Los últimos días de Cristopher Mansilla, un todoterreno del ciclismo que se fue muy temprano
El pedalero magallánico de 30 años, medallista continental en diversas categorías, falleció el lunes por complicaciones derivadas del covid-19, virus que le provocó una doble trombosis pulmonar. Pereció en Puerto Natales, su tierra de origen, donde se desplazó hace un tiempo para acompañar a su hermano Luis, aquejado por una depresión. "El bicho le pegó por sorpresa y él no estaba preparado", lamenta su prima Katherinne.
Cristopher Mansilla (30 años) anunció la noticia más dura de su vida por Facebook. "Hoy creo que es el día más difícil de afrontar para mí. Una nueva competencia donde nunca creí estar. Me van a inducir a coma por la falla en los pulmones que me aqueja. Veamos si este cuerpo no está oxidado y puede despertar una vez más”, publicó la semana pasada en la red social.
Con su círculo íntimo fue más sincero: les contó que lo iban a intubar aproximadamente por tres semanas por una doble trombosis que tenía sus pulmones a un 30% de su funcionamiento.
En el hospital de Puerto Natales, el lugar donde nació y creció, Cristopher Mansilla, múltiple medallista en diversas categorías, fue intubado y no volvió a despertar.
LOS PASOS DE "CRISTOFITO"
A comienzos de 2020, Mansilla regresó a su tierra natal. "Se había ido desde Santiago a acompañar a su hermano Luis, quien no se había sentido muy bien. Estaba con depresión. Ellos eran muy unidos", cuenta Víctor Garrido, extécnico y gerente de la desaparecida federación.
"Ellos, más que hermanos, eran mejores amigos", dice su prima Katherinne. En el extremo sur, "Cristofito", como le decían en su entorno familiar, aprovechó de estar con su seres queridos y también pedalear, aunque no sin contratiempos: en junio pasado, se cayó andando en bicicleta en el sur y se fracturó la tibia, el peroné y el tobillo de su pierna derecha. "Estoy como un Lego", escribió en Instagram.
A pesar de su grave lesión, todo transcurría bien hasta que se contagió. "Solo puedo decir que como familia estamos destrozados. Todos mantuvimos las esperanzas hasta su último suspiro. Fue todo un guerrero en cada una de las carreras y no digo solo las relacionadas al deporte, sino también las de su vida cotidiana. Él luchó hasta último momento. Él era una persona que tenía un brillo propio e inigualable, un hombre cariñoso, respetuoso y un ser humano hermoso", agrega su pariente.
TALENTO SUREÑO
Cristopher Mansilla Almonacid llegó el 2006 a la capital, siempre amparado por su hermano Luis, cuatro años mayor y referente de la disciplina en su momento. Desde que empezó a competir, tuvo rendimientos en la categoría que fuese: Keirin, Persecución, Omnium, Madison, Scratch, Ruta. También compitió en el exterior.
"Luis hablaba siempre de Cristopher y quería que llegara al desaparecido equipo Líder, donde yo era gerente. Yo le dije: 'Si es como tú, bienvenido', pero al final partió en Chacabuco con Rafael Aravena. Fue muy talentoso desde un inicio, como su hermano. Ambos muy buenos para la bicicleta. Sureños, buenas personas, alegres”, agrega Garrido.
"Deslumbró al tiro en el área de velocidad. A los dos años de iniciarse, fue récord y medallista en 2008, en el Panamericano específico de Montevideo. A mí me correspondió ir como jefe de delegación y él fue oro con los hermanos Concha (Christian y Pablo). Ese equipo anduvo bien desde 2008 al 2011. En esos años, Cristopher fue un tremendo velocista, inclusive medallista en los Juegos Sudamericanos de Medellín 2010", añade el exciclista.
Luego, Mansilla probó en el mediofondo. "Fue campeón con 'Toño' Cabrera en la Madison, con oros en 2011 y 2012. Él era la pareja hasta antes de Cochabamba 2018, cuando Cabrera siguió con Felipe Peñaloza”, explica Garrido.
Hoy me enteré que mi compañero Cristopher Mansilla falleció. Yo empecé con él en 2007, en el club Chacabuco. Yo tenía 14 y él 17. Después fuimos compañeros adultos. Lo admiraba mucho porque era un gran corredor de Madison, donde soy campeón panamericano. Me siento muy apenadoFelipe Peñalozaciclista

"Alegre y buena persona", así describen en el ambiente del ciclismo al malogrado corredor. En la imagen, entrenando antes del Panamericano que se realizó el 2015, en el Velódromo de Peñalolén. Foto: Bill Torres/Globesport
Después, pasó a la ruta y su último resultado relevante fue en 2018, cuando terminó tercero en el Panamericano de ciclismo en San Juan (Argentina). En el valle trasandino, quedó detrás del colombiano Juan Sebastián Molano y del argentino Maximiliano Richeze, ambos protagonistas sudamericanos en las Grandes Vueltas. De hecho, están corriendo la actual edición del Giro de Italia.
Ese mismo año, viajó a competir en los Juegos Sudamericanos de Cochabamba (Bolivia), pero no salió al óvalo: Miguel Droguett, entrenador en ese entonces, eligió a la dupla de Felipe Peñaloza y Antonio Cabrera, a la postre campeones. "El problema es que el técnico nacional no me quiere, me odia. Me saca de mis pruebas", alegó en "El Mercurio".
El último evento grande del magallánico fue la Vuelta a San Juan 2019. Diego Ferreyra compartió con él en aquella prueba, la más importante de la región. "Lo conocí cuando tenía 10 años, un excelente corredor, admirable por su habilidad de embalar y el gran dominio arriba de la bicicleta. Nos apena su partida y ya no existirá esa misma emoción en el pelotón, algún día nos juntaremos a correr en el cielo”, lamenta el pintanino.
En el ambiente del ciclismo cuesta encontrar explicación sobre cómo el virus lo afectó tan duramente. "Cristopher era un tipo fortachón. De buena musculatura, buen ánimo. De repente tu ves que hay deportistas más enclenques, pero él no. Él fue récord nacional de 300 metros y de un kilómetro en ruta. Un gallo que hace velocidad es imponente, fuerte. Transmitía alegría. Siempre sus compañeros hablaron muy bien de él. A lo mejor no estaba en su mejor momento con el tema de su hermano", cierra Garrido.
"Son muchos los pensamientos y recuerdos, todo es muy triste. Compañero de muchas selecciones, muy joven para partir y me imagino todas las ganas que tenía para luchar, para salir y volver a la normalidad. Lamento mucho su partida", suma Luis "Monín" Sepúlveda.
"Me cuesta asimilar que ya no está con nosotros. Estamos muy conmocionados y sorprendidos. No nos explicamos cómo pudo pasar", aporta Ferreyra.
Su prima Katherinne expone una reflexión más terrenal: "Él solo se nos adelantó. El bicho le pegó por sorpresa y mi primo no estaba preparado. Lo voy a extrañar mucho, pero sé que nos volveremos a encontrar".
Su hermano Luis, entrevistado por la prensa natalina después del funeral, una ceremonia al aire libre y con un mínimo de participantes, como obligan estos negros tiempos, no escondió su desolación. "Mi hermano era mi vida, era mi mitad, mi compañero en el ciclismo y en la vida. Nos dejó por culpa de esta pandemia. Les pido a todos que se cuiden, que la vida es prestada".

Raúl Andrade
es reportero de Deportes El Mercurio hace más de cinco años. Especialista en el área polideportiva, ha cubierto grandes eventos de tenis, golf y motor.