Ni los tributos traen paz en la UC, que compromete su clasificación copera
La última jornada como anfitriones para José Pedro Fuenzalida, Luciano Aued y Germán Lanaro no se acompañó con el objetivo deportivo: empate sin goles ante Audax Italiano. El equipo de Holan pudo ser goleado en el primer tiempo, mejoró después pero Zampedri no tuvo puntería. El boleto a la Copa Sudamericana se dirime en Antofagasta.
Equipo Deportes31 de octubre, 2022
"Arbitro no pites el final, que el ‘Chapa’ se nos va”, decía el cartel en manos de un hincha ya mayor en la tribuna. “Chapa ídolo”, se leía en otroletrero que portaba un niño, demostrando una incondicionalidad transversal del pueblo cruzado a José Pedro Fuenzalida, que defendió el escudo de Universidad Católica por última vez como local.
“Muy contento por esta carrera, logré mi sueño de jugar en la Católica, me voy muy tranquilo por lo que hemos vivido juntos”, aseguró capitán, con una bonanza de 11 títulos en la precordillera. También hubo ovación y cantos para Luciano Aued, que soltó lágrimas en el homenaje tras el partido. El defensor Germán Lanaro, que se quedó sin minutos en la jornada de Independencia, se cuadró con el adiós, testimonio de una plantilla que empieza una reconstrucción necesaria. “Lanaro que te vaya bien…” entonó la tribuna.
“Fue semana de muchas decisiones, ya sentía que debía darle al club el poder de renovar un poco el plantel, ya cumplí el ciclo, era el momento. Entregué todo por estos colores, analizaré si puedo seguir jugando”, sentenció el zaguero (36 años), con una decena de medallas.
EMPATE MAGRO
Emociones aparte, la noche del lunes puso a la UC a competir ante Audax Italiano en una cerrada lucha por meterse en la Copa Sudamericana. Y vivió trastornos severos en el primer lapso, tras el descanso mejoró, pero los extremos vuelven a azotar a un equipo demasiado irregular y que deberá cerrar el negocio en el norte, frente a un rival que compite por evadir el abismo.
Católica jugó un primer tiempo de terror, incapaz de disimular sus desajustes defensivos. Cada vez que Audax fue al frente le generó situaciones de gol. La última línea, sin el auxilio de medios y atacantes, quedó expuesta, con espacios entre líneas y persiguiendo sombras, porque cuando salían a marcar los rivales ya no estaban. El mediocampo cruzado no dio abasto: Bryan González la pasó mal con Jorge Henríquez, Aued no encontraba la altura para incidir, siempre con Fernando Cornejo cerca, y Osvaldo Bosso se devoró a César Pinares. Aquello, más los desmarques continuos de Michael Fuentes y Luis Riveros, dejaron en evidencia las flaquezas de un colectivo que se le fue el año sin recuperar automatismos que hasta hace poco le permitían hegemonizar pastos locales.
Casi media docena de chances de gol registró Audax: Un cabezazo de Pablo Alvarado, Riveros, Fuentes (dos remates) y Henríquez dos veces remecieron el arco sur del Santa Laura, mientras al otro lado Fernando Zampedri culminó mal un contraataque en superioridad numérica (tres contra dos). Enérgico, el equipo Juan José Ribera despedazó en ese lapso el plan de juego del rival.
El local compitió mejor tras el descanso, al mismo que los verdes daban dos y hasta tres pasos atrás. Con Juan Leiva en el eje, el equipo se empezó activar: fue profundo Clemente Montes y Fuenzalida cada vez que se fue adentro a espacios internos, el equipo generó mejor juego, pero el “Toro” Zampedri, como pocas veces, estuvo peleado con el arco. El meta Tomás Ahumada, el travesaño y una fallida definición de zurda secaron al artillero.
En definitiva la UC no aseguró todavía el premio de la Copa Sudamericana (entran del 4° al 7°). Sigue el botín sobre la mesa, pero en el último acto se agazapan las sorpresas.