Una buena y una mala registra el Colo Colo modelo 2023: empate, pero derrota en la serie de penales ante Magallanes por la Supercopa y goleada 5-2 sobre Copiapó en el primer partido del Torneo Nacional.

Suficiente para que Gabriel Mendoza, uno de los grandes ídolos del club, realice un balance lapidario. “Hay que mejorar y traer refuerzos. Jugando por la banda, Marcos Bolados hizo tres goles, atípico en él, pero si no es por eso no hubiésemos tenido ataque. En defensa ni hablar. La solvencia no fue de lo mejor”, sostiene.

“Sí. Bruno Gutiérrez y Jeison Rojas se farrearon la opción de ser titulares en la banda derecha. Tenían la opción de agarrar el puesto y no soltarlo más, pero el primero no anduvo ante Magallanes y al segundo no lo vi bien ante Copiapó. Y se nota que falta alguien. Por el otro lado, solo está Erick Wiemberg, que ha sido el mejor de los refuerzos. Ha mostrado algo, poco, pero efectivo. Confirmó su incorporación… Colo Colo se ha caracterizado por tener sociedades por la banda que siempre desequilibran: Suazo por la izquierda con Gabriel Costa o Agustín Bouzat y Opazo con Pablo Solari, después con Bolados y Marco Rojas por la derecha. Y eso falta. Por el lado derecho estamos funcionando mal, para qué vamos a decir más o menos si estamos funcionando mal”.

El “Coca” cierra el análisis de la defensa con lo que sucede en el centro de la zaga. “Sin Emiliano Amor se pierde bastante; pero en vez de traer a alguien apostaría por los jóvenes, con Daniel Gutiérrez. Ramiro González no mostró la seguridad de un central, pues en el segundo gol que hace Copiapó en vez de despejar, falla. Había muchas expectativas con él desde el año pasado… Y para mí, como se dice en el fútbol, Gustavo Quinteros va a morir con la de él: hinchó tanto para traerlo el año pasado, no pudo y sí lo tiene ahora, entonces va a seguir con él a muerte”.

Leonel Herrera, zaguero del histórico Colo Colo 1973, coincide: “González todavía no me convence. Uno estaba acostumbrado a Amor… No. No. No me convence para nada. Quinteros tiene jugadores como para probarlos: Gutiérrez o Rojas. Hay gente de casa como para acompañar a Falcón”. Lo mismo opina Patricio Yáñez: “En 2021 Gutiérrez salió porque Quinteros pedía otro defensa. Tuvo la estatura, jugó bien y debieran darle la oportunidad; de lo contrario será un chico que se va a perder y va a terminar saliendo sin haber tenido todas las oportunidades”.

Para “Chuflinga”, sin embargo, los líos blancos están en otra zona de la cancha: “En la delantera, pese a los cinco goles a Copiapó”, sostiene.

Y explica: “Cada día se ve más difícil reemplazar a Martín Lucero, un jugador espectacular, del tipo Esteban Paredes. Si bien Pablo Solari jugó medio año, también se extraña. Lo mismo me pasa con Gabriel Costa, por lo que jugaba, por la experiencia que tiene. Pero tengo fe en la gente que está apareciendo, colocolinos todos y a los que solo les falta jugar: Cristián Zavala, Alexander Oroz, Jordhy Thompson, quien tiene una personalidad increíble… Falta que les den confianza, que jueguen desde el principio. Es la única manera que lleguen al nivel de quienes se fueron”, sentencia. Herrera lanza un último dardo: “Donde sí estamos mal es en lo de Gabriel Suazo, y esa es una crítica a los dirigentes, porque si quieren formar un equipo a nivel internacional deben tener gente de jerarquía”.

Ricardo Dabrowski, otro de los que sabe cuánto pesa la Copa Libertadores, pide mesura: “Si el inicio no fue bueno, no necesariamente el equipo va a funcionar siempre así; ganar y golear tampoco asegura nada. Hay que dejar que corra el tiempo, se está armando un nuevo plantel. Hay que ver en la copa cómo funciona eso del recambio. Es una cuestión de equipo, no me gusta sectorizar. A mí me llama la atención otra cosa”.

“Que el fútbol chileno es un trampolín para irse, los capitanes prefieren irse a otro lado. No digo que está bien ni mal, pero antes Colo Colo era el norte de un jugador de fútbol. Hoy no lo consideran así: llegan y al poco tiempo se van porque les llegó una oferta mejor. Es difícil evaluar cuando no hay un compromiso profesional ni afectivo. Representar a Colo Colo no es un asunto solo futbolístico; hay muchas cosas que pasan en el inconsciente colectivo del hincha. Eso se ha perdido en los últimos tiempos. Llegan, se besan el escudo, todo fantástico y a la primera se van. Para los que tuvimos un protagonismo y vivimos cosas, sorprende y genera dolor, porque cómo puede ser”.

En el tema de los fichajes, Matías Catalán, uno de los nombres que más obsesionaba al entrenador albo, seguirá siendo jugador de Talleres: “Va a renovar por cuatro años y en junio tiene grandes posibilidades de salir a Europa”, afirmó Andrés Fassi, presidente del club argentino.