La credencial de selección absoluta de Charles Aránguiz es elocuente: 97 presencias y siete goles. Si la misión específica se trata de eliminatorias mundialistas, el volante conoce la armadura: tiene 29 jornadas de premundial (2014, 2018 y 2022) y dos tantos, ambos marcados con Claudio Borghi como jefe técnico.

A menos de dos semanas del inicio de la clasificatoria al Mundial 2026 la irrupción de Aránguiz es intempestiva, después de nueve meses inactivo por molestias físicas, acarreadas de la descompensación que le provocó la rotura del tendón de Aquiles izquierdo hace unos años. El puentealtino, inactivo entre octubre de 2022 y julio de 2023, apenas suma una jornada en el ciclo de Eduardo Berizzo: jugó el primer tiempo ante Marruecos en Barcelona (septiembre 2022) y nunca más. Entre medio dejó Bayer Leverkusen y volvió al Inter gaúcho.

“Aránguiz estando bien no se puede quedar fuera del equipo”, plantea Víctor Hugo Castañeda, exseleccionado y ahora entrenador. “Hablamos de un futbolista que no sabe jugar mal, es difícil ver un partido bajo de Charles, ahora Chile lo necesita más que nunca porque coincide además que los referentes no están en su mejor momento, como Vidal o el caso de Alexis, que increíblemente demoró tanto en encontrar equipo (…) A Aránguiz nunca lo verá mal parado en la cancha, sabe cuándo debe cortar el juego, nunca hace algo de más, su lectura de juego es impecable, Chile gana un jugador muy valioso para la eliminatoria”, sentencia VH.

“En la estructura del juego, Aránguiz rara vez equivoca un pase. Quizás no está en el pase-gol, pero es el que va limpiando el juego para llegar a esa última asistencia, es capaz de progresar con asociaciones en zonas de presión. Siempre tiene en la cabeza la jugada siguiente, a dónde le dará fluidez al juego, si lo mira con una cámara táctica de arriba, es un jugador que siempre está escaneando compañeros y ubicaciones. Es buena noticia su puesta a punto, uno lo imagina en el medio junto a Pulgar, a Vidal -que está en funciones más de ataque, dando ese desorden necesario que lo caracteriza- y un cuarto volante que puede ser Marcelino, que me parece más dinámico en ataque que Méndez por ejemplo”, observa Francisco Varela, analista que trabajó junto a Marcelo Bielsa en la Roja.

El oficio de Aránguiz en el juego interno y su capacidad de asociarse dan crédito a un concepto de Hugo Tocalli, que lo dirigió en Colo Colo y Quilmes. “Siempre que participa hace lo que la jugada pide y el equipo necesita, me cuesta encontrar un jugador que entienda tan bien los momentos del juego”, fue el concepto que acuñó el exarquero sobre el volante nacional.

Berizzo en su derrotero al frente de la Roja ha ido moldeando un bloque de cuatro mediocampistas: Núñez, Méndez, Vidal y un volante de corte, que casi siempre fue Gary Medel, aunque en los amistosos de junio el “Pitbull” retrocedió a la zaga y volvió a escena Erick Pulgar. Diego Valdés también ha sido alternativa preferente. “Todos jugadores de asociación”, repiten los eruditos, “pero también todos de juego al pie y poco al espacio”.

“Increíble que con 34 años, porque parecía que estaba fuera, después de cambiar de liga, de equipo, de una lesión larga, volvió a gran nivel, en la Libertadores lo vi con mucha claridad, parece el Charles de siempre. Hoy no tenemos ningún volante que juegue más que Aránguiz, puede ser perfectamente titular en la fecha doble que viene. Sabemos que el contexto no es idóneo porque muy pocos están jugando a gran nivel, el rombo que se ha venido utilizado puede ser con Pulgar, Núñez, Aránguiz y Vidal. Y ojalá aparezcan más alternativas, que (Rodrigo) Echeverría o (Matías) Marín logren más nivel en Argentina, soy de la idea de agrandar la agenda, también se debe ponderar la intensidad de la liga donde compiten los jugadores y eso lo hace el cuerpo técnico de la selección”, sentencia el exdefensor Cristian Basaure.

La exigencia inmediata ante Uruguay garantía dureza. “Berizzo es un entrenador que se referencia mucho por las marcas individuales en los recorridos de los volantes”, dice un analista de Primera División. “y veremos quién le toca a Aránguiz”. Otro complementa: “Pero Charles no esquiva el duelo, y con Bielsa al otro lado habrá presión en todos los sectores, muchísima presión”.