Cuenta el mito que cuando Gustavo Benítez dejó Colo Colo, en 1998, Ivo Basay tenía un candidato para sucederlo: el argentino Carlos Ischia. El cuento agrega —incluso— que lo tuvo de huésped en su casa.

La dirigencia del Cacique, en ese tiempo liderada por Peter Dragicevic y con Jorge Vergara como mano derecha, tenía otros planes. Ficharon a Nelsinho Baptista, un técnico brasileño de considerable palmarés: campeón del torneo paulista con Corinthians y Sao Paulo.

“Nelsinho lega a Chile fundamentalmente por una recomendación de Elías Figueroa. Él lo conocía, o tenía referencias de él, y nosotros analizamos su currículum y nos pareció un muy buen aporte a Colo Colo. Venía de Brasil, había tenido varios logros en su carrera como técnico y futbolista. No nos complicaba el idioma, pensamos que de alguna manera solventábamos ese problema. Lo hicimos con Jozic y eso le permitió comunicarse con el plantel. Cuando llega Mirko, que hablaba muy poco o nada de español, le ponemos un intérperete. Y en el anecdotario se se cuenta que cuando habló español, se acabó el círculo virtuoso de Jozic: le obedecían más en croata que en español”, recuerda Dragicevic.

“Trabajaba bien; de los técnicos que tuve, después de Benítez, era de lo mejor. Muy metódico. Harto afiche, mucho power point, algo novedoso para la época. A pesar de que hablaba medio portuñol se le entendía casi todo. Tenía buen trato, buen manejo en la cancha, hacía buenos trabajos. No tengo malas referencias de Nelsinho”, recuerda David Henríquez, uno de los jóvenes de la época.

“Nelsinho llegó con un buen currículum. Llegó e impresionó mucho a los jugadores: era el primer técnico que hacía presentaciones tipo power point y el plantel no estaba acostumbrado a ver gráficos tan claros. Uno de sus ayudantes se ubicaba en Rapa Nui, algo que usualmente no se usaba, y le daba otra visión de lo que pasaba en el campo. Iba bien, pero luego afectó mucho la partida de Marcelo Espina a España. ¿Qué pasó después en ese camarín?”, se pregunta Sebastián Salinas, historiador del club blanco.

Y se responde: “Pasó lo de la pelea a combos con Basay, un secreto a voces”.

El periodista Sergio Gilbert, que por esos años cubría Colo Colo para “El Mercurio” rememora: “En septiembre la situación era muy tensa y, en un partido con Santiago Morning, en el Monumental, explotó. El equipo de Nelsinho ganaba 2-0 primer tiempo y extrañamente en el segundo el ‘Chago’ empata. Trascendió que en el entretiempo Basay se agarró duro con Nelsinho. Pero Basay niega la historia”.

Dice Salinas: “Fue evidente que después del descanso entraron con el freno de mano, porque fue un cambio demasiado ridículo”.

Nelsinho no era el único problema: su preparador físico, Flavio Trevisán, tenía fama de ser muy exigente. Muy. Y eso no le cayó en gracia a un plantel donde sobraban los pesos pesados: Marcelo Ramírez, Francisco Rojas, Juan Carlos González, Marco Villaseca, José Luis Sierra, Claudio Arbiza, Marcelo Barticciotto, Fernando Vergara y el citado Basay.

Tras el episodio ante Santiago Morning, Baptista dijo adiós. Fue reemplazado por Carlos Durán y luego por Fernando Morena.

“Que ahora traigan el helicóptero para que regrese a Brasil”, dijo un defensa albo, con pasado en un equipo de colonia, recordando cómo es que el DT había sido presentado en la “Noche Alba”.

“Francamente no tengo esa nformación. Queríamos al mejor técnico que pudiera dirigir Colo Colo, no estabamos suspeditados a Nelsinho, Ischia o quien sea… Los jugadores no tenían preponderancia e incidencia en cuanto a escoger un técnico; era un plantel profesional, empoderado en sus objetivos. Ahora, dentro de esa vorágine y fauna que tiene el fútbol puede existir algo de eso, pero como presidente no estaba en conocimiento”

Antes de Nelsinho, Colo Colo tuvo a otro técnico brasileño: Flavio Costa, el mismo que dirigió a la verdeamarela en la final de la Copa del Mundo de 1950, ante Uruguay. Su llegada es nueve años después. “Sucede a Hugo Tassara; y lo que trata de hacer es que el equipo sea protagonista. Y se repite la historia del ‘Maracanazo’: pierde la final contra la U, 2-1, por el mismo resultado del Mundial. Parte la campaña del año siguiente, pero después de pocas fechas se va… Decían que sabía mucho; Bernardo Bello, por ejemplo, comentaba que Costa transformó a Jorge Toro en el gran jugador que fue, porque antes era muy comilón, no estaba acostumbrado a dar pases. Le enseñó que tenía que soltar antes la pelota”, comenta Salinas.

“Colo Colo perdió el título del 59, principalmente porque era un equipo de más años y le pesó el físico en las últimas fechas. La U, en cambio, era todo lo contrario”, agrega.

Olvidado en el tiempo resultó el paso de Zezé Moreira por Palestino, en 1964. “Para salvarse del descenso, la colonia puso plata y lo contrató”, detalla Salinas.

El tipo ofrecía una imponente hoja de vida: había adiestrado al seleccionado de Brasil desde 1952 hasta 1955, incluido el Mundial de 1954, y en 1976 obtuvo la Copa Libertadores de América con el Cruzeiro.

Moreira debía sumar cuatro puntos y los sumó: derrotó 2-1 a Green Cross y 3-0 a San Luis.

Salvó al equipo, pero de él muy pocos se acuerdan.

Dragicevic se pregunta. “¿Por qué a los técnicos brasileños no les va bien en Chile? Todos somos admiradores de su fútbol, pero cometemos el error de pensar que es traspasable la experiencia desde Brasil a Chile. Y es una cuestión de ADN, porque el brasileño tiene particularidades que el chileno no tiene: físicamente son más desarrollados, tienen pasión por el fútbol… Y no es aplicable el modelo chileno, que necesita más disciplina y trabajo. Como dice el dicho, si quieres lavarse la cabeza al burro, vas a perder el agua y el jabón, porque el burro va a quedar igual…”

El técnico de 44 años lleva pocos días en Chile, apenas tres, pero está convencido de que vivirá un final distinto al de sus compatriotas. “Católica es un club muy respetado en el extranjero. La gente del fútbol conoce su tradición, su historia, que siempre pelea todo a nivel nacional y que tiene una linda trayectoria internacional. No es necesario explicar su grandeza… Tenemos una gran plantilla, que puede pelear títulos nacionales y, a mediano y largo plazo, pensar internacionalmente, porque tiene que estar involucrado en objetivos grandes”, sostuvo.

Y continuó. “Cuando voy a un lugar a dirigir analizo tres puntos importantes: la tradición del equipo, las condiciones de trabajo y la capacidad competitiva del plantel, de salir a pelear por algo grande. Este club cumple con todos estos puntos… He encontrado un grupo con disposición para trabajar y tenemos que tener objetivos tácticos claros para los objetivos que vienen por delante. Tenemos un grupo capaz de revertir la situación en la que está y sacarlo adelante lo más rápido posible”.

“Veo a los jugadores concentrados y tratando de conectarse rápido con nuestras ideas”, agregó.

El debut de Nunes será ante Huachipato; el equipo que paró en la práctica de este jornada fue con Pérez; Soto, Ampuero, Kagelmacher, Mena; Farías, Canales, Pinares; Montes, Zampedri y Cuevas. Eso, a la espera de ver qué sucederá con el seleccionado Alexander Aravena, quien no entrenó, porque estaba recién llegado de Europa.

A la misma hora en que Nunes fue oficializado como estratega estudiantil, Nicolás Núñez, el ex, habló con radio ADN. “No me arrepiento de haber ido a Universidad Católica, de estar en esos momentos difíciles del club. Para mí fue una experiencia increíble, sigo sosteniendo lo mismo del gran club que tenemos”.