Patricio Mardones: “Esta U todavía no logra ser un equipo confiable, necesita ganar un clásico”
El exmediocampista ganó dos títulos nacionales con Universidad Católica y dos con los azules, pero sentimentalmente el club del “Chuncho” lo capturó a partir del mítico penal en El Salvador 1994. Reconoce que la escuadra de Mauricio Pellegrino ha mejorado, pero todavía necesita dar un salto de calidad. “Para sentir que el equipo nunca va a perder”, dice. Habla de lo que requieren Lucas Assadi y Darío Osorio para estallar.
El fútbol tiene mucho de hábitos que traslucen personalidades. Patricio Mardones, otrora jugador que simbolizaba equilibrio y rigor, siempre se parapetaba abajo en las fotos de los equipos. “Iba agachado porque no era tan alto, me ponía abajo al lado derecho, ahí se ubicaban los volantes”, dice el sanvicentano de 60 años, quien marcó época con los escudos de Universidad Católica y Universidad de Chile, consiguiendo coronas en ambos bandos (1984, 1987, 1994 y 1995).
“¿Qué tipo de jugador era? Mis inicios fueron de volante central, bien fijo en la UC porque jugábamos 4-3-3, empecé con Miguel Neira y Manuel Rojas, después con Neira y Jorge Aravena; cuando apareció Mario Lepe compartimos esa zona. En la U (100 partidos y 26 goles) fui más mixto porque Luis Musrri me cubría, yo tenía buena pegada y me soltaba, en la selección con Jaime Pizarro éramos dos mixtos. Me sirvió mucho ir a Suiza, ahí exploté todo mi potencial, en el fútbol actual sería un ‘doble 5’ como le llaman en Argentina”.
—¿Cómo era para un volante de corte ir a Europa en los 80?
“Fui a Saint Gallen, me dirigió Kurt Jara, un gran jugador austríaco que jugó el Mundial del 82, había jugado en el Valencia y dominaba el idioma español. En ese momento había un despegue de la liga suiza, se jugaba muy rápido, allá el país de divide en la zona alemana, francesa e italiana, yo estaba en la primera y teníamos mucho del fútbol alemán, más físico. Fue una experiencia maravillosa, estaba recién casado, aprender algo de italiano y alemán fue un crecimiento personal. Cuando llegué solo estaba Iván (Zamorano), que volaba, era extraordinario. Después se integró Hugo Rubio, José Saturnino Cardozo, también el flaco (Jorge) Theiler, gran amigo, ayudante ahora de Gerardo Martino, hicimos buenas campañas e incluso jugamos una Intertoto de la UEFA”.
—¿Quién era su ídolo de niño?
“En tiempos que no había posibilidad de ver todo, siempre me cautivó Johan Cruyff, él era técnica y velocidad, freno, giro, inteligencia. Después sus ideas como técnico también las seguí. Ya como jugador pude enfrentar a (Diego) Maradona en su mejor momento antes del Mundial de México, un amistoso en el estadio de River (0-2), era extraordinario, ¡la velocidad de arranque que tenía!, uno giraba y ya te había sacado 10 metros de ventaja, uno iba a marcarlo y cuando llegabas él ya no estaba, tenía una mano en el pie izquierdo. En Suiza pude enfrentar en sus últimos años a (Karl-Heinz) Rummenigge y al italiano Giancarlo Antognoni, jugamos un amistoso con la Sampdoria de Mancini, Vialli, Toninho Cerezo, Vierchowod, Lombardo, un equipazo”.
Pude enfrentar a Maradona en su mejor momento antes del Mundial de México, era extraordinario, ¡la velocidad de arranque que tenía!, uno giraba y ya te había sacado 10 metros de ventaja, uno iba a marcarlo y cuando llegabas él ya no estaba, tenía una mano en el pie izquierdo
—¿Se siente un jugador transversal en la UC y la U?
“Por lo que significó mi paso por la U, estoy muy cercano al club, me retiro ahí, trabajé después allí en divisiones menores, como ayudante de Víctor Hugo (Castañeda), como director de Azul Azuk y en la jefatura de captación, como jugador viví esos dos campeonatos que fueron una maravilla, estresantes y de mucha identificación, siento una retribución muy grande. Tampoco dejo de reconocer que los años que me formé en la UC me dieron mucho, fue un soporte para mi carrera”.
“Mi vínculo con la U es como si me hubiese retirado ayer, la gente me lo recuerda así, hay gente que me para y me dice ‘yo estuve en El Salvador junto a mi papá’. En ese momento de patear el penal (1-1 ante Cobresal) no lo dimensioné, sí sabía que era importante y también sabía que no iba a errar y que íbamos a ser campeones, siempre lo tuve claro, estaba seguro de como pegarle: borde externo, tres dedos, por la altura, el aire, había que asegurar, mi estado mental y de confianza era óptimo”, relata.

Patricio Mardones con la franja, en la foto abajo entre "Pindinga" Muñoz y Juvenal Olmos, con quien trabaja hoy en la Corporación de La Reina. "Los técnicos que más me marcaron fueron Ignacio Prieto y Arturo Salah", dice. Foto: El Mercurio.
—¿En San Carlos usted genera indiferencia?
“Nunca he tenido problemas con los hinchas de la Católica, viví momentos muy buenos, gané campeonatos, siempre me dicen ¿por qué? ¿por qué? Jamás me han recriminado, solo me dicen ¿por qué? No voy muchas veces a San Carlos. Mi paso fue bueno y tengo gratos recuerdos”.
—¿Cómo evalúa el momento actual de la U?
“Veo a la U bastante fortalecida, con un equipo que se ha afianzado, pero está en vías de crecer para decir ‘este equipo nunca va a perder’, porque hay equipos que van abajo 1-0, hasta 2-0, y uno siente que lo van a revertir, en la U del 94 sentíamos eso. Ahora la U está en vías de consolidarse como un equipo más seguro. No siempre hace el partido que uno espera, con Audax jugó un partido malo, pero lo ganó. Es producto también de lo vivió en los últimos años, no es fácil volver a ser un equipo regular”.
—Algunos creen que después de pelear el descenso, es un exceso pedirle más ahora al equipo.
“Se le debe exigir más, el entrenador y los jugadores estando en un equipo como la U deben aspirar a más, ya están pasando el chaparrón de los años precedentes y deben afianzarse como equipo para pelear el campeonato. A la U le falta todavía para sentirse superior al rival, porque los rivales le habían perdido un poco el respeto. Los jugadores, vayan a cualquier cancha, que sientan que van a ganar, el equipo todavía no logra ser confiable para uno decir que va a salir campeón, pero va en vías de eso”.

Assadien el clásico universitario. La UC le ganó a los azules los últimos tres duelos del torneo nacional. Foto: El Mercurio.
—¿Assadi y Osorio son tan buenos como se le promociona?
“Los conozco de las inferiores, son muy talentosos, pero los jóvenes son muy irregulares, hay un tema mediático, a los cuatro partidos todos se olvidan que tienen 18 años, además tampoco la U tenía un rendimiento regular cuando asomaron. Por ejemplo cuando aparece (Marcelo) Salas, no sé si habría tenido la explosión que tuvo si la U no tenía el equipo que tenía. A los chicos se les hace más fácil aparecer en un equipo con funcionamiento, en que no sean ellos los responsables de llevar el peso. En esa U, Salas y el “Huevo” Valencia jugaban liberados. Assadi y Osorio estuvieron a punto de descender, no es fácil, en el fútbol lo que hice ayer ya no sirve, el jugar les dará madurez, tienen ricas condiciones, pero el equipo los debe ayudar a crecer, el talento solo no sirve, hay que agregar otras cosas para poder competir”.
—¿La Católica tiene mayor riqueza individual?
“Tiene jugadores de una trayectoria mayor que los de la U, vienen de años mejores en lo deportivo y les da seguridad, aunque en los últimos partidos ha perdido un poco de eso. Los rendimientos individuales no han sido tan buenos y eso atenta contra el equipo. Se trata de un rival difícil por más que no esté en su mejor momento”.
—¿La U necesita ganar un clásico?
“Lo necesita y le haría muy bien ganar un clásico, tiene otra trascendencia, te fortalece como equipo. Siempre como que va a dar el salto, y no puede, la U lo necesita (…)”.

Claudio Herrera De La Fuente
es redactor de Deportes El Mercurio, especializado en fútbol y en atletismo de fondo, especialmente en maratón y pruebas de ultradistancia, con más de 20 años de experiencia en periodismo escrito.