No es casual que cruce con una tricota que emula la bandera chilena. Rojo, blanco, azul y una estrella en el pecho. Martín Vidaurre acaba de ganar la fecha de la Copa del Mundo de Mountainbike, en Val di Sole (Italia) y es todo un país el que celebra.

Nunca había pasado en la historia. Nunca se había oído el “Puro Chile…” en la premiación de la categoría más importante del ciclismo de montaña, el cross country olímpico. Y el protagonista no es otro que Vidaurre, que ya logró batir todas las marcas en categoría sub 23 y que, recién en su segundo año en la serie élite, se convirtió en favorito, en el rival a vencer. Y lo terminó de concretar este domingo, con su triunfo en la pista italiana, en una carrera tácticamente perfecta.

“Esto es maravilloso. Adoro Italia, amo al público, que me ha dado toda la fuerza hoy (domingo). Durante toda la carrera me he repetido a mí mismo 'puedes hacerlo, puedes hacerlo'. Necesitaba esta victoria, así que estoy más que feliz”, celebró el nacional, que de paso escaló al segundo lugar del ranking, solo por detrás del estadounidense Christopher Blevins, su compañero en el team Specialized.

La carrera del chileno fue precisa. Luego de la tercera vuelta, iba noveno, sin demasiada inquietud respecto de la ventaja que le llevaba el suizo Filippo Colombo (Scott), puntero hasta el cuarto giro.

Allí se rompió la carrera. El francés Matias Azzaro (Origine), dos veces campeón mundial, atacó en solitario, mientras que en un segundo grupo, Vidaurre y el italiano Luca Braidot (Wilier-Vitoria) iniciaban la persecución. El pedalero local no pudo seguir el ritmo y el chileno cazó al galo, para iniciar una lucha mano a mano que se resolvió en favor de Vidaurre, que exhibió más potencia en la recta final para ganarle a Azzaro por 23 segundos.

“Sabía que podía ganar”, lanzó el chileno abrazando a su madre, que lo esperaba en la meta.

“Fue una carrera muy inteligente, así como me gusta que corra. Hablé con él el sábado y se sentía muy tranquilo, sin presión, eso le juega muy a favor y se notó”, analiza su entrenador, Jorge Cajigal, que siguió la carrera vía internet.

En el camino quedaron el francés Viktor Koretzky, medallista de plata en los JJ.OO. de París 2014 (27º ayer), el sudafricano Alan Hatherly, bronce (13º) y el local Braidot, cuarto en Francia y cuarto ayer; ratificando que Vidaurre es uno más en la élite. Y uno importante.

“Se llama consagración”, califica Cajigal. “Lo conversamos durante la semana y fue como una premonición, te decía que en cualquier momento daba el golpe, porque está muy maduro y tomando decisiones tácticas clave. Hizo una carrera muy inteligente, dosificó bien y atacó cuando debía”, añade.

Aunque el circuito continúa en Europa (la próxima parada será en tres semanas, en Andorra), las miradas ya apuntan al Mundial de Mountainbike, programado para empezar el 30 de agosto en Suiza, con un Vidaurre cada vez más metido entre los mejores del mundo.

“Lo ideal es mantener el máximo nivel posible y tener una buena actuación, porque la idea es mantener un rendimiento más parejo. Consolidarse en el top 5 a nivel mundial, buscar podios, porque tiene todo lo que necesita para competir, lo físico, lo técnico y lo mental”, sostiene su entrenador.

También corrió Ignacio Gallo, , mientras que Catalina Vidaurre fue 19ª en la competencia femenina, su mejor resultado en Copas del Mundo.