El lento despegue de las frutas orgánicas
Pese al enorme crecimiento que ha experimentado la demanda por alimentos orgánicos en el mundo, en Chile el interés de los fruticultores por entrar a este negocio avanza lento. ¿Las razones? Escaso apoyo y falta de convicción.
Luis Muñoz G.
La uva vinífera es la especie frutal orgánica con
mayor superficie en el país. Crédito: El Mercurio.
La cada vez mayor demanda por alimentos más sanos y la permanente preocupación por el cuidado del medio ambiente, han ayudado de manera importante a que la producción de alimentos orgánicos en el mundo haya alcanzado un grado de desarrollo que hasta hace unas décadas parecía inimaginable.
De hecho, este es el rubro de la agricultura que exhibe mayor crecimiento en la actualidad, lo que queda en evidencia en la cifras. Desde el año 2000 a la fecha, por ejemplo, la producción de alimentos orgánicos en el mundo ha aumentado en más de 500%. Esto, a su vez, se ve reflejado en el aumento de la superficie certificada bajo esta denominación, la cual pasó de 10 o 12 millones de hectáreas (Has) a casi 50 millones en la actualidad en sólo 17 años.
Uno de los rubros que más dinamismo ha mostrado en este segmento es, sin dudas, la producción de fruta, la que —tal como ocurre en el mercado convencional— puede ser comercializada en fresco o bajo algún tipo de proceso.
El papel de Chile
En ese contexto, Chile, como activo jugador en los mercados internacionales de fruta, aparece en el horizonte como un actor con interesante potencial de desarrollo. Pese a ello, en el sector reconocen que el crecimiento de la industria ha sido más bien lento.
“Hay que tomar en cuenta que en Chile el tema de lo orgánico es súper dinámico. Y es que si bien hay muchos actores que entran cada año, también hay hartos que, por diversas razones, se van. En todo caso, en términos generales, se ve un pequeño aumento en el interés de los productores por entrar a este negocio”, comenta Claudio Cárdenas, jefe del subdepartamento de agricultura orgánica del SAG.
Esto, según los especialistas, tiene que ver directamente con las señales que da el mercado, especialmente si se parte de la base que alrededor del 90% de la fruta que se produce en Chile bajo la denominación de orgánico se exporta a diversas partes del mundo.
Hasta el año pasado, por ejemplo, los datos del SAG indicaban que en nuestro país existían alrededor de 8.455 Has plantadas con frutales orgánicos, de las cuales 3.063 correspondían a uva de mesa y más de 1.200 a manzanos. Cabe destacar que esta última especie es una de las que más ha crecido en el último tiempo. Incluso, en el sector afirman que en un par de temporadas más esa cifra debería doblarse.
Pero en el último tiempo también ha habido otras especies que han acaparado el interés de los productores, como las moras, las frambuesas y, especialmente, los arándanos.
“Según nuestros cálculos, alrededor del 10% de la superficie de arándanos que hay en Chile, que llega a cerca de de 180.000 Has, está certificada como orgánica”, indica Carlos Klein, ex director de la Asociación de Productores Orgánicos de Chile y productor de arándanos orgánicos.
Frutales Mayores |
2016 (Ha) |
Uva vinífera |
3.063 |
Manzano |
1.291 |
Kiwi |
272 |
Nogal |
125 |
Limonero |
92 |
Palto |
77 |
Otros |
1.059 |
Total |
5.979 |
Frutales Menores |
Superficie 2016 (Ha) |
Arándano |
1.407 |
Frambuesa |
543 |
Mora |
390 |
Frutilla |
116 |
Jojoba |
11 |
Rosa Mosqueta |
3,9 |
Tuna |
1,6 |
Zarzaparrilla |
0,6 |
Physalis |
0,5 |
Maracuyá |
0,1 |
Otros |
2,3 |
Total |
2.476 |
Pese a todo el ideario que existe detrás del concepto de lo orgánico, en el sector reconocen que la principal motivación de los productores chilenos para plantar determinada especie bajo esta denominación, es la económica.
Y es que en términos de valor, la fruta orgánica exhibe precios que, en general, son entre 10% y 30% mayores que los de la convencional. Esto, de todos modos, dependerá de diversos factores, como la especie, la contingencia de temporada y el mercado.
“En el caso del arándano, este sobreprecio ha llegado al doble respecto de la fruta convencional, debido a problemas como la presencia de Lobesia botrana en los campos. Y es que es sabido que en algunos países, especialmente en Estados Unidos, hay una demanda insatisfecha de arándanos orgánicos”, advierte Carlos Klein.
Las especies que vienen
A la hora de proyectar el futuro del sector productor de frutas orgánicas, Carlos Klein menciona que si bien aún es muy pronto para asegurar lo que ocurrirá, hay algunas especies frutales que podrían tener un interesante futuro en este mercado.
Una de ella es el avellano europeo. De hecho, comenta que él junto a otros productores e investigadores del INIA, próximamente llevarán a cabo algunas pruebas en la Región de La Araucanía, con el fin de evaluar cómo se da esta especie bajo manejo orgánico.
“Hay poca experiencia en este tema en Chile, no así en Estados Unidos, donde ya existen huertos de avellanos europeos orgánicos”, asegura el productor.
Bajo la misma lógica, Carlos Klein indica que a la fecha el mercado también ha mostrado interés por otros frutos secos como las nueces y las almendras. Por lo mismo, hace un llamado a mirar con atención esas opciones.
Conquistando al mundo
En la actualidad los principales destinos para los productos orgánicos chilenos, donde se incluyen las frutas, son Estados Unidos y la Unión Europea (ver recuadro: “Una mirada al mercado europeo”), mercados que reciben alrededor del 50% y 35%, respectivamente, del total de productos.
Pero en el último tiempo también han surgido otras opciones interesantes, especialmente para las frutas, como Asia, donde destacan destinos como Corea, Japón y China. Este último, a juicio de Carlos Klein, posee un interesante potencial de crecimiento y debería comenzar a aumentar su demanda por fruta orgánica en un mediano plazo.
“Por estos días China cuenta con una legislación y sellos que acredita a un producto como orgánico, lo que es una muy buena señal a futuro”, indica.
En el caso de América Latina, el interés que muestran los consumidores por productos orgánicos aún es incipiente, lo que de todos modos no ha impedido que los distintos países hagan sus esfuerzos para promocionar sus productos.
“Es cosa de darse una vuelta por algún supermercado, donde desde hace algún tiempo se está viendo mayor presencia de productos con denominación de orgánico”, señala Claudio Cárdenas.
En el sector afirman que un pilar fundamental en el crecimiento de las exportaciones de frutas y otros productos orgánicos de origen chileno, será el esfuerzo que hagan las autoridades por abrir nuevos mercados.
En ese contexto, destaca la firma del acuerdo de equivalencia y reciprocidad de producción orgánica con la Unión Europea, el que si bien aún no entra en vigencia, debiera significar un impulso importante para los envíos a ese mercado.
“Al menos la firma de este acuerdo, le ha permitido a Chile tener un posicionamiento a nivel internacional como un proveedor confiable en lo que se refiere a productos orgánicos”, agrega Claudio Cárdenas.
Pero eso no es todo. El representante del SAG comenta que por estos días Chile se encuentra trabajando en acuerdos similares con otros mercados como Corea, Brasil y Estados Unidos, los cuales deberían estar cerrados en el mediano plazo.
Las tareas pendientes
Pese a los esfuerzos que por estos días se están realizando a nivel gubernamental, en el sector indican que estos no son suficientes. Y es que destacan que existen una serie de dificultades que, a la larga, han sido la principal traba para la masificación de esta actividad.
Una de las principales deudas que ven en el sector, es el escaso apoyo que brinda el estado a los productores que quieren convertirse en orgánicos, especialmente a los más pequeños.
“No hay que olvidar que uno de los objetivos es que los productores vean a la producción orgánica como un negocio. El problema es que muchas veces se ven enfrentados a insumos y manejos más caros, los cuales desvirtúan este objetivo”, indica Claudio Cárdenas.
Por lo mismo, hacen un llamado a que se establezca una estrategia global que permita potenciar este sector, a través de políticas de incentivo y apoyo, que vayan dirigidas a los pequeños y medianos productores, que son los que finalmente más apoyo requieren.
Una mirada al mercado europeo
Europa es, en general, uno de los actores que más pesa en el mercado de la fruta orgánica mundial. Según cifras de Euromonitor International, durante 2016, España, Italia, Reino Unido, Francia y Alemania —los cinco mayores mercados de Europa occidental—, produjeron 982.307 toneladas de fruta fresca bajo la denominación orgánica, generando ventas superiores a los 5.600 millones de euros.
“En este segmento, las frutas orgánicas han registrado un crecimiento constante tanto en términos de volumen como de valor entre 2012 y 2016”, afirma Anastasia Alieva, jefa de investigación de Productos Frescos en Euromonitor International.
En Italia, por ejemplo, el mejoramiento de los indicadores macroeconómicos llevó a que las frutas orgánicas crecieran en popularidad. Si bien el consumo ha ido creciendo lentamente, el país ya es el Estado miembro de la Unión Europea con la mayor superficie dedicada a la producción ecológica.
“En 2016, la proporción de tierra dedicada a la producción orgánica fue de alrededor de 11% del total de superficie”, agrega Anastasia Alieva.
En Alemania, por su parte, la fruta orgánica sigue ganándole terreno a la tradicional, debido en gran medida a la creciente preocupación de los consumidores por los residuos de plaguicidas.
En España, según advierten en Euromonitor International, la producción y consumo de fruta fresca orgánica creció durante 2016. Este hecho estuvo impulsado, en gran medida, por la venta de productos por internet, a través de sitios como ascestaverde.com o ilovefood.es.
“La alta presencia de los minoristas en internet se debe a que pueden responder fácilmente a las inquietudes de los consumidores sobre los orígenes y procesos utilizados durante la producción, y al mismo tiempo apelar al objetivo principal de los jóvenes profesionales que viven en ciudades más habituadas a las ventas a través de internet”, afirma Anastasia Alieva.
Con la creciente tendencia de alimentación saludable que se expresa por estos días en el Reino Unido, son cada vez más los consumidores que están eligiendo alimentos frescos orgánicos. En ese contexto, las frutas aparecen como unas de las que han crecido en el último tiempo.
“En comparación con otros tipos de alimentos frescos, la disponibilidad de frutas orgánicas en los minoristas es más alta y los precios son asequibles, lo que respaldó el crecimiento de la popularidad de las frutas orgánicas durante todo el período de revisión”, indica Alieva.
En Francia, en tanto, la fruta orgánica siguió ganando terreno en 2016, capturando una participación de 7% en el volumen total de ventas de frutas.
“En 2015/2016, los vendedores se sorprendieron al ver que la penetración de frutas y hortalizas orgánicas no progresó, aunque se mantuvo estable en torno al 54%, lo que significa que si bien los compradores leales aumentaron la frecuencia de sus compras, las frutas y hortalizas orgánicas no reclutaron nuevos consumidores”, detalla la personera de Euromonitor International.
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Volúmenes producidos en 2016 (ton) |
Ventas (Euros) |
Francia |
160.000 |
918 millones |
Alemania |
156.000 |
878 millones |
Italia |
244.000 |
994 millones |
España |
422.000 |
952 millones |
Reino Unido |
307.000 |
1900 millones |