Debate cruzado en zona exclusiva de bombarderos históricos de la UC. Osvaldo “Arica” Hurtado, jugador ochentero de cepa y bicampeón en 1984 y 1987, es el quinto máximo goleador del club, detrás de Rodrigo Barrera (118) y de los fallecidos Raimundo Infante (113), Alberto Fouillioux (108) y Néstor Isella (105).

Fernando Zampedri, con 90 después del doblete a Unión Española del fin de semana pasado, marcha octavo, a dos de Alberto Federico Acosta, el popular “Beto”.

“Ya sé por qué me llama. Andan todos enfermos con los goles de Zampedri y el récord de ‘Chamuca’ Barrera”, dice apenas contesta el celular.

“Zampedri… Mire: que es goleador, es goleador, que es rebotero, es rebotero, y que no tiene mucho juego de enlace, no tiene, porque no se tira a hilvanar de más atrás. Pero es muy potente y con harto olfato de gol, siempre está ahí y es un aporte interesante en la UC y en el fútbol chileno. No me gusta cuando se pasa de guapo, pero ha salvado muchas veces a la Católica, aunque sea de rebote. Tiene el mérito de estar donde hay que estar”.

—Un centrodelantero distinto del “Beto” Acosta.

“Goleadores los dos, pero el ‘Beto’ con más maña, más agarre para sostener al rival y sacar partido a los centrales, llevaba a los centrales a su juego y eso le permitía girar y quedar a tiro de gol. Era un gran cabeceador, además”.
—Usted era de otra cuerda.

“Yo era más de enlace, de campo más libre, a veces por el medio, a veces por fuera, no era centrodelantero de área a área como estos dos. Además de los 104 goles, tengo muchas asistencias. Y cuando fui goleador del campeonato con 21 goles, todos fueron de jugada, ninguno de penal ni tiro libre”.

Hurtado plasmó su récord pese a un par de años de “break” porque, dice, primero se operó los meniscos y después no lo ponían, hasta en 1983 que agarró titularidad.

“Ahora haría más goles, mucho más de los que hice”, lanza.

—¿Por qué?

“Ahora hay más facilidades porque está lleno de cámaras de TV y los centrales no pueden pasar la guadaña como en mis tiempos. Antes estaba el ‘Chuflinga’ Herrera, Quintano, Figueroa e incluso Pellegrini. Pero volviendo a Zampedri, él es un bálsamo para la UC, un salvador, porque el otro día contra Unión no había por dónde”.

—Zampedri se acerca a su marca.

“Pero yo ni ahí con esa marca, ya hice lo que tenía que hacer y chao, se acabó, y si la rompe, bienvenido sea. Con esto de los récords me da lata que basureen al ‘Chamuca’ Barrera, criado en el club, pero que después no fue tomado en cuenta y tuvo que buscar otro”.

—¿Quién basurea a Barrera con lo del récord?

“Esos que dicen que Zampedri rompa luego la marca para sacar a Barrera del primer lugar y lo andan publicando”.

—¿Hinchas en redes sociales?

“Sí, pero ellos no dan pega, pues”.

—No le perdonan que se haya ido a la U.

“Pero eso no es culpa de Barrera, si tenía que trabajar”.

—Barrera dijo que lo echaron de la Católica.

“Y si de la UC no lo quisieron retener, terminó su contrato y se fue a otro club. El problema es de la UC, no de Barrera”.

—Es más querido en la U. En la UC hasta traidor le gritaron en San Carlos.

“En la U lo tratan con cariño, es así, lamentablemente. ‘Chamuca’ era muy bueno, iba por fuera, tenía diagonal, mucha velocidad —que era lo suyo— y muy buen finiquito”.

—Entre Zampedri, “Beto” Acosta, “Chamuca” y usted, ¿cómo arma el ataque?

“Conmigo, poh, si tengo más goles que Zampedri y que el ‘Beto’ Acosta. Y Barrera fijo por fuera”.

—Pero un centrodelantero.

“Barrera, ‘Beto’ Acosta y yo. Zampedri a la banca. ¿Cómo me voy a dejar afuera si tengo más goles que Zampedri?”.