Erick Pulgar, un futbolista maduro
Cuando se observa a los jugadores locales que actúan en el exterior, su rendimiento y peso específico, nos parece que el 5 del “Mengao” es hoy el de mayor nivel.
                            
                            El añoso “Cilindro” de Avellaneda sobrecoge. Son 50 mil personas las que cantan y apoyan a Racing en su salida para enfrentar a Flamengo por la semifinal de vuelta de la Copa Libertadores. Fuegos artificiales, una nube de humo que impide ver el campo y el canto de una hinchada fervorosa, que se irá triste, pero con la satisfacción de que sus jugadores entregaron todo ante un rival superior. 
Flamengo rescata un 0-0 desde Avellaneda, que sumado a su triunfo 1-0 en Maracaná, le alcanza para la final. En una noche brava, donde nadie escabulló el roce, la escuadra de Filipe Luiz tuvo dos columnas. El primero fue el arquero Agustín Rossi, quien jugara cinco partidos por Deportes Antofagasta en 2019, dejando en el recuerdo una jornada inolvidable en la victoria de los "Pumas" sobre Universidad de Chile (3-1). Tapó un cabezazo a Tomás Conechny, otro a “Maravilla” Martínez y un remate de Luciano Vietto a quemarropa. 
El segundo estandarte fue Erick Pulgar. En un plantel donde habitan seleccionados brasileños, uruguayos, colombianos, ecuatorianos e incluso un italiano (Jorginho), el volante antofagastino ofrece un nivel descollante en la salida y en la recuperación. Su primer tiempo fue de manual. Auxilió a los centrales, fue el pase inicial y apareció en las posiciones de ataque en los primeros 30 minutos, cuando Flamengo dominó con autoridad.  
En el complemento, cuando su elenco quedó con 10 por la expulsión de Gonzalo Plata, se paró delante de la línea de cuatro para comandar la resistencia. Filipe Luiz hizo todos los cambios que permite el reglamento y no movió a Pulgar. Varias veces lo llamó al costado para refrescar las instrucciones o reordenar el panorama. 
No sabemos qué pasó entre el seleccionado nacional y Ricardo Gareca, pero su ausencia de las convocatorias desde el 4-0 ante Colombia en Barranquilla (15-10-2024) no se entiende. Es cierto que tuvo lesiones, pero la Roja no puede prescindir de un volante que resalta en el más alto nivel y juega en uno de los dos mejores clubes del continente. 
En enero cumplirá 32 años y su presencia es imprescindible para la refundación de un cuadro que necesita oficio y juego. Cuando se observa a los jugadores locales que actúan en el exterior, su rendimiento y peso específico, nos parece que el 5 del “Mengao” es hoy el de mayor nivel. Milita en un gigante, donde es inamovible, y jugará la final de la Copa Libertadores ante Palmeiras. El resto está, por ahora, muy lejos. Su desafío es trasladar su estampa de crack a un equipo desvalorizado. 
En el césped del “Juan Domingo Perón” dirigió Piero Maza. El árbitro chileno dejó jugar, no mostró tarjetas amarillas en el primer tiempo y, mal asesorado por sus compañeros, exageró en la tarjeta roja a Plata. Exhibió un criterio localista en el grueso de sus intervenciones, en la lógica del “siga-siga”. Cuesta entender los cinco minutos de adición que dio en el lapso final. Casi no se jugó después de la media hora.  
Cuando los jueces locales se ponen quisquillosos por los cuestionamientos y críticas, es bueno que revisen su accionar y su conducta. En Chile tienen una mano; afuera, cambian.  
Avellaneda fue una caldera. Lo sabíamos. El sueño de Racing seguirá esperando mientras Erick Pulgar mira de reojo a la gloria eterna. 
            
                Danilo Díaz
        es un comentarista, periodista deportivo y escritor chileno. En 2009 obtuvo el premio de Premio Nacional de Periodismo Deportivo de Chile.


                                




