Los números no son buenos. La selección chilena se ubica en el séptimo lugar de la tabla y al cabo de seis fechas solo suma un triunfo (sobre Perú), tres empates (Colombia, Argentina y Bolivia) y dos derrotas (Uruguay y Venezuela) que completan un 33,3% de rendimiento.

Si se comparan estos resultados con los obtenidos desde que las clasificatorias sudamericanas se disputan bajo el formato de “todos contra todos”, que comenzó en la ruta para Francia 1998, la cosecha de la Roja solo supera la pobre campaña del proceso para la Copa del Mundo 2002.

Hace dos décadas, considerando los mismos rivales y condiciones en los que se jugaron los partidos, Chile solo venció a Venezuela como visita, empató en Santiago con Bolivia y Perú, y cayó en casa con Colombia y también en sus visitas a Uruguay y Argentina, apuntando un 27,7% de rendimiento.

En todas las otras campañas eliminatorias, en cambio, la Roja siempre logró por lo menos tres victorias en esos encuentros. En la ruta hacia Sudáfrica 2010 obtuvo el mejor registro, con cuatro triunfos: los duelos como local sobre Perú, Bolivia y Colombia, además de la visita a Venezuela. En ese ciclo Chile también igualó con Uruguay en Montevideo y perdió con Argentina, totalizando un 72,2% de rendimiento en ese segmento del calendario.

Eso sí, la situación en Sudamérica está muy pareja. Luego de seis fechas en el proceso para Rusia 2018, entre el quinto y el colista había nueve puntos de diferencia, mientras que hoy esa diferencia es de apenas cuatro unidades. Comparado con las anteriores clasificatorias (para Rusia 2018), Argentina, Brasil y Ecuador tienen mejor campaña y Uruguay la misma, mientras que Chile, Bolivia, Paraguay, Perú y Venezuela han empeorado.

Luego de la Copa América, la siguiente fecha FIFA en el fixture internacional está agendada para septiembre. ¿Contra quién le toca a Chile? La agenda original de la competencia establece que la Roja reciba a Brasil (2 de septiembre) y a Colombia (7 de septiembre), pero la Conmebol está estudiando posibles modificaciones.

La idea del organismo sudamericano es solicitarle a la FIFA ampliar en un par de días la ventana internacional para ponerse al día con los encuentros suspendidos en marzo pasado.

De este modo, para Chile significaría jugar en casa ante Brasil el 2 de septiembre y luego disputar dos duelos como forastero: el 6 de septiembre ante Ecuador y el 10 contra Colombia. Es decir, contra el líder que presenta un 100% de rendimiento, luego frente a un rival al que nunca le ha ganado como visita en las eliminatorias y finalmente ante la selección de Reinaldo Rueda, el exentrenador de la Roja.

En octubre se recuperaría el otro partido pendiente de marzo, con lo que al conjunto de Martín Lasarte le correspondería visitar a Perú (7) y después recibir a Paraguay (11) y Venezuela (15). Estos cambios, eso sí, todavía requieren la oficialización de Zúrich, en donde está la sede de la FIFA.

Lo que sí está aprobado es la adición de una nueva ventana de partidos a fines de enero de 2022. Entonces, a la Roja le corresponderá jugar con Argentina en Chile (27 de enero) y visitar a Bolivia (1 de febrero). La campaña eliminatoria finaliza en marzo de 2022, como muestra la infografía a continuación.