Una luz en el annus horribilis de Deportes Iquique. El colista del torneo local, sancionado con varios cotejos sin público por el comportamiento de sus hinchas, estaba también a los tumbos en la Copa Sudamericana, hasta que anoche pateó el tablero con una valiosa victoria sobre Atlético Mineiro.

Los celestes cerraban el grupo H del certamen con un solo punto (el empate ante Cienciano como local) y el gol de Rubens a los 10’ mantenía la tendencia al desastre de la temporada iquiqueña.

Pero en el segundo tiempo vino la reacción local, con los ingresos fundamentales de Edson Puch y Diego Orellana, y el poder goleador del histórico Álvaro Ramos, máximo anotador del club. Con goles del “Chanchito” a los 34 y 53 minutos, los “Dragones” dieron vuelta el trámite. A los 60’, Orellana marcó la tercera cifra ante un conjunto visitante que bajó mucho su nivel en el inicio del complemento.

Lo que vino después fue aguantar el chaparrón mineiro y rogar por que el tiempo pasara raudo. El golero Requena y la zaga lograron evitar el descuento de la visita hasta el minuto 78.

El pitazo final, minutos después, fue un desahogo para el DT Fernando Díaz y sus dirigidos: con cuatro puntos, Iquique se jugará sus opciones en sus visitas al Cusco y Caracas. Cienciano (3 puntos) recibía anoche a Caracas (5). El elenco de Belo Horizonte se quedó con cinco unidades.

“Me tocó entrar y sacrificarme por el equipo. Se disfruta el doble cómo lo dimos vuelta y a un equipo que jugó la final de la Copa Libertadores. Esto nos da confianza para lo que viene”, dijo Diego Orellana luego de la victoria.