Los futbolistas de ambas selecciones se tomaron la cabeza incrédulos en el mullido pasto del Metropolitano de Barranquilla. James Rodríguez se arrodilló impotente frente al caído Santiago Arias, lateral ‘cafetalero’ que se rompió su tobillo izquierdo en un cruce vulgar ante Darwin Machís, expulsado producto del infortunio, aunque luego el VAR rectificó la decisión. Iban apenas 8 minutos.

La cruel escena no desenfocó al equipo del portugués Carlos Queiroz. Colombia siguió fiel a su partitura, con un toque corto a ras de piso, paciente y posesiones largas, matizadas por aceleraciones letales, casi siempre protagonizadas por Juan Guillermo Cuadrado, que gestó el primer gol de Duván Zapata, o el lateral Johan Mojica, asistidor en el 2-0 obra de Luis Muriel (también anotó le tercero), un contragolpeador de película.

La resistencia de Venezuela, un equipo famélico espiritualmente, se acabó muy temprano y el local terminó gestionando las energías de cara al juego del martes en Ñuñoa.

El próximo rival de Chile se sostiene en la defensa con una dupla defensiva de la Premier League (Yerry Mina y Davinson Sánchez), de los tres volantes, dos son posicionales (Barrios y Lerma) y uno que rompe (Cuadrado). Y aunque Jefferson Lerma es el que más interviene (registró 126 pases), James Rodríguez es el emblema y tiene licencias: se ubica donde su instinto lo lleva. El zurdo inició como falso extremo derecho, pero luego alternó, casi siempre articulando juego con el interior y el lateral de cada costado. Zapata es el ‘9’ y Muriel parte por la izquierda.

Las pelotas detenidas son de James, aunque el diestro Muriel también patea al arco. En los lanzamientos de esquina a favor, cinco buscan el cabezazo ofensivo: Sánchez, Mina, Zapata, Lerma y Barrios. Y por momentos los hacen apiñados en el área chica.

“Colombia ratificó que James es el hombre de las ideas, pero también que Cuadrado puede generar juego más directo. Nuestra selección tiene mucha posesión, pero también cuenta con atacantes para jugar de otra forma, con transiciones más veloces. Rueda conoce la filosofía y la cultura de estos jugadores, porque formó a muchos de ellos, y seguramente hará un buen planteo. No creo que le deje manejar el balón con la comodidad que permitió Venezuela”, expone el exseleccionador colombiano Eduardo Lara.

Carlos ‘Piscis’ Restrepo, también con pasado en el seleccionado cafetalero, entrega su visión: “En Barranquilla vimos un partido atípico, porque siempre Venezuela ha sido complicado para Colombia, pero esta vez fue fácil. El equipo de Queiroz fue muy eficaz y después cambió jugadores y pensó en el partido con Chile. En Santiago será distinto, ante un rival que tiene la necesidad de sumar en casa y exigirá el comportamiento defensivo de Colombia. Me gustó mi selección, un equipo solidario, compacto y muy contundente”.

Si esta Colombia, que ya registra dos empates sin goles ante la Roja de Reinaldo Rueda (Copa América y el amistoso de Alicante), tiene algún defecto, ese no es precisamente la falta de gol. Presume de cinco atacantes en la plantilla que entre todos suman 92 tantos en la temporada europea 2019-2020: Zapata (19, Atalanta), Muriel (19, Atalanta), Alfredo Morelos (29, Rangers Glasgow), Jhon Córdoba (14, Hertha) y Radamel Falcao (11, Galatasaray).