En Universidad de Chile los problemas están en todos lados. En la cancha el equipo no anda y a nivel dirigencial el quiebre es patente entre los dos bloques que hoy integran Azul Azul. Además, el fracasado periplo de Santiago Escobar al mando del equipo desnudó serias diferencias con quien lo trajo al club: Luis Roggiero.

Precisamente, el gerente deportivo de la U se reunió con Michael Clark y Cristián Aubert para abordar la pésima campaña. Los coletazos del fracaso de Escobar —técnico escogido por el ecuatoriano—, los problemas que tuvo con él al querer instalarle a sus colaboradores españoles, José Luaces y Antonio Bores, y la mala elección de un par de refuerzos, fueron temas tratados en una charla donde hubo descargos mutuos. Las críticas de varios dirigentes de Azul Azul a su trabajo también se sumaron.

Luego vino la discusión por haber optado por Sebastián Miranda como entrenador interino, pues Roggiero apostaba a que justamente Luaces, en compañía de Bores (PF), tomara el mando, lo que fue rechazado por una directiva molesta por la propuesta, pues Luaces no estaba habilitado para firmar la planilla. Ese error, la falta de un plan B y lo que hoy vive la U, dejaron colgando a Roggiero.

En el plantel tampoco estaban cómodos con que fueran los dos hispanos quienes asumieran el interinato, pues los roces que vieron con Escobar, por la intromisión y el cambio de rutinas de trabajo, los incomodó. Eso lo comentaron y también fue interiorizado por la dirigencia para optar por Miranda. “Teníamos dos cuerpos técnicos y parecía que unos querían la ‘pega’ del otro”, comentan en el plantel.

Y este martes, tras hacerse público lo que pasaba en las prácticas, Bores, cuentan en el club, comentó su intención de renunciar, mientras que Luaces esperaba el pago de todo su contrato. Ya en la primera práctica del lunes, al mando de Miranda, varios jugadores pensaron que los hispanos estarían al frente, lo que ellos también creían ocurriría, pues llegaron a la U de la mano de Roggiero. Pero no. Ambos fueron apeados del primer ensayo, con Miranda confirmado.

Y si ahí Roggiero quedó con escaso margen, perdió todo piso con la idea de que será la dirigencia la que asesore y defina al reemplazante definitivo para el banco (Martín Lasarte, Pablo Sánchez y Diego López, son candidatos).

Todo lo anterior, derivó en que Roggiero planteara que dicho escenario no le parecía y que así no tenía mucho que hacer. Se le sugirió que diera un paso al costado, lo que rechazó, pues no estaba dispuesto a renunciar. Luego vino una nueva reunión entre Clark y Aubert, la que dio paso al encuentro en solitario del presidente con Roggiero, para buscar una salida.

“Se están explorando todos los caminos para llegar a un acuerdo”, comentaron sobre Roggiero, quien pareciera tener las horas contadas.