Santiago de Chile.   Vie 26-04-2024
23:01

Sergio Vargas y la crisis azul: “La responsabilidad de la cúpula de la U es total”

“Se gastaron US$ 4 millones en refuerzos y no se eligió bien, se contrató cantidad más que calidad… Hay un montón de errores… Nosotros solo tuvimos el 10% de esa cifra, US$ 375 mil, y hubo gente dentro del club que remaba en contra, su objetivo era desestabilizar y boicotear la gestión con la clara intención de obligar y empujar a Heller a vender sus acciones”, añade el exarquero. “El clásico se jugó con una juvenil reforzada… A uno le da miedo que algunos chicos de esta generación se quemen. Encuentro mala clase escuchar a ex jugadores de la U destrozar a los jóvenes que recién están jugando. Más, si cuando ellos jugaron no le ganaron casi nunca a Colo Colo. La U no ganó en varios de esos clásicos, porque les daba miedo escénico”, sentencia.
Foto: César Silva
Ramiro Fuenzalida02 de agosto, 2022
Sergio Vargas sigue atento el difícil momento que vive Universidad de Chile y se prepara para volver a lo que más le gusta. “Después de salir de la U quise tomarme un tiempo para definir qué quiero hacer, ver que es lo que me apasiona y eso es estar en una gerencia técnica o como entrenador. He tenido posibilidades en ambos cargos, en distintos clubes, pero por diferentes motivos no llegamos a un acuerdo”, dice el símbolo azul y exgerente deportivo de los universitarios.

—¿Cómo evalúa lo que hoy vive la U?

“Este año se desaprovechó la oportunidad de armar un equipo competitivo, que peleara por el título. A principio de año se gastaron US$ 3,5 millones en refuerzos y no se eligió bien, la mayoría no ha rendido, algunos ni siquiera están y el entrenador que se trajo en ese momento (Santiago Escobar) tuvo malos resultados y se fue. Este segundo semestre se fichó a dos buenos jugadores, Emmanuel Ojeda y Nery Domínguez, llegando a una cifra, en lo que va del año, de US$ 4 millones en refuerzos. Eso te permitía armar un buen plantel, ser competitivo y pelear el campeonato, pero no se eligió ni decidió bien. Se contrató cantidad más que calidad. Ojalá nosotros hubiésemos tenido ese presupuesto, seguramente habríamos armado un equipazo y peleado el torneo. En 2020 tuvimos solo US$ 375 mil para invertir en todos los refuerzos y este año se pagó por un solo fichaje tres veces más que todo nuestro presupuesto. Y suman un montón de errores, que tienen que ver con la gestión deportiva, con la toma de decisiones”.

—¿Cómo se mejora lo que vive el equipo?

“Hay que arreglárselas con lo que hay, porque no se puede traer más jugadores, y esa gestión diaria la debe realizar gente que sepa de fútbol, que esté cerca del plantel y no gente que decide entre cuatro paredes. Una cosa es la etapa de las contrataciones y otra es la gestión diaria con los jugadores, esa que no se ve y que debe realizar gente que haya estado en un camarín. Nosotros hablábamos todos los días con los jugadores y eso ayuda. En 2019 el equipo salió decimoquinto y en 2020 debíamos hacer algo mejor, pese a que se bajó la planilla en $3.000 millones. Encima vino la pandemia y tuvimos que negociar extensiones de contrato hasta febrero. Ya los sueldos del plantel se habían rebajado y todas esas negociaciones complicadas fueron exitosas, por esa cercanía con los muchachos. Mira lo que pasó esa vez con Colo Colo: terminó yendo a la Inspección del Trabajo y peleando por no descender, porque esas cosas, cuando no las manejas con cercanía terminan mal… A cuatro fechas del final la U estaba jugando el partido de la promoción: conversé con los referentes y de esos cuatro partidos ganamos tres y empatamos uno: eludimos el descenso y clasificamos a Copa Libertadores. Fue una conversación de gente que tenía camarín, peso y experiencia. Ese equipo se unió y luego fue tercero. Ahora uno mira y si me preguntan quién tiene la autoridad, capacidad y experiencia para pararse delante de los jugadores y hacerles ver lo que se están jugando, yo no lo veo. Por eso veo muy complicada la situación del equipo”.

—¿La responsabilidad de lo que se vive es de Clark y Aubert?

“La responsabilidad es de quienes decidieron traer y sacar a Roggiero y Escobar, y trajeron a los refuerzos a inicio de año. La responsabilidad de la cúpula es total. Uno asume que Michael Clark se hizo asesorar, porque no viene del ámbito futbolero, y es responsable de estas decisiones. Fuera del entrenador hoy no se ve nadie que tenga una capacidad técnica para asesorar al cuerpo técnico, al plantel. Esto es un club de fútbol, que no puede operar solo por un tema financiero… De Manuel Mayo (gerente deportivo) tengo la mejor impresión, es un chico joven, que tiene una base académica más que futbolística, pero no tiene la expertiz de un camarín y a veces los jugadores no te escuchan cuando eso pasa. Espero que le vaya bien”.

—¿Qué le parece el actual equipo?

“El gran problema se dio a principio de año. Nosotros esperábamos traer en 2022, con un mayor presupuesto, tres o cuatro jugadores de jerarquía. Habíamos detectado que faltaba calidad, nivel para jugar en la U. Podían acompañar, pero no ser protagonistas. Se gastó mal el presupuesto… Además del central y el volante que se sumó, faltó un delantero y un creador de jerarquía. Arriba no hay desequilibrio y hoy se espera que eso te lo entreguen Assadi y Osorio, que son chicos de las inferiores”.

—¿Vuelve este equipo a pelear el descenso?

“A estas alturas el año pasado la U iba quinta con 30 puntos y peleó el descenso. Ahora va duodécima y con 21 unidades. Se ve complicado el panorama, pero lo que complica es no ver un fondo que te diga que van a ganar los partidos que vienen. El próximo duelo es la final del mundo, tienen que entenderlo”.

—¿Qué piensa de Diego López?

“Lo entrevistamos en su momento y nos causó una buena impresión. Fue honesto, nos dijo que jugaba de una manera, es un técnico pragmático y realista con lo que convive y tiene. No nos vendió humo con ser protagonista y atacar en todo momento, porque sabía lo que había (en el plantel) y nosotros también. Lamentablemente López no ha podido ganar en los últimos tres partidos y puede haberse equivocado en algún cambio, pero creo que es un buen técnico. Ha tenido lesionados y el clásico lo jugó con una juvenil reforzada, con seis de las inferiores. Son pibes cuya mayoría tiene un gran futuro, pero no están preparados aún para jugar todos juntos, menos un clásico. Hay que ir poniendo un par dentro de una base que se lleve la presión, para que ellos acompañen. A uno le da miedo que algunos chicos de esta generación se quemen. Marcelo Morales, por ejemplo, asumió la titularidad con 17 años y lo que puede pasarle ahora es una involución, ese riesgo está, siendo que debiese ser el próximo lateral de la selección. Hay que proteger, cuidar a los chicos, ver en qué momento y condiciones se les tira a jugar en el primer equipo. Lo que nunca hay que hacer es tirarlos a jugar a todos juntos. Es un riesgo que está corriendo la U”.

—¿Ha escuchado las críticas de exjugadores azules al equipo, tras perder con Colo Colo?

“Encuentro mal intencionado, mala clase, tribunero, escuchar y leer a exjugadores de la U destrozar públicamente con sus críticas a los jóvenes del club, que recién están jugando sus primeros partidos en primera. Más, si cuando ellos jugaron no le ganaron casi nunca a Colo Colo y son responsables en gran parte de estos nueve años sin triunfos ya que participaron durante años en muchos de esos partidos. La U no ganó en varios de esos clásicos, porque les daba miedo escénico y cometieron errores que permitieron los triunfos de Colo Colo. Que rápido se olvidan algunos de sus orígenes, de que también fueron jóvenes. Cuánto daño hacen con esas críticas”.

—¿Lo dice por Johnny Herrera?

“No me preguntes por nombres propios”.

—¿Qué siente cuando critican su gestión y la de Goldberg?

“Llegamos en abril de 2019 con un plantel armado y en octubre se dejó de jugar. En 2020 con un presupuesto de solo US$ 375 mil, el equipo terminó tercero. Ese mismo año fue el único en que el club tuvo ganancias. En 2021 el torneo empezó el 27 de marzo y el 8 de marzo, cuando Heller comunica que vende sus acciones, dejamos de gestionar. Los datos no mienten: gestionamos buenos resultados y sin recursos… Además hubo gente dentro del club que remaba en contra. Su objetivo era desestabilizar y boicotear la gestión con la clara intención de obligar y empujar a Heller a vender sus acciones, eso sucedió desde agosto de 2020 hasta marzo 2021. Esta persona estaba dentro del club por exigencia de los compradores. Era claro que su interés no era que a la U le vaya bien, eso no le convenía ya que en ese caso Heller podía decidir no vender”.

—¿Apunta a Cristián Aubert?

“Es cuestión de sumar dos más dos, ver quién se beneficiaba en lo personal con la venta de Heller”.

Ramiro Fuenzalida

es periodista de Deportes El Mercurio, con experiencia de más de 20 años en la materia. Especialista en fútbol, ha cubierto mundiales de la disciplina, adultos y juveniles, clasificatorias y copas América.

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