El mundo del fútbol está en plena época de negociaciones y traspasos, aunque para el futbolista chileno no es una empresa sencilla: el fracaso de la Roja sumado al opaco rendimiento de los clubes nacionales en los torneos de la Conmebol ha bajado sus acciones.

Alexis Sánchez, que tuvo una ingrato último paso por el Udinese italiano, es un ejemplo.

“Quiero seguir en Europa”, confesó hace unos días. Hoy, sin embargo, el goleador histórico de la selección chilena no maneja ofertas concretas. Desde su entorno son categóricos: “No hay nada claro”, sentencian, pero aseguran que propuestas van a llegar.

Lo mismo corre para Gabriel Suazo, quien no seguirá en el Toulouse de Francia. “Su sueño es seguir en el fútbol europeo, no quiere volver a Sudamérica. Muy profesional e inteligente”, admiten sus cercanos.

Como en el caso del tocopillano, el futuro del exColo Colo no se va a resolver pronto. “No hay nada concreto, no será todo tan rápido. Quedan dos meses y medio de mercado”, puntualizan.

En igual estado de incertidumbre aparece Gonzalo Tapia, el delantero que a comienzos de año se fue a River Plate, pero que apenas sumó 155’ en la Liga Profesional. Independiente y Rosario Central son dos clubes que han preguntado condiciones para un traspaso, aunque el Charlotte, de la MLS, también aparece en el horizonte.

Su partida se verificaría después del Mundial de Clubes. Volver a Chile no aparece como alternativa válida.

Con Eduardo Vargas, otro actor importante en el fallido proceso de Ricardo Gareca, sí hay novedades más firmes: a los seis meses de haber llegado a Nacional el club uruguayo buscará rescindir su contrato, que finalizaba en diciembre de 2016, por bajo rendimiento. “Su paso por acá ha sido muy discreto, muy. Aparte, su sueldo de US$ 80 mil es casi una demencia en nuestra liga. No es para nada habitual”, sostiene Juan Pablo Romero, periodista del diario El País.

El paso siguiente tendría que ser Universidad de Chile. “Hay interés de las dos partes, pero no sabemos si será todo tan sencillo”, confidenciaron desde su círculo íntimo. Justamente el tema monetario es una de los problemas para sellar el regreso: no está claro si la U va a pagar los US$ 80 mil mensuales que recibe en el “bolso”.

Diego Valdés también cambiará camiseta, porque deja el América de México para integrarse al régimen de Vélez Sarsfield. “Hay un acuerdo de palabra y probablemente llegará en las próximas horas a Buenos Aires para la revisión médica. Se trata de un jugador por el que el club argentino ya había preguntado, pero ahora se agilizo todo, porque es un pedido expreso del técnico Guillermo Barros Schelotto para reforzar la zona defensiva después que Álvaro Montoro partió a Botafogo. Llega a cubrir esa baja”, informa Gonzalo Ojeda, periodista del periódico Newstad de Buenos Aires.

Valdés estuvo en la órbita de Universidad Católica para el segundo semestre, pero el formado en Audax Italiano eligió la competencia argentina. “Era una opción… Eligió otra, pero no tenemos ningún problema con él”, aseguraron en San Carlos de Apoquindo.

Otro que cambió de aires es Francisco Sierralta: el Auxerre pagó US$ 3,4 millones al Watford antes de sellar un contrato por cuatro temporadas. “La liga francesa es muy competitiva, para mí más que el Championship que es donde jugaba el defensa chileno. En Francia juega el PSG, que es el mejor equipo de Europa, lo que dice mucho. No creo que Sierralta sufra con el período de adaptación, porque estuvo varios años en Europa y se acostumbró al roce y a la exigencia física. La Ligue 1 es más técnica”, piensa Alberto Márcico, quien jugó siete temporadas en el Toulouse.