábado 23 de septiembre). Colo Colo pasa turbulencias y se nota. Serán determinantes los tres próximos partidos –ante el Cacique, Palestino en El Cobre y Curicó en La Granja- para ver dónde estaremos de cara al mes sin campeonato en octubre”, dicen desde el campamento nortino.

Cobresal, con siete juegos por delante, aventaja por seis unidades a Huachipato y por una decena a árabes y albos, los únicos que tienen 24 puntos todavía en disputa. Una superioridad amplia desde la estadística y cuyo sustento se presenta aquí en diez soportes.

El liderazgo de Gustavo Huerta: El técnico más veterano de la competencia (65 años) y el segundo en antigüedad en el cargo de Sudamérica es el ideólogo de una “identidad” de juego reconocible. “Hay buen líder y eso se nota, Gustavo supo elegir a los jugadores para su modelo de juego, fui su compañero y él cuando jugaba ya pensaba como entrenador, Manuel Rodríguez Araneda siempre le pedía la opinión sobre los rivales o cómo jugar a los más futbolizados: Huerta, (Vladimir) Bigorra y yo”, observa Julio Suazo, exvolante cobresalino que conquistó la Copa Chile 1987 en una final sobre Colo Colo.

Regularidad: En un torneo altamente inestable y con los tres clubes grandes incapaces de sostener sus destellos, el líder hace siempre sus deberes. Fue el que menos perdió (3) y el que más ganó (13), conservando un invicto en los recientes 11 partidos del torneo. Su último revés fue el 29 de abril ante Audax. “En lo futbolístico el equipo se caracterizó por el perfil del cuerpo técnico en lo que pretende, ha logrado ese equilibrio y regularidad que todos aspiran, y protagonismo no solo haciendo una localía muy fuerte (no perdió en El Salvador), también de visita trabaja muy bien los partidos, es un mérito muy importante del entrenador”, aprecia Dalcio Giovagnoli, técnico del histórico título Clausura 2015.

El soporte club: “Lo de Cobresal no es casualidad, a lo largo de estos años el club ha logrado tener un crecimiento en la parte de logística e infraestructura, también en recursos humanos porque ha reforzado el plantel, y eso le ayuda hoy a mantener una regularidad futbolística y lo encumbra en una posición expectante”, valora Giovagnoli.

“Se han hecho arreglos y mejoras: primero fue la cancha del estadio (inversión riego automático), otra cancha nueva de entrenamiento, ampliación camarín, zona de ejercicios preventivos, sauna, jacuzzi, tinas de hielo, mejores en la sala médica y kinésica, oficina de psicología, sala entretención para la serie Proyección”, detalla el gerente deportivo Juan Manuel Silva, cabeza visible en un organigrama que comprende áreas de marketing, legal, recursos humanos y comunicaciones. El trasladar a la categoría Sub21 desde Puente Alto hasta El Salvador es parte de la estrategia.

La gestión física: El plantel nortino es el que más kilometraje y horas de desplazamiento suma en Primera División. “Le damos mucha dedicación a la recuperación de los jugadores, sobre todo cuando jugamos de visita, a Santiago –entre el bus y avión- son casi cinco horas sentados solo de ida, eso produce un cansancio en la postura, sufre la cadena del posterior, el ‘isquio’ siempre en flexión, eso suma fatiga. Vamos manejando los estímulos, a veces apuntamos a la fuerza explosiva, otras sesiones son más metabólicas, aeróbicas. El un grupo de jugadores muy pro, todos los días después del desayuno cada uno tiene su rutina individual antes del entrenamiento, otros siguen con gimnasio después, y otros complementan en la tarde. Se crea el hábito de estar bien entrenado. Hemos tenido muy pocas lesiones musculares en el año: Cecilio Waterman, el “Mono” Silva que se desgarró pisando mal el sintético y ‘Lucho’ Vásquez tirando un taco”, enseña el preparador físico Juan Escalante.

El campamento como aliado: “El Salvador te da eso, te lo digo por experiencia propia, cuando llegan jugadores picados allá que no han tenido buen rendimiento en otros equipos, ahí logran estabilidad emocional, sentimental y familiar, y todo eso se ve reflejado en el rendimiento deportivo. Un ejemplo claro en esta campaña es ‘Leo’ Valencia, determinante”, aborda José Cantillana, exzaguero y entrenador del club.

“Allá arriba todo está al lado, vas de la casa a la cancha en dos minutos y de la cancha a la casa, hay tiempo para descansar y cuidarse, es como estar concentrado toda la semana”, apoya Suazo.

El muro defensivo: El líder es el equipo que menos goles concedió, apenas 23 tantos en contra. En siete jornadas entregó el arco en cero y ocho le anotaron apenas una vez. “El orden del equipo sin pelota es clave”, insiste Huerta. “Desde la estadística, todos los números de Cobresal son buenísimos, de local tiene casi el 100% de rendimiento, aprovecha bien la condicionante de la altura; de visita perdió apenas tres partidos y en todos los demás sacó puntos. En el juego, es un equipo muy ordenado desde lo estratégico, cuesta mucho hacerle goles, por ahí te cede el terreno, se reagrupa bien en su campo, cuesta entrarle, porque sabe lo potente que son en ofensiva. Te invita a que lo ataques y una vez que recupera elabora poco, tiene un ataque directo, es muy eficaz. Finaliza bien las jugadas, el tridente de Waterman, Munder y García es muy potente”, interpreta Cantillana.

Ataque demoledor: El equipo que más tantos anota en el campeonato, con 45 en el registro, aunque fueron 43 en cancha (el resultado de visita ante Coquimbo computa 3-0 por el jugador mal inscrito en el local). Los goles se reparten ente todas las líneas: atacantes (Waterman con 9, Gastón Lezcano 8, César Munder 5, Franco García 2), volantes (Alejandro Camargo 4, Valencia 5, Cristhofer Mesías 2), defensores (Guillermo Pacheco 2) e incluso el arquero (Leandro Requena le marcó a Colo Colo). Los suplentes también ayudan: Julio Castro 2, Walter Rueda 1, Nelson Sepúlveda 1 y el lesionado Pablo Cárdenas 1.

Un equipo base: Cobresal sostiene la médula de la escuadra por casi tres años y eso da réditos. De los titulares actuales los únicos llegados este año fueron Valencia y el cordobés García. El cuerpo técnico puso el ojo en futbolistas que venían en picada o rescatados en muchos casos de categorías más bajas. Requena hizo casi toda su carrera en el ascenso trasandino, Pacheco y Francisco Alarcón llegaron de la B, Camargo, Valencia y el retornado Sepúlveda ficharon después de sufrir descensos, mientras el ariete Castro con 27 años nunca había jugado en Primera. “Huerta junto al “Chamaco” Silva eligen muy bien los jugadores, trabajan a la perfección en la elección: La columna vertebral de Requena-Alarcón-Camargo-Valencia-Waterman ha sido fundamental para sostener las ramas. De verdad creo que el equipo llega muy bien aspectado para salir campeón”, apoya Cantillana. “Soy un convencido que en el mediocampo se cocina todo, ahí se sostienen las campañas, y en eso Camargo es vital”, lanza Suazo.

El Sub21: Como a la mayoría de los equipos del torneo, a Cobresal no le sobra nada a la hora de cumplir la regla del juvenil, pero ha sido capaz de gestionar el minutaje requerido. Entre los volantes Vásquez e Ignacio Pacheco, y en menor medida Benjamín Osses y el meta Alejandro Santander, se reparten las presencias. Le restan 383 minutos para zanjar la norma.

Identidad: Gustavo Huerta es un activista a la hora de promover el sentido de pertenencia al club nortino. En el Fútbol Formativo también se desempeña gente que defendió el escudo: Gilberto Reyes, Rodrigo Núñez y Cristián Céspedes, entre otros. El uruguayo Acuña da cuenta del vínculo perpetuo. “Uno se siente identificado con esas generaciones que hoy tienen 30 o 40 años, me dicen ‘yo era chico y lo veíamos, nos sacábamos fotos con usted’, pero cuando nosotros llegamos al club en los 80 la gente eran de tal equipo y además de Cobresal, hoy eso cambió, hoy son hinchas genuinos de Cobresal. Antes se ganaba porque jugábamos en la altura y quedó comprobado que no, los que ganan son los buenos futbolistas y el equipo hoy los tiene, ojalá que termine primero como premio a esa gente tan sacrificada”.