Escándalo e irracionalidad: Graves incidentes suspenden el clásico universitario en Concepción
En el minuto 31’, un grupo de violentistas lanzó bombas de estruendo y bengalas a la cancha, provocando un trauma acústico al cuarto árbitro, a un camarógrafo y al operador del VAR. Además, hubo agresiones, un carabinero fue alcanzado por una bengala, varias familias tuvieron que correr para no ser impactados por la pirotecnia y una periodista fue golpeada mientras grababa los incidentes. El partido se reanudará sin público, lo que de todas maneras no evitará un castigo para la U. “Esto que pasó es gravísimo”, dijo Michael Clark, mientras su par cruzado Juan Tagle descartó pedir los puntos y pidió “el regreso de Carabineros a los estadios”. El mismísimo el Presidente de la República, Gabriel Boric, pidió duras penas para los responsables.
Un nuevo bochorno se vivió en el fútbol chileno, esta vez en el estadio Ester Roa Rebolledo de Concepción. Ya ni siquiera el hecho de jugar solo con hinchas locales es garantía de que la violencia no se haga presente.
Iban tres minutos de partido entre Universidad de Chile y Universidad Católica cuando tres bengalas y una bomba de ruido cayeron cerca del arco de Cristóbal Campos. El portero de la U miraba con incredulidad cómo gente de su propia parcialidad en el sector sur le lanzaba pirotecnia, mientras el árbitro Francisco Gilabert miraba de reojo el incidente sin parar el encuentro, solo recurriendo a los inútiles llamados por altoparlantes.
Y lo que empezó mal terminó peor: a los 31 minutos, cuando el cuadro azul jugaba mejor, todo se descontroló, pues un grupo de barristas encapuchados irrumpió en la tribuna preferencial y empezó a lanzar bengalas y bombas de ruido al campo de juego, apuntando también hacia las bancas de ambos equipos y amenazando, además, con entrar a la cancha.
Los proyectiles detonaron a pasos del cuarto árbitro, Diego Flores, del camarógrafo de TNT Sports Claudio Opazo y del operador del VAR de la ANFP, quienes terminaron con trauma acústico. Ahí Gilabert paró el encuentro, retirándose con su cuerpo referil a camarines, mientras varias personas —incluso con niños en los brazos— corrían por las escaleras del recinto para evitar ser alcanzados por la pirotecnia. Tres espectadores (de 62, 20 y 11 años) sufrieron lesiones leves por quemaduras, según el reporte policial.
La angustia también tocó a los jugadores. Nicolás Guerra corría hacia uno de los túneles para prestar ayuda, pues desde la cancha observaba cómo los antisociales descargaban todo su arsenal desde la tribuna donde estaban las familias de los mismos futbolistas, mientras Campos hacía lo mismo para luego volver y acercarse hasta la reja que separaba esa tribuna con la cancha para gritarles y preguntarles a sus familiares si estaban bien.
En medio del descontrol, un carabinero era alcanzado en la cancha por una bengala y en la tribuna la periodista Daniela Alegría era lanzada al suelo por uno de los violentitas, quien le robó el teléfono con el que grababa los incidentes. Del mismo modo, varios hinchas presentes en las tribunas detuvieron ellos mismos a dos de los responsables de los incidentes, entregándolos a la policía.
¿El origen de la irracionalidad? Un comunicado publicado en las redes sociales por “Los de Abajo” solo minutos después de ocurrido los incidentes daba más pistas sobre el triste espectáculo. “Teníamos todo preparado para armar la fiesta en Collao, pero las autoridades locales nos prohibieron el ingreso de todos los elementos de animación. Trabajamos por tres meses para esto y solo nos citan temprano para perder nuestro tiempo… No solo no tenemos estadio, sino que los dirigentes del club nos hacen sentir visita en todos lados. Los de Abajo contra todos, ni ca… nos van a callar”, rezaba parte de una publicación en Instagram, mientras otra apuntaba a Carabineros.
Los presidentes Michael Clark (U) y Juan Tagle (UC), junto a sus respectivos gerentes deportivos (Manuel Mayo y José María Buljubasich), además de los técnicos Mauricio Pellegrino y Ariel Holan, esperaban en el túnel por la resolución de las autoridades presentes en el estadio.
“La situación ocurrida es grave. No están las condiciones. El club local no ha garantizado las medidas de seguridad para su hinchada. Tenemos al cuarto árbitro, un carabinero y otras personas heridas. Tuvimos que abrir el cuarto piso para que ingresaran algunos adultos mayores que estaban sufriendo con esta situación y dado todo esto se ha tomado la decisión de suspender el partido. Perseguiremos penalmente a los vándalos que ingresaron a los bandejones, que rompieron las barreras para ingresar (a la tribuna) y también las que separaban donde estaba la directiva de Universidad de Chile. Les aplicaremos todo el rigor de la ley”, dijo Humberto Toro, delegado presidencial (s) del Biobio.
Luego, apuntó al club organizador, la U: “Ocuparemos todo lo que nos permitan las normas para sancionar a quienes sean responsables, incluyendo a los clubes que no han respondido en materia de seguridad”. Hay antecedentes: la ANFP fue sentenciada a pagar 1.000 UTM (unos $63 millones) por los incidentes ocurridos en la Supercopa disputada en Concepción entre Colo Colo y la UC.
Yamal Rajab, gerente de Ligas de la ANFP, agregó que “nos reunimos en comité de crisis; con las autoridades, árbitros y Carabineros y no existen las garantías de seguridad. Es una lástima. Esta gente se representa a sí misma, no representan a su club. Se hace un tremendo esfuerzo por venir hasta acá y terminamos con trabajadores heridos. El cuarto árbitro no está en condiciones de seguir. Un puñado de gente llegó hasta la tribuna y derechamente apuntaba la pirotecnia a la gente que estaba ahí. De este tema de la violencia tenemos que salir entre todos, con apoyo del Gobierno. Tal como queremos calles seguras, también queremos estadios seguros”.
Pablo Milad, presidente de la ANFP, no dio señales de vida. Quilín solo se manifestó a través de un comunicado en el que anunció que reprogramará el clásico sin público, lo que de todas maneras no evitará un castigo para la U. El código de procedimientos y penalidades del fútbol chileno establece sanciones que van desde una amonestación al club hasta un máximo de cinco partidos a puertas cerradas.
La jefa de Estadio Seguro, Pamela Venegas, fue categórica: “Estamos en la misma línea de lo que dijo el delegado presidencial. Cuando no están las garantías no se puede jugar. Acá hay incumplimientos graves del club organizador, hay un antecedente fuerte en Concepción, con la Supercopa del año pasado, que se ratificó ahora la multa en la Corte. Todo el rigor de la ley para las personas que provocaron esta situación. Hay un camarógrafo y guardias heridos, a un carabinero le llegó una bengala. Es una situación donde el organizador está totalmente sobrepasado, por lo tanto todo el rigor de la ley por ese efecto. Todos tenemos que colaborar, pero todos, no solo el Gobierno. Lo primero es organizar bien y cumplir bien con las medidas de seguridad que se trabajan durante la semana”.

El cuarto árbitro Diego Flores terminó con un trauma acústico, lo mismo que el camarógrafo Claudio Opazo. Foto: Photosport
El alcalde de Concepción, Álvaro Ortiz, también tomó la palabra: “Condenamos estos hechos, que no están permitiendo disfrutar en regiones de estos espectáculos. Cuando uno ayuda para que esto llegue a regiones y por culpa de unos pocos esto se echa a perder, da rabia, pena. Pusimos todo de nuestra parte para que esto fuera una fiesta, pero pasó esto por culpa de estos delincuentes”.
Ante la posibilidad de reanudar el partido en el mismo recinto, el edil afirmó que “lo que acaba de ocurrir no es un buen antecedente. Esas personas no deberían entrar a los estadios. Le pido al parlamento sanciones mucho más estrictas, mayor dureza en las leyes. La única forma de sacar a los delincuentes de los estadios es con penas drásticas, y eso acá no está ocurriendo”.
En la sala de prensa estuvieron los capitanes de ambos cuadros, junto a sus respectivos presidentes. “Es triste lo que pasó. Vino mucha gente en familia desde Santiago, regiones a vernos y sucede esto. Cayeron bengalas por todos lados, a nosotros en la cancha, a ambas bancas y agreden a una periodista por estar grabando los incidentes. Estabamos haciendo un buen partido. Hay gente que no merece estar en los estadio, hay que condenarlos, le hacen daño al resto. Pasó el año pasado en Valparaíso. Hay que terminar con esto ya”, dijo el azul Luis Casanova.
El cruzado Matías Dituro no se quedó atrás: “Rechazamos y repudiamos todo tipo de violencia. Necesitamos un recinto seguro donde podamos desarrollar nuestro trabajo. Somos deportistas profesionales. Hay que tomar medidas contra estos delincuentes que buscan su propio beneficio. Se veía venir lo que iba pasar cuando empezaron a caer las bengalas en la otra área. Esto estaba organizado”.
Ya camino al bus que los llevaba hasta el aeopuerto, Pellegrino expuso que “hay que rescatar lo que era la fiesta hasta ese momento. Ojalá podamos aprender de estas cosas, hay que cuidar el fútbol chileno, creo que nos merecemos ese respeto, porque cuesta mucho hacer un espectáculo. Desde el principio estaba enrarecido todo, porque cayeron varias bengalas cerca de Cristóbal (Campos). Ahí hubo una primera señal de lo que iba a venir”.
Alfonso Parot solo dijo “no podemos hablar, pero es una lástima”, mientras Holan balbuceó una frase: “Siento tristeza”.

Mauricio Pellegrino también sufrió con las bombas de ruido lanzadas desde la tribuna. “Desde el principio estaba todo enrarecido, cuando cayeron bengalas cerca de Cristóbal Campos”, diría más tarde el DT de la U. Foto: Photosport
El balance policial arrojó 22 detenidos. tres por usurpación de identidad, uno por porte Arma blanca, otro por violación a la ley de drogas, uno por ocultar su identidad, uno por porte de elementos explosivos, ocho por estado de ebriedad, seis por desórdenes y solo uno por porte y distribución artefacto incendiario. Este último, según Carabineros, “fue observado portando y distribuyendo a otros barristas fuegos de artificio que finalmente derivaron en las lesiones y suspensión del encuentro deportivo, siendo identificado como G. M. G., 28 años, funcionario de Gendarmería, quien será puesto a disposición de la fiscalía local de Concepción”. Gendarmería por su parte anunció el inicio de un sumario al funcionario detenido.
En Collao no hubo fiesta. Todo terminó con una nueva vergüenza.
Esto que pasó es gravísimo. Esto tiene que marcar un antes y un después. Esto no es casualidad, estaba orquestado, desde el minuto uno le tiraron bengalas a Cristóbal. Vi cómo una persona corría para alejarse a punto de darle un infarto. No podemos seguir así, condenando la violencia y seguir igual. Son unos delincuentes y unos cobardesMichael Clarkpresidente de la U
Hay que ponerle fin a esto de una manera distinta, partiendo por una medida concreta: poner a los carabineros dentro del estadio, haciendo los clubes todo lo que nos pidan. Le imploro al Gobierno, a Carabineros que nos sentemos y busquemos una medida concreta, porque de lo contrario no podremos poner freno a estos delincuentesJuan Taglepresidente de la UC

Ramiro Fuenzalida
es periodista de Deportes El Mercurio, con experiencia de más de 20 años en la materia. Especialista en fútbol, ha cubierto mundiales de la disciplina, adultos y juveniles, clasificatorias y copas América.