“Yo vi ganar a Castaño 115-113”, dice el español Julius Julianis, comentarista de boxeo de ESPN Knockout.

La referencia es al combate que Brian Castaño, la nueva sensación del boxeo argentino, tuvo en julio del año pasado ante el estadounidense Jermell Charlo, que tras doce asaltos terminó con un empate dictaminado por los jueces y con ambos manteniendo sus propios cinturones.

Pero el empate habría pasado casi inadvertido de no ser por una tarjeta que vio ganar al texano por 117-111 y que despertó demasiadas suspicacias en el siempre gris mundo de los jueces de pugilismo.

La revancha, por ello, era inevitable. Y aunque debió posponerse dos veces por una lesión de Castaño, de la que Charlo siempre desconfió, ambos volverán a golpearse este sábado, en Los Angeles y no en Texas, una pequeña victoria para el trasandino.

En el cuadrilátero, el argentino expondrá su cinturón superwelter de la OMB, mientras que el estadounidense pondrá en juego sus cintos de la AMB, CMB y FIB, en una unificación que lleva esperando mucho tiempo.

“(Charlo) Intenta ensuciar a todos, los trata de tramposos y eso se debe a la inseguridad que tiene. Yo estoy focalizado en mi camino y lo voy a partir al medio y lo voy a quebrar. Habló de más y se lo haré pagar”, amenazó el argentino en la semana previa al combate.

Pero el texano no se quedó atrás y también sacó artillería pesada en su conferencia de prensa.

“Quiero noquear a este tipo. Soy el Jermell de antes, el que buscaba terminar las peleas temprano. Ahora quiero ser ese Jermell por 12 rounds”, respondió.

“Creo que va a ser una pelea muy parecida a la del año pasado, con ambos corrigiendo los detalles que no se les dieron tan bien. Brian tiene que buscar más volumen de golpes, no es un noqueador, por eso tiene que dominarlo, mientras que Charlo seguramente va a tratar de pegar más fuerte y buscar el nocaut”, cree Carlos Irusta, reputado comentarista de boxeo que también transmitirá el combate por TV.

La primera pelea lució un predominio del argentino en los primeros asaltos, pero cuando el cansancio empezó a notarse, Charlo contraatacó en el décimo round y metió un par de manos que casi tumban a Castaño, lo que en definitiva le dio forma al empate.

“No puede ir tan de frente a pegarle, debe conectar una buena serie de golpes y retroceder en diagonal, para no darle chances de que pegue fuerte. Creo que esa puede ser su estrategia”, dice Julianis.

“Volví a ver la pelea del año pasado esta semana, y aunque sigo creyendo que Castaño ganó por dos puntos, es evidente que Charlo terminó mucho mejor y eso influye, por más que cada round valga lo mismo en las tarjetas. Si el estadounidense, que siempre va de menos a más, mantiene su dominio en los últimos rounds, puede sacar la tarea”, aporta Cecilia Comunales, también especialista en boxeo.

¿Un segundo empate para pavimentar una tercera parte?

“No lo veo tan lejano, aunque esta vez los jueces serán más neutrales, porque en California permiten árbitros extranjeros, por eso era tan importante sacar la pelea de Texas”, dice Julianis.

La suerte se define en 12 asaltos.