No es una medida aún, pero al menos en las dos fechas iniciales, el campeonato de Primera División presentó un ritmo mayor que lo habitual a partir de la continuidad que los árbitros otorgaron al juego. Los protagonistas, en su mayoría, entendieron el mensaje y asumen que las recuperaciones de tiempo son superiores a las que estaban acostumbrados y el “siga, siga” se impone como una doctrina, pero con límites. Si esto se instala, habrá una herramienta extra para luchar en el nivel internacional, pero además el espectáculo mejorará.

Un hecho relevante es que se concurre muy poco al VAR. Los jueces percibieron que la tecnología es una ayuda y modificaron el criterio que imperaba hasta la temporada anterior, cuando casi se dirigía desde la cabina del video asistente. Otro mensaje es la tendencia a amonestar de inmediato a los integrantes de las bancas, que solían “arbitrar” y cuestionar todo lo que se cobraba. Varios abusaron de los reclamos, ocasionando esta modificación en la política referil. No se trata tampoco de poner un bozal a los entrenadores y sus colaboradores, pero estaba en cuestión el principio de autoridad.

El fútbol chileno aún no se recupera del mazazo de la eliminación de la selección Sub 20 en el Sudamericano de Colombia, atizado además por la goleada que recibió la Sub 23 frente a Wanderers. Cuesta comprender lo que sucedió en Valparaíso, en un duelo que solo vieron los asistentes al estadio. Una de las explicaciones sería que los seleccionados fueron sometidos a entrenamientos de alta intensidad, en doble jornada, durante el microciclo. Si fuera así hablaría muy mal de los jugadores. Recordemos que en los tiempos de Marcelo Bielsa y Jorge Sampaoli los futbolistas trabajaban muy duro, incluso el día previo al cotejo. La exigencia internacional obliga al máximo esfuerzo. De lo contrario es imposible competir.

Las últimas dos semanas mostraron un evidente retroceso en las transferencias de los jugadores locales. Clemente Montes prefirió dejar Universidad Católica y se fue al Celta B, que participa en la tercera división del fútbol español. Joan Cruz, en conflicto con Colo Colo, partió al Real Oviedo B, filial del cuadro asturiano que compite en la cuarta división española. Williams Alarcón, citado con frecuencia por Berizzo a la selección por su excelente campaña en Unión La Calera, fue transferido al Ibiza, colista de la segunda categoría hispana. Cada uno es dueño de sus decisiones, sobre todo si afectan al bolsillo, ¿pero no existían alternativas con mayor atractivo? Montes y Cruz todavía no concluyen su proceso de formación y es fundamental que jueguen con frecuencia. Por su rendimiento, Alarcón estaba para marchar a un cuadro con mayores aspiraciones. Los propietarios de su pase poseen amplio mercado en la Primera División de Argentina, que con seguridad lo potenciaba.

El cierre nos deja el estreno de Gabriel Suazo en Toulouse, con buenos comentarios en la victoria sobre Troyes. Ahora vienen palabras mayores ante PSG, un desafío que el zurdo buscó. En Palestino, Vicente Fernández va a Talleres de Córdoba. Un salto en su carrera. Si toma continuidad, es una buena noticia para todos.